domingo, 29 de mayo de 2011

Horizonte Valdeón

El holgado resultado de la candidatura de Rosa Valdeón que le ha otorgado la mayoría absoluta con 14 concejales, permite un cambio sustancial en el mapa político de la capital, dejando al PP y a la alcaldesa las manos completamente libres para definir y sacar adelante unas líneas políticas y de actuación que, tras cuatro años de gobierno con mayoría simple, los ciudadanos no hemos podido aún conocer con suficiente claridad.

El pasado, ha sido un cuatrienio marcado por la inestabilidad de los apoyos pero también por un irregular y muy mejorable funcionamiento del equipo de gobierno, que en ningún momento pareció capaz de adoptar la velocidad de crucero que la ciudad exigía. Los electores, no obstante, cuando ninguna encuesta anticipaba tal rotundidad, han reconocido a la hora de emitir su voto los esfuerzos de la alcaldesa por salvar la gobernabilidad y superar las dificultades -de fuera y de dentro- que lastraron su gestión. Además, con el castigo suplementario recibido por el PSOE, le han conferido una amplísima legitimidad para ejercer con autoridad, lo que no quiere decir sin diálogo, la máxima representación de la ciudad.

La etapa política que muchos pensábamos se iba a iniciar hace cuatro años, comienza ahora que la aritmética electoral lo permite. Una etapa en la que Rosa Valdeón parte con la ventaja de la experiencia acumulada en este tiempo en el que, sin duda, ha comprendido ya –no sin sufrimiento- el enorme abismo que separa la dirección política de una Consejería de la gestión del día a día de un municipio. Parte también con un equipo, a priori -luego tendrá que demostrarse en el terreno de juego-, más potente y equilibrado, con varios pilares sobre los que hacer pivotar la acción de gobierno, la ejecución de los proyectos troncales del mandato y la relación con la sociedad.

En este sentido, es un muy buen planteamiento estratégico la creación de una muy fuerte área económica y de desarrollo, como ya nos ha anunciado, que, en primer lugar, engrase a base de sentido común el funcionamiento interno del ayuntamiento y normalice la relación con los empleados municipales, que no pasa por sus mejores momentos. En segundo lugar, Manuel Roncero ya debe estar trabajando en ello, que proceda a realizar con cierta rapidez los reajustes presupuestarios necesarios en una situación económica adversa pero en la que, afortunadamente, nuestro ayuntamiento se mantiene en unos parámetros de fondo menos negativos que los de la mayoría de los municipios equiparables. En tercer lugar para, a partir de esa base sólida, aportar músculo e impulso al desarrollo de la ciudad, con la colaboración directa de los empresarios de nuestra provincia, con los que sería necesario mejorar sintonía y coordinación. Me consta que Pablo López, magnífico fichaje y concejal encomendado para esta misión, está absolutamente comprometido y motivado para lograr este objetivo.

Habrá que esperar al decurso de los próximos meses pero, de entrada, el horizonte pinta bien.

