domingo, 30 de marzo de 2008

Pedro Roda

Pedro Roda es de esa gente a la que te encuentras en la vida y cuando pasa el tiempo, no puedes por menos que reconocer que no fue una suerte, sino un privilegio haber tropezado con ellos. Pedro es una de esas personas, cuya vertiente humana supera tan abrumadoramente cualquier otra circunstancia, que de él, en lo personal, sólo puede hablar mal alguien que o bien no lo conoce o bien por sus venas, en vez de sangre, circula viscosa mezquindad. Pero el Pedro con el que he compartido doce intensos años, tiene muchas más facetas. De profesión y vocación, maestro Con la venia, recuerdo y desvelo, cómo allá por agosto del año noventa y cinco, sólo dos meses después de nuestra llegada al ayuntamiento de Zamora, andaba el alcalde alborotado. Se quejaba de que cada día llenábamos los periódicos, con noticias y anuncio de proyectos que los diferentes concejales pretendíamos desarrollar en los meses siguientes. Era lógico, teníamos un programa con cien propuestas concretas para ejecutar y sólo cuatro años por delante. Lo que no lo era tanto, al menos para el pensamiento, más empresarial que político, de Antonio Vázquez es que todo se anunciara a la vez. Decía el recién estrenado alcalde, que había que ir presentando ideas a medida que otras se fueran ejecutando. Muchos ya adivinarán que era Pedro el que más proyectos por minuto generaba. Y así siguió siendo. Durante ocho años, con responsabilidades en el área de Cultura y cuatro más, en Servicios Sociales y Mayores, las neuronas y también el corazón de Roda estuvieron en ebullición. Así, probablemente la frase más repetida por el anterior alcalde en todos sus mandatos lo tenía por protagonista y receptor. Su “J… Pedro, ¿otro festejo?” se hizo famosa en la Casa de las Panaderas. Pedro se disculpaba con poca contrición y aún menos propósito de enmienda y al momento siguiente, ya estaba otra vez metido en harina. Ésa es otra de sus cualidades. Es infatigable. Pero también gracias a ello, vieron la luz iniciativas valiosas que hoy son herencia para la ciudad. La plaza de los Pintores, la Alhóndiga o el programa de representaciones teatrales e históricas, Medievalia, son sólo tres de ellas. A cuenta de este último y del conjunto de su trayectoria de apoyo y vinculación al teatro desde muy joven, acaba de recibir, en su primera edición, el premio de Castilla y León de teatro aficionado. A propuesta de los grupos zamoranos y resumida su trayectoria, fue unánimemente respaldado para el galardón. Hoy, “el espejo” quiere darle la enhorabuena, por este importante reconocimiento y a la vez las gracias y la felicitación por la ilusión, el humor y la bondad, que derrocha cada día en este gran escenario en el que todos representamos, con mayor o menor fortuna, el teatro de la vida. Con él, nunca tragedia, siempre comedia.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Suelo y progreso

Decía Catón que no hay actividad más noble a la que se pueda dedicar el hombre, que la agricultura. Labrar la madre tierra para de ella obtener el sustento fué probablemente la primera actividad consciente de la Humanidad. No fruto del instinto sino de la inteligencia. El paso de la caza y la recolección de semillas y frutos al cultivo de la tierra, supuso la evolución del Paleolítico al Neolítico, del nomadismo al asentamiento y al nacimiento, siquiera germinal, de la sociedad. Una revolución, precursora de todas las que han sido después en la evolución humana y sin la cual, ninguna de éstas hubiera tenido lugar. Cuando nuestros más primitivos antepasados decidieron colectivamente asentarse y cultivar los campos hasta entonces vírgenes del arado, fue por una cuestión de rendimientos, productividad y beneficio social y por lo tanto, también individual de cada uno de los integrantes de la tribu. Cuando hoy, muchos miles de años más tarde y tal como se viene haciendo desde el advenimiento de la Revolución Industrial, se modifican los usos productivos de la tierra, los objetivos son los mismos. En la España mediterránea, las hectáreas y también los litros de agua que más prosperidad trasladan a sus pobladores son las convertidas en campos de golf. En otros puntos o tiempos, lo han sido las fábricas. Lo cual no empece para que las menores extensiones dedicadas a la agricultura hayan multiplicado sus producciones más rentables. Aplicando nuevas técnicas y buscando aquellos productos que más demanda tienen y mayor valor añadido generan. En el municipio de Zamora, la aportación del sector primario, agricultura y ganadería, ha ido perdiendo peso frente al terciario, los servicios y en menor medida frente al secundario, la industria. A pesar de ello, el planeamiento del suelo ha blindado para aquellos usos, los terrenos más fértiles, las vegas de Villaralbo y Villagodio, de la carretera de Salamanca hacia el Oeste y de la N122 al Duero. Se ha liberado, en cambio, para uso como centro neurálgico de intercambio de mercancías y almacenaje y polígono industrial y comercial el área comprendida entre la N122 y la autovía A11. Es cierto que ese triángulo con vértice en Zamora y base en el límite con Coreses, reúne buenas condiciones para la agricultura y que, bucólicamente, todos preferimos los verdes campos al hormigón y el acero de los polígonos. Pero la confluencia de las autovías del Duero y Ruta de la Plata, junto al corredor ferroviario, es el mejor escaparate y punto de comunicación para el asentamiento de nuestros empresarios, para aquellos otros que deseen emprender y para atraer a inversores foráneos. La rentabilidad social, económica y en puestos de trabajo y la contribución al asentamiento de población joven son muy superiores frente a su uso tradicional. El progreso, del que no andamos muy sobrados por aquí, es eso. Igual que lo es en Levante, que quienes antes cultivaban hortalizas, hoy las comen vestidos con bermudas, palos de golf y gafas de sol de marca.