miércoles, 25 de mayo de 2011

La hecatombe socialista

Me decía ayer un militante socialista zamorano, con patente mosqueo, que el problema es que no se pueden dedicar dos años a adormecer a la militancia con aquello de que no hay crisis, que el paro es inevitable, que el Gobierno hace lo que debe no haciendo nada ni tomando medidas y luego pretender que se movilicen el último año y salgan a la calle a convencer a votantes y simpatizantes de que el Gobierno toma las medidas que tiene que tomar y que éstas son buenas para todos.
Esa es una de las claves de lo que ha pasado el domingo, en Zamora y en España. El vuelco electoral ha superado las expectativas más extremas de unos y de otros, dando al Partido Popular una potencia para gobernar y cambiar las cosas como nunca se había visto, en lo que supone el mejor de los augurios de cara a las próximas Generales. Aunque, ojo, porque una vez más ha venido a corroborarse aquello de que, con contadas excepciones, en España, más que partidos que ganan las elecciones, hay partidos y gobiernos que las pierden. Con respecto a los comicios de hace 4 años, en cómputo nacional, el PP sube 500.000 votos, que siendo un buen incremento, supone sólo que de cada cien españoles, hay dos más que votan popular. El resultado ha venido del derrumbe del PSOE, al que han dado la espalda un millón y medio de sus anteriores votantes, de cada cien electores, siete menos que hace cuatro años han elegido su papeleta.
En Zamora, otro tanto de lo mismo. En la capital, Valdeón ha arañado 500 votos más de los de 2007 (con la máxima rentabilidad, dos concejales), los socialistas han perdido 3.200 (casi uno de cada tres de los 10.700 de hace 4 años), Izquierda Unida ha ganado 750 y ADEIZA dejado escapar 600. Todas las encuestas se equivocaron, porque resultó que el suelo socialista no era tal, debajo había un sótano. Y en cuanto a la provincia, salvo IU que sube 1.500 votos, el resto todos pierden apoyos, 2.100 el PP, 5.600 el PSOE y 500 ADEIZA. Para leer sobre los nuevos, e interesantes, retos para la alcaldesa y su nuevo equipo, con la comodidad de la nueva aritmética y las dificultades de la situación económica general, les emplazo para el domingo. Hoy, el espacio de esta columna da sólo para una reflexión basada en los fríos datos, algo pasa en la política, cuando los vuelcos no se producen por las mareas de apoyo, sino por las corrientes de castigo.
Eso sí, mi felicitación a todos los alcaldes, los que repiten y los nuevos, porque si hay una dedicación política -aunque más dura que ninguna- especialmente noble y dignificante, es la de alcaldes y concejales. Esos a quienes los que representan la que llaman “alta política”, miran, no pocas veces, por encima del hombro. Ellos son quienes representan el verdadero espíritu de la política. A todos ellos, felicidades y gracias.

lunes, 23 de mayo de 2011

No es tan simple

Todo empezó el 15 de mayo con una manifestación en Madrid, de la que ya no se habla –pero están las hemerotecas-, que, evidentemente, no fue espontánea sino preparada con antelación y convocada por diferentes grupos, unos de izquierda, otros de extrema izquierda. Recorrieron la calle de Alcalá entre consignas contra partidos y banqueros. Al término, graves incidentes, corte de calles, cinco policías y dos transeúntes, heridos leves y 24 detenidos por desorden público y daños al mobiliario urbano.

Al día siguiente, con la excusa de protestar contra las detenciones, a la Puerta del Sol y allí se quedaron. A partir de eso, nació algo ligeramente distinto, que no cabe generalizar ni simplificar. El miércoles estuve en Madrid y me di un garbeo por Sol y lo que allí vi fue una amalgama bastante indefinible de grupos, intereses y estéticas, a la que en su conjunto han bautizado con un nombre digno de un enfant terrible como Oscar Wilde o de un potente equipo de marketing, "los indignados".

Entre hojas de papel, cartulinas y pancartas garabateadas con lemas y reivindicaciones de lo más variopinto, tenderetes, botas, camisas y pantalones de marca, piercings, abundante tabaco (y lo que no era tabaco) de liar y al menos tantos teléfonos móviles como concentrados, el ambiente era joven, animado, alegre y, sobre todo, asambleario, lo que despierta simpatía entre políticos y opinadores que sin haber estado en el mayo del 68, llevan la vida entera hablando como protagonistas.

Hay, no en los que lo han lanzado, pero sí en muchos de los que se van sumando a este movimiento, mucho de razones de fondo, de desencanto generalizado con la falta de oportunidades, de perspectivas de futuro en el país de los cinco millones de parados, del “nos has fallado, ZP y ahora estamos huérfanos y frustrados”. Esa melodía de fondo obtiene la complicidad de muchos periodistas a los que sus empresas exigen jornadas maratonianas a cambio de convertirlos en mileuristas, y la chispa prendió para dinamitar la anodina campaña electoral y pillar con el pie cambiado, o trastabillado, a los políticos de todo signo.
En eso me parece interesante lo que está pasando. También en que se empiece a hablar colectivamente de cambios en el sistema electoral, de apertura de listas, de que el poder y la soberanía vuelvan al ciudadano y no a las elites de los partidos. Lástima que esa sólo sea una mínima parte del mensaje y el resto esté demasiado trufado de arcaicos planteamientos de utopía comunista, colectivistas, totalitarios, dictatoriales por tanto.
Pero me preocupa que este ejercicio movilizador no sea, en su núcleo director, más que un primer ensayo de cara a las generales. Infringir las prohibiciones de la Junta Electoral no es camino para nada bueno. La democracia no necesita adjetivos, sólo ser verdaderamente democracia. Siempre que en la historia se ha anunciado la democracia real, ha concluido convertida en dictadura. Eso es lo que algunos de los concentrados defienden. Otros muchos, no.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Puro López?