domingo, 23 de marzo de 2008

Miles de flores

Es Domingo de Resurrección. La última de nuestras procesiones. La primera romería. Las varas adornadas con flores, tomillo y romero, acompañarán, si el tiempo no lo impide, a la Madre y al Hijo en su reencuentro. La ciudad ha querido estar a la altura de la celebración. Leíamos hace unos días en estas mismas páginas, que 42.000 flores se han plantado en los parques, plazas y jardines para que Zamora luzca guapa. En Semana Santa, el frío y las nubes no nos han permitido disfrutar de todo su colorido. Pero podremos gozar del tapiz floral a medida que la primavera avanza hacia abril. Me comentaba, en el crepúsculo del anterior mandato municipal, un amigo de frecuente buen criterio, que la ciudad había experimentado en la última década un cambio extraordinario. Que con todo el cúmulo de inversiones ejecutadas, habíamos conseguido rejuvenecer la trama urbana de una ciudad vieja, ajada y que había ido perdiendo su personalidad. Que había vuelto a su singular atractivo mediante la recuperación del carácter que había perdido con el paso de los tiempos. Ahora, me decía, es momento para que el nuevo equipo la embellezca aún más, con intervenciones más de detalle, más de ornato. Feliciano Fernández, actual primer teniente de alcalde del ayuntamiento de Zamora no estuvo en aquella conversación, pero estando bien dotado de sentido común, ha sabido en los casi cinco años de ejercicio municipal, atacar de acuerdo a un estricto orden de prioridades, las necesidades que en materia medioambiental la ciudad presentaba. Paso a paso, sin aspavientos ni grandes alardes ha ido, junto con su equipo, cubriendo las etapas que de manera metódica se había prefijado en una concejalía que siente, vive y disfruta como la primera de sus obligaciones. Seguramente porque en él coincide a su vez, un insustituible elemento vocacional. Si en materia urbanística, sobre la que también ostenta responsabilidades, aún no ha sabido o podido imprimir el impulso que con urgencia se necesita, en su otra área uno no puede por menos que calificar su actuación como sobresaliente. No le ha temblado el pulso, además, para tomar decisiones. Llevaba tiempo advirtiendo a los anteriores contratistas encargados del mantenimiento de los parques y jardines municipales, que el nivel de exigencia en una ciudad como Zamora estaba muy por encima de la calidad con que estaban prestando el servicio. Fruto de ello, apostó por no renovarles la confianza y buscar en concurso otras propuestas y compromisos. De ahí surgió una nueva adjudicación, que empieza a dar frutos. La misma empresa y no de las más grandes, especialista en jardinería que tiene contratado el mantenimiento de las hectáreas verdes más sensibles y contempladas de España. El centro de Madrid, el área comprendida dentro del perímetro de la M-30. Zamora no merece menos. Otras atenciones y cuarenta mil flores, nos permitirán, si las respetamos, disfrutar de una ciudad hermosa en primavera. Hay fines, para los que todas las flores son pocas.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Palabras y silencio