Llega la hora de los últimos mensajes electorales buscando convencer a los no convencidos y movilizar (hacia las urnas, se entiende, no hacia el campo aprovechando un domingo más de primavera) a los convictos. En eso estaba yo pensando mientras llegaba la hora de acercarme al mitin de Herrera, quien no necesita convencer ni movilizar a más porque si no López va a tener que coger un vuelo directo, no de Madrid a Valladolid sino a Madagascar. Si tras años de no rascar bola, Villalba marchó en ferrocarril de vía estrecha, dicen los pronósticos que a su sucesor, le va a faltar tiempo y a sobrar velocidad.

Ya escribí el domingo que, desde mi punto de vista, la situación en Zamora está muy abierta, con presencia garantizada en el ayuntamiento de cuatro fuerzas políticas y una quinta (mayoritaria) que parece anunciarse para las urnas, la abstención récord, que puede ser determinante a la hora del reparto de concejales. Salvo que finalmente la lista del PP consiga el deseado 13, vamos a tener ocasión en la próxima semana de especular ampliamente sobre el pasado, el presente y el futuro.

De la provincia nadie habla pero habrá novedades jugosas en algunos municipios y tal vez alguna variación en la Diputación, aunque sin riesgo de pérdida de la mayoría absoluta del PP. Poco importa la calidad de tus dirigentes provinciales, cuando cuentas bajo el paraguas de tus siglas, con una inmensa mayoría de magníficos alcaldes que quieren a sus pueblos y trabajan incansables por ellos sin esperar ya más reconocimiento que el de sus convecinos.

Estando así las cosas, entenderán que hoy hable de López antes de que hacerlo pueda ser considerado de mal estilo, por aquello de no hacer leña del árbol caído. Y ya no sólo porque en Zamora, con la incomprensible pero también irrefrenable soberbia de los que acceden investidos por el dedo superior, hiciera una chapuza que ha puesto en riesgo a su propio candidato. No es sólo eso. Es que hay que ser torpe o descarado para pretender ser presidente en la región más grande de Europa y no haber encontrado un rincón dentro de ella para trasladar su residencia desde Madrid. Por último, la campaña. Fíjense en sus carteles “Para Castilla Para León” (¿para esa provincia o también para las otras dos?). Luego se quejan de que entre los ciudadanos no existe sentimiento autonómico y de unidad. Unos y otros, también los de mi partido, empezaron desobedeciendo a la RAE con lo de castellanos y leoneses, o sea, los de una región y los de la otra, cuando se supone que ahora somos sólo una identidad -la de los castellanoleoneses- y ahora viene con el lema de campaña.

Ya, ya sé que es miedo a la provincia de León (a los políticos más que a los ciudadanos), pero no me parece presentable. ¿Siempre León-Valladolid? Para eso, me quedo con el mucho más honesto Iglesias Carreño.