Primera vez en la Historia, hoy una alcaldesa participará en el acto del Juramento del Silencio. Se trata de algo más que una intervención al comienzo de una procesión. Desde hace ya muchos años, el Juramento del Silencio se ha convertido en Zamora, en la intervención pública más solemne e institucional de cuantas ha de realizar la cabeza del gobierno de la ciudad. Suelen estar los periodistas expectantes, para recoger el mensaje, no estrictamente religioso, que los últimos años saliera de los labios de Antonio Vázquez, o más atrás en el tiempo, de Andrés Luis Calvo. También los ciudadanos, que en número cada año mayor se agolpan en la plaza de la Catedral. Al día siguiente se disecciona, analiza y comenta en el papel y las ondas. Se trata de una demostración más, de cómo la Semana Santa ha penetrado en el resto de facetas de la vida pública zamorana. Si la Navidad o el cambio de año, son las fechas generalmente elegidas por otras autoridades nacionales o regionales, en Zamora, no podía ser otra la fecha sino nuestra semana de Pasión. Leí hace unos días en "IV Estación", la revista que por tercer año ha editado el equipo de profesionales de Canal 4 Zamora, una interesante conversación, más que entrevista, entre Victoria Carrasco y Rosa Valdeón. Decía la alcaldesa que lleva varias semanas pensando, escribiendo y refinando el texto con el que hoy ofrecerá al Cristo de las Injurias el silencio de la ciudad. Quiere que sea algo muy personal. Me parece un buen gesto por su parte. Un detalle del empeño que está poniendo nuestra primera edil, por lograr la identificación con el sentir más íntimo y a la vez más común de sus conciudadanos. Un buen momento para escenificar la cercanía para la que Valdeón está mucho mejor dotada de lo que hasta ahora nos ha demostrado y que los vecinos más valoran en la actuación de sus mandatarios. Siendo, además, mujer, sus palabras adquieren un interés cualificado, precisamente en el momento en que más latente está el debate sobre las nuevas y más importantes parcelas de protagonismo, que las mujeres de Zamora han de tener en nuestra máxima celebración. Escucharemos atentamente, esta su primera ofrenda, que seguro no defrauda. Valdeón es inteligente, sabe pensar y sabe hablar para decir cosas y esto, que parece sencillo, sabemos tú y yo, lector, no es precisamente una de las virtudes más extendidas entre la clase política dominante. Ejemplos hay abundantes, de otros y otras políticos provinciales que como más aportan es callando. Escribió San Agustín, que hace más ruido el cántaro vacío que el lleno. Suele ser verdad, aunque aquí los tenemos hasta mudos y vaya si siguen yendo a la fuente.

domingo, 16 de marzo de 2008

Semana Santa

Zamora ya huele, sabe y suena a Semana Santa. Es lo que tiene nuestra ciudad. Es imposible, llegando estas fechas, escapar a su presencia que todo lo impregna. No cabe en estos días el exilio interior, ni más descanso que la huida. Hoy el pregón anunciará lo que ya sabemos pero cada año es nuevo. Ya suenan bombardinos y carracas. Oboes y cimbales. Cornetas y tambores. Esquilas y fagots. Cajas destempladas y dulces flautas. Y gregoriano en las plazas, las calles, las cuestas y rincones, bajo luces mortecinas. Suena, este año con estruendo, el silencio de Jesús Payá y de tantos otros que en el recuerdo siguen siendo. Sonará, primera vez, la voz femenina ofreciendo el silencio de una ciudad entera al paso del Injuriado. Y susurros de los niños, que con ojos abiertos como platos, descubren que son zamoranos. Suenan los pasos por calles que han vivido varios siglos. Firmes con zapatos. Lastimeros con sandalias. Acolchados, los pies descalzos. Rebota en las fachadas el golpeteo de báculos y hachones, elevándose hacia el cielo, monocorde saeta. Suena el Duero en su descenso, cuando sobre él cosen a derecha y a izquierda la ciudad, el Nazareno humillado, majestuosa la Esperanza. Suenan los pliegues de las túnicas y el Merlú. Thalberg y Mater Mea. Ya huele a incienso y al sudor penitente de los cargadores. A cera derritiéndose, a mecha quemada. A humo que nos recuerda lo efímero de la existencia. A llamas que ennegrecen las tulipas transparentes. A azúcar quemado que es señuelo. A dulces en los hornos de las tahonas. A perfume adolescente descubriendo que la noche es libertad. Huelen las flores que adornan los Pasos y también los cardos de los que emerge Cristo. Aroma de la primavera del Redentor y del otoño de la ciudad que se resiste a ser redimida. En Semana Santa, Zamora huele a abril, aunque no deje de ser marzo. A claveles rojos. A rosas blancas. Zamora, aun esta semana, sabe austera. Aceitadas de las rúas, rosquillas de las monjas. Garrapiñadas, chocolate con churros y pipas de girasol. Potaje y bacalao. El cuerpo sabe a agua con azúcar y a sal. El alma, al Pan y al Vino. Y la fraternidad a sopas de ajo y al dos y pingada para decir adiós a la cuaresma y anunciar alegría. Pero también tiene un sabor especial. El del orgullo con que luce ante el forastero. Sabor a gente nueva y a gente que vuelve. A encuentro y a reencuentro. Sabe a tradición, a ancestro y sin embargo a cosmopolitismo que en días se evapora. Ciudad empapada de Semana Santa. Calada hasta los tuétanos por esa humedad que nos atiere todo el año y forma parte de nuestro existir. De nuestra forma de ser colectiva, nuestro acervo como pueblo. Zamora vive en una sola gota. Lágrima que surca el más hermoso semblante, pulido por el sufrimiento, sosegado por la resignación. Nuestra más íntima esencia. La lágrima suspendida en el rostro de La Soledad.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Alegría y al sofá

Ya hemos resuelto la situación de España para los próximos cuatro años. Tal y como se preveía, ganó la España más necesitada de inversiones, de infraestructuras y de industria. La España que nunca antes ganó, Cataluña. Esa Cataluña a la que durante siglos llevamos oprimiendo y esquilmando los de Sayago, Aliste y Sanabria. Ya saben, el salvaje oeste, que lejos de apiadarnos de la deprimida situación de los del “seny”, seguimos acumulando riquezas y progreso. No, si el día que les paguemos completamente la deuda histórica que tenemos con ellos, no sé que va a ser de nosotros. En fin, que así está montada la fiesta. Rápidamente nos han recordado que sin la arrinconada Cataluña, el PP de Rajoy hubiera sacado dos escaños de ventaja al PSOE de Zapatero, pero como allí el resultado a favor de éstos fue de 18 escaños, ya ven el saldo. Es bueno, en todo caso, que el sistema electoral y la proverbial generosidad de los grandes partidos, contribuyan al reequilibrio de los territorios más desfavorecidos. Si gana el PP sin mayoría suficiente, Cataluña gana. Si gana el PSOE en las mismas condiciones, tal cual. Si el PSOE obtiene la mayoría absoluta o casi absoluta, “ídem, eadem, ídem”. O es Esquerra o Convergencia o el propio PSC, que para eso son un partido independiente dentro del socialismo del resto de España. Ahora poco más nos queda por hacer, sino esperar cómodamente recostados en el sofá de la indolencia, la brillante actuación de Rodolfo Chikilicuatre en Eurovisión. Al Chikilicuatre lo han aupado al trono los mismos que siempre denostaron las manifestaciones de fervor patriótico. La representación más progre y fashion de esta nueva España cañí, nacida en el seno de la “pluralidad” televisiva y alimentada a los pechos de personajes como Buenafuente. Ha dicho la directora de entretenimiento de Televisión Española, que el Chikilicuatre televisivo es el candidato idóneo para España. Vistos los resultados electorales (me refiero a los de Eurovisión, claro), resulta evidente que es así. Será que también es catalán. Un acierto. Hace muchos años que no sigo el flamante festival europeo de música ligera, aunque por lo que veo, música poca y cada vez más “heavy”. Pero sí, definitivamente es una buena representación. Que España es alegría, lo imprimió el anterior Régimen a modo de cartel, para que nos eligiera el turismo internacional y vaya si lo aprendieron y lo ejercitan los guiris en cuanto se dejan caer por aquí. Ahora España entera lo ha asumido, por fin. Tal y como hace un par de siglos, a la vuelta de Fernando VII, el pueblo gritó “vivan las cadenas” hoy, con la misma pregonada alegría hemos dicho, “viva la crisis”… y el Chikilicuatre (el eurovisivo, claro está).