domingo, 15 de mayo de 2011

Zamora, ciudad abierta

Hay varios datos importantes y singulares que pueden extrapolarse del amplio sondeo que hoy publica La Opinión-El Correo de Zamora. El primero y determinante es que en el Ayuntamiento de Zamora seguirá habiendo cuatro fuerzas políticas, lo que es algo absolutamente extraordinario en nuestro entorno. Junto a los dos grandes partidos, consolidan su presencia IU y ADEIZA.
IU tiene en Zamora uno de sus referentes nacionales (su único reducto en Castilla y León) con un nicho de votos, no sólo consolidado, sino creciente –uno de cada siete votos emitidos es para ellos- y eso, aunque nadie conozca a su líder nacional, ni sepa cuáles son sus propuestas. Les sobra a los votantes con conocer a la tríada que representa esta opción en Zamora y apoyan su, controvertida pero rentable, labor de oposición.
ADEIZA, a quienes las encuestas desde su nacimiento siempre han tratado sensiblemente peor que las urnas, (cero-uno ha sido históricamente la horquilla que se anunciaba a estas alturas en anteriores procesos, frente al uno incuestionable que le otorga la actual encuesta) garantiza su presencia cuatro años más en la Casa de las Panaderas y su papel decisivo como bisagra para la conformación del Gobierno municipal. Fracaso, pues, de la dura estrategia que contra ellos ha llevado a cabo la dirección provincial popular en los últimos meses y mensaje a Valdeón de que debe ir acercando posturas por si finalmente queda a las puertas de la mayoría absoluta.
El PSOE sigue instalado en su suelo electoral, lo que con el desastre del gobierno ZP y las chapuzas de Óscar López en Zamora, no está nada mal para ellos, aunque aún no variando sus votos, son los más expuestos a mantener o bajar -e incluso subir, ojo- un concejal, dependiendo de los votos del resto de las fuerzas políticas.
Por último, alcaldesa y PP se mantienen como la opción preferida por uno de cada dos zamoranos, aunque tras cuatro años de gobierno y con todo a favor en lo nacional, sigue sin garantizarse la mejoría del mal resultado anterior cuando caer 800 votos les supuso perder la mayoría absoluta. Mal presagio es la ligeramente mayoritaria opinión negativa que de su gestión nos desvelaba el sondeo publicado ayer, (frente al claro respaldo en Benavente y Toro). Si no hay debacle, queda una semana para arañar, en la calle, los votos que faltan o, en su defecto, para ir bajando al terreno del pacto.
La encuesta deja, pues, todas las espadas en alto, aunque ratifica una de las singularidades históricas de la capital. Los zamoranos votamos conscientemente, menos influidos que en el conjunto de España por lo nacional, y discriminamos colectivamente entre los diferentes comicios. Del 79 al 99 siempre hubo alternancia de partido en la alcaldía y sólo los tres mandatos de Vázquez y el PP, en los que tuve la suerte de poder colaborar, recibieron el apoyo de la mayoría absoluta de los votantes. En una semana sabremos si se cumplen los pronósticos o si, nadie lo descarte, hay sorpresa.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Apuntes de campaña

Soy de los que se lee los programas electorales. Y me los creo, –quizá porque contribuí a la redacción de unos cuantos, aunque ya antes de hacerlo, los leía-, y los considero un instrumento plenamente vigente para transmitir a los ciudadanos las intenciones políticas y de gestión de los candidatos, siempre que se hagan para cumplirlos y no, porque el papel lo aguanta todo, para que sirvan de caldo de cultivo del cinismo que tanto y tan bien profesara Tierno Galván.

Soy también de los convencidos de que en una campaña local, en la que la aspiración última es obtener la confianza –y el voto- para llegar a alcaldes o concejales, el gato al agua hay que llevárselo combatiendo al pie del terreno, barrio a barrio, calle a calle, cuerpo a cuerpo. Aunque eso implica que después habría que mantener esa línea de actuación durante los cuatro años. De lo contrario, como un boomerang, lo que sirve una vez, puede volverse en contra en la siguiente. Es en ese cuerpo a cuerpo, en encuentros, reuniones, debates e incluso discusiones de los candidatos con los ciudadanos, donde los votantes podemos extraer las mejores conclusiones sobre los objetivos, las capacidades y hasta la voluntad de quien viene a pedirnos nada menos que nuestro voto. Y ahí, si queremos, poca cabida tendrán los laboratorios de imagen.
En ese cara a cara, no televisivo o fotográfico, sino físico, desnudo y rudo, con sólo un poco de atención que prestemos, distinguiremos a quien cree en lo que dice, a quien se cree lo que dice y a quien ni siquiera cree aquello que nos dice. Podemos detectar quién está a gusto incluso en territorio hostil y tiene un corazón luchador, y quién está incómodo o deseando largarse aun en el más acolchado de los entornos. Comprobaremos quién está dispuesto a ponerse el mono de trabajo para convencernos de lo que propugna y quién simplemente lo considera un trámite más o menos engorroso. Y todo esto, queridos ciudadanos y amigos políticos, es más importante de lo que parece. Porque si ya los clásicos, no por ingenuos sino por sabios, entendieron que junto con la agricultura, la política es la más noble de las actividades humanas, la primera piedra de toque para juzgar a los aspirantes debe ser su comportamiento en estas lides previas.
En esta democracia capada, de listas cerradas, de poder ilimitado de las estructuras de los partidos frente a los militantes, simpatizantes y votantes, la campaña electoral es un momento único y privilegiado. En ella tenemos la oportunidad de relacionarnos directamente con quienes ejercen la labor política, en unas circunstancias distintas de las habituales. Ahora el político se encuentra (y lo sabe) en posición de inferioridad frente al ciudadano, porque de él depende, ahora y sólo ahora, en buena medida, su destino. Son dos semanas para ver, escuchar, cuestionar, palpar y analizar, un día para votar y cuatro años para comprobar.