domingo, 9 de marzo de 2008

La rana y el alacrán

Cuenta la antigua fábula que da título y comienzo a la última tragedia de Agustín García Calvo, que un alacrán trataba de convencer a una rana de que lo pasara al otro lado de la charca. La rana argumentaba que no, porque le picaría. “El alacrán razonó: No ves tú misma que no puedo, que, si te pico a ti, me ahogo y también muero?” La rana accedió a llevarlo a su espalda. Cuando estaban en mitad del agua, el alacrán picó a la rana y ésta le increpó: ¿Qué has hecho, si así vamos a morir los dos? El alacrán contestó: Soy así, está en mi naturaleza. O como la termina el autor zamorano, “no pude menos: soy así. Tú sabías cómo era”. La charca. En Mondragón la alcaldesa es de ANV. “ANV por fin ha mostrado lo que de verdad es. Se les ha acabado la política”, amenaza Rubalcaba en la jornada de reflexión. La alcaldesa antes había sido concejala de Herri Batasuna. En el País Vasco hay 43 municipios gobernados por ANV. El PCTV tiene representación en el Parlamento vasco. A día de hoy ninguna de ambas fuerzas ha sido ilegalizada. El lehendakari ha dicho que ETA ha perdido definitivamente el norte. Se deduce que hasta ahora sí lo tenía. No sabemos si a partir de mañana pensará que ha recuperado ese “norte”. Otegi no es un Hombre de Paz. Otegi no ha sido nunca un hombre de paz. Alguien dijo alguna vez que Otegi era un hombre de paz. En Mondragón, la alcaldesa de ANV lo ha podido ser gracias al apoyo de los concejales de Izquierda Unida. De los impuestos que todos pagamos, al menos seis millones de Euros van a parar a las cuentas de los etarras. Garzón sigue siendo juez. Rubalcaba, ministro. Zapatero, presidente. Rosa Díez y tantos otros abandonaron su partido por no compartir que el Estado de Derecho negocie con los terroristas. La tragedia. En España, hoy hay un hombre bueno menos. Hay una viuda más. Y tres huérfanos. Y una madre sin un hijo. Un asesinado y cinco vidas destrozadas. Cinco disparos a bocajarro rompieron el cristal y segaron una vida. Era un vasco de Zamora. O sea, un español. Como tú. Como yo. Como los que el miércoles, en una cena del Foro Pensamiento y Libertad, brindábamos con María Jesús porque no hubiera más víctimas. Ella lo es. También su hija, Irene Villa. El cristal de nuestras copas ha saltado en mil pedazos. Pronto habrá en Zamora un monumento que recuerde a las víctimas que nunca debieron existir. También a Isaías, la última de las víctimas inocentes. Aunque sea simpática y la besemos, la rana no se convierte en príncipe. Menos aún, si es tan incauta o inconsciente como para confiar en la palabra del alacrán. Quien trate de pactar con él recibirá su aguijón traidor y se ahogará en algún punto de la suicida travesía. La rana es tonta. Pero culpable sólo lo es el alacrán. Culpables son los que disparan. Los que hieren y matan. Los que ordenan y los que apoyan. Los asesinos de ETA. Ponzoña.

miércoles, 5 de marzo de 2008

¿Rajoy Presidente?