domingo, 8 de mayo de 2011

Bildu, otro sapo


Escuché decir al gran Severiano Ballesteros que con la extirpación de su tumor cerebral le habían quitado todo lo malo que tenía dentro y que después de eso ya sólo quedaba lo bueno. Y aún así, acaba de dejarnos de manera prematura. España no lo tiene más fácil para subsistir a medio plazo. Quizás haya demasiados tumores comiéndole terreno al futuro de la más antigua nación europea y algunos tan extendidos, en lo visible y en lo oculto, que el pronóstico cada vez va a ir siendo más crítico. Sobre todo, si quienes tendrían que aplicar los tratamientos para robustecer su salud se dedican a alimentar la enfermedad y a minar cualquier posibilidad racional de recuperación de la cordura nacional.

Somos una nación de conquistadores que perdieron el miedo a lo desconocido pero aterrador que se suponía esperaba más allá de los límites del mundo conocido. De guerreros que se enfrentaron épicamente a todos los que pretendieron conquistarnos. De ciudadanos que no arrojaron la toalla para salvaguardar su identidad y su independencia aunque a veces sus gobernantes fueran pésimos, pusilánimes o vendidos al enemigo y aunque la lucha pudiera requerir docenas de generaciones durante más de 800 años. De soldados que llegaron a formar un imperio en el que el sol no se ponía. De un idioma que hablan cientos de millones de no españoles y de genios admirados en los más recónditos confines del planeta. Como ocurre muchas veces, quizás sea que cuando no hay enemigo exterior, tenemos que inventarlo dentro.

La sentencia evacuada (en su tercera o sexta acepción, según el diccionario de la RAE) por el Constitucional –que hace ya mucho dejó de ser un órgano jurisdiccional para tornar en apéndice de los partidos políticos en un sistema gangrenado- en el asunto de los etarras o proetarras, terroristas o proterroristas de Bildu, no sólo es mala porque permite que millones de euros de los ciudadanos terminen en los bolsillos de quienes llevan décadas asesinando, chantajeando, atemorizando a los ciudadanos a los que el Estado debería defender –para eso nacieron los Estados-. La sentencia es mala porque rubrica un camino que algunos como Mayor Oreja ya anunciaron hace más de dos años, en contra incluso de lo que hasta hace sólo unos días han defendido oficialmente sus correligionarios y lo que casi nadie se creía. Que ETA volvería a las instituciones sin dejar el terrorismo, porque ése era el guión escrito entre socialistas y nacionalistas, sigue la negociación con los terroristas, pronto volverán a ser los hombres de bien y las víctimas, humilladas, los malos. Y por el camino, todo nuestro sistema jurídico en el ridículo más espantoso.

Pobre España, infectada hasta los tuétanos de aparentes trampantojos que ocultan la podredumbre que la carcome, porque con todo, lo peor del proceso que ha llevado hasta la sentencia es la apariencia de procedimiento legal con que lo han vestido, de moralidad incluso, que pretenden que nos traguemos. Un sapo más.

miércoles, 4 de mayo de 2011

"Wanted dead or alive"

Obama acabó lo que Bush empezó, así son los Estados Unidos de América. Es una de las grandes cosas de un sistema político en el que los presidentes sólo pueden serlo durante dos mandatos, luego han de irse a casa, sin necesidad de que sean las urnas los que los jubilen y por lo tanto es impensable que caigan en traición a la democracia o a la nación a la que representan, a la que se deben y dirigen, para mantenerse en el poder más allá de ocho años.