Hace unos días, hablaba con una persona sobre la situación política, económica y social actual, de cara a las elecciones del próximo domingo. Mi interlocutor es una persona formada e informada. Un buen profesional en un trabajo de alta cualificación y, lo que podríamos llamar, un “hombre de mundo”. Ideológicamente es una persona pragmática, con mentalidad bastante abierta, de concepciones liberales en lo económico y también en lo social. Y votante del PP por ser, según sus palabras, lo único razonable. Sin embargo, cuando le pregunté si creía que existían posibilidades de que Mariano Rajoy fuera el próximo presidente, me contestó taxativamente que tal vez en unos meses, pero nunca en abril. Sorprendentemente, en una situación de empate técnico como la que, según todas las encuestas, se da ahora mismo, son precisamente los votantes del PP, los que menos confianza tienen en las posibilidades de victoria. Eso, sin hablar de muchos cargos en todos los ámbitos populares y no pocos candidatos de este partido que ya de entrada dan por perdida cualquier posibilidad de gobernar. La experiencia me ha demostrado que las encuestas son poco fiables, menos aún en unas elecciones generales, donde los veinte millones de votos que, dicen, se van a repartir entre los dos partidos mayoritarios, hay que dividirlos entre nada menos que cincuenta y dos circunscripciones electorales para atribuir su equivalente en escaños. De hecho, en las cuatro últimas ocasiones han fallado estrepitosamente. Pretender que con muestras de varios cientos o unos pocos miles de entrevistas -las más de las veces telefónicas- en el conjunto de España, se puede averiguar lo que vamos a hacer cada español, no deja de parecerme cuando menos, pretencioso. Por otro lado, y por mucho que se empeñen físicos y filósofos, algunos seguimos sin ver al conjunto de votos como un fluido, una masa homogénea que se desplaza siguiendo determinadas pautas, más relacionadas con el movimiento de los electrones que con el libre albedrío. Y como el “uno a uno” de los votos se escruta el domingo avanzada la tarde, ¿por qué no es posible que Rajoy gane por uno, un ciento o un millón? Habiendo sido cinco veces ministro y una vicepresidente, nadie pondrá en duda su experiencia y capacitación. Algo de ventaja le saca en esto a su contrincante. ¿Que es un poco aburrido? África, el Caribe y Sudamérica están plagadas de presidentes alegres y dicharacheros y no les va precisamente mejor que a nosotros…aunque nuestra convergencia hacia ellos empieza a ser prometedora. ¿Que no tiene carisma? Pues lo siento por él, que no se ligará a una Bruni, pero casi mejor para nosotros, ¿no? Sólo le veo una ventaja competitiva a Z, es más fuerte porque salió elegido en unas primarias relativamente libres. Cierto, por un par de votos, pero no por eso menos legítimo. A mi amigo del principio le dije, tú vota y a esperar. Salud, España.

domingo, 2 de marzo de 2008

Huelga justa

Veintiocho son ya los días de huelga que acumulan los funcionarios de Justicia. La convocatoria que tiene el carácter de indefinida, está causando graves trastornos, retrasos y suspensiones. Se habla de 30.000 juicios suspendidos y 60.000 actuaciones judiciales paralizadas. La situación amenaza con provocar el colapso de la Justicia en las seis Comunidades Autónomas en las que las competencias no están transferidas y siguen siendo responsabilidad del Gobierno nacional. Entre ellas Castilla y León, como hemos comprobado en las calles de Zamora con las protestas diarias, nutridas y ruidosas pero plenamente respetuosas. Mientras escribo la columna, los representantes de los sindicatos convocantes están reunidos con el Ministerio para tratar de encontrar un punto de acuerdo. Las pretensiones de los trabajadores en este caso, son justas y fundadas. No parten de la arbitrariedad sino precisamente, de tratar de acabar con un desequilibrio flagrante generado por el desarrollo autonómico. Con el mismo dinero, el de todos los españoles y por realizar exactamente las mismas funciones, las diferencias salariales llegan a alcanzar el sesenta por ciento frente a los funcionarios de Comunidades como el País Vasco. Son además, los grupos con menor retribución, D y E, aquellos en que las diferencias son más sustanciales. Reclamar la equiparación es justo y hacerlo a través de la huelga un derecho cuando no se han conseguido mejoras por otros medios. El asunto, debería servirnos para reflexionar si hemos acertado en la configuración de España como Estado Autonómico. Y sobre todo, si hemos acertado con la mejor forma para hacerlo. Yo diría que no. Dicen que las Autonomías han servido para acercar la administración al ciudadano. No digo que no sea verdad en muchos casos, que estando el centro de decisión, por ejemplo, en Valladolid se solucionen los problemas mejor que si siguiera en Madrid. Aunque también hay quien critica que lo que antes se resolvía en la propia provincia, a través de la denominada administración periférica del Estado, ahora es necesario tratarlo en la capital autonómica. Como en todo, una de cal y otra de arena. En todo caso, es indiscutible que la falta de competencias centrales genera en materias de capital importancia, tal dispersión de normas, leyes y reglamentos, que provoca un verdadero clima de inseguridad jurídica. Tal disparidad de criterios, que incrementa el trato desigual entre los españoles. Y tal carrera de gasto público que amenaza seriamente el equilibrio global de nuestra economía. Demasiadas veces, da la impresión de que los responsables políticos autonómicos están convencidos, más que los de ningún otro escalón administrativo, de que disparan con pólvora del rey. De que el déficit y el gasto no son riesgos que les incumban. A ello contribuimos, no obstante, todos los ciudadanos, quienes tenemos claras las competencias, responsabilidades y culpas de Ayuntamientos y Gobierno Central, pero no percibimos con la misma nitidez, las responsabilidades autonómicas. Quizá por eso, viven tan cómodos los políticos autonómicos.