Nunca un presidente americano cambia radicalmente la política de su predecesor, sea éste de su misma filiación política o de la contraria. Nunca cambian más que en ligeras formas o pequeños matices aquellas que políticos y ciudadanos entienden, sin necesidad de grandes ni sesudos debates, que son cuestiones de Estado. Eso es algo que fuera de aquel país, muy pocos entienden, eso y su exacerbado sentido patriótico, de nación, de pueblo soberano y unido. Quizás sea porque su historia es aún corta, quizás porque nacieron como un país al que la orgullosa Inglaterra envió -como también a Australia- a aquellos miembros de su sociedad a los que consideraban poco menos que escoria.

La colonización en tiempo récord de lo que hoy es su inmenso territorio, inspirados por lo que se conoce como “el espíritu de la frontera” les dio la fe en sí mismos por encima de todas las cosas y la convicción de que, como ha vuelto a repetir Barack Obama, “EE UU puede hacer todo lo que se proponga porque esa es nuestra historia”. Esto es así en lo bueno y en lo malo y además les da bastante igual lo que pensemos el resto, porque a diferencia de nosotros los europeos, ellos saben que, o se defienden ellos o nadie va a ir a sacarles las castañas del fuego. Su propio sistema electoral tiene los suficientes filtros como para garantizar que las diferencias en lo esencial entre los dos candidatos que logran la nominación para el combate final sean mínimas.

Lo escribí a su llegada al poder, en contra de las fantasías que tantos por aquí se labraban, Obama no es un revolucionario ni un izquierdista al modo que en Europa lo entendemos. Bush el tejano, tras el 11-S, colgó sobre Bin Laden el cartel de “se busca muerto o vivo”. Obama el hawaiano, lo mantuvo y lo llevó a ejecución. No me gusta la pena de muerte institucionalizada con silla eléctrica o gas letal y me parece una aberración la existencia de Guantánamo, pero comparto que Bin Laden no podía ser detenido y juzgado. El riesgo de chantaje del grupo terrorista más grande, peligroso y salvaje del planeta pasaría a ser omnipresente. Hay muy pocas balas justificables pero éstas han hecho que el mundo entero sea hoy un sitio un poco más seguro y razonable.

domingo, 1 de mayo de 2011

Las chicas del basket

Ahí están ya. Esta tarde se la juegan para ascender a la máxima categoría del baloncesto femenino. Son las chicas del Zamarat, nuestra naranja mecánica perfectamente preparada para dar el salto. Y ahí están también los chicos, que llevan muchos años apostando por un proyecto por el que nadie daba un duro cuando dijeron aquello que tan famoso hizo después Obama. “Yes, we can”. Sí, nosotros podemos, dijeron Carlos Baz, Alberto González, Juan de Mena y algunos otros, no muchos, colaboradores. Y dieron el paso adelante en el campo más difícil, el del deporte femenino, en el que, salvo algunas individualidades en piragüismo o atletismo, no había forma de sobrepasar las categorías más bajas ni la barrera de la adolescencia. Entre todos construyeron, desde abajo y poco a poco, para llegar muy alto, lo que hoy es uno de los clubes más sólidos, serios y estructurados de nuestra provincia.

A Juan lo conozco desde hace mil años, cuando yo era árbitro y él ya entrenaba. Con Carlos y Alberto me unen la admiración, la amistad y una intensa gratitud por su magnífico trabajo y su siempre leal colaboración siendo parte esencial de mi equipo de la Concejalía de Turismo. Las chicas, que se dejan la vida en cada partido merecen el triunfo y los laureles, ellos, el reconocimiento y la gratitud de Zamora y si se asciende, la confianza y todo el apoyo institucional y de los patrocinadores para que sigan haciendo aquello con lo que soñaron y por lo que trabajaron con denuedo y perseverancia.

Esta tarde, las chicas del Zamarat Caja Rural Valbusenda, van a jugar y a luchar con toda la ambición de una excepcional plantilla, con el hambre acumulada de las anteriores fases de ascenso de las que volvieron con el sabor de la desilusión en los labios. Van a jugar con la fuerza de su juventud y la sabiduría que da la experiencia. Las suyas propias y las de aquellas otras jugadoras que en años pasados también hubieran merecido conseguirlo y, entre unas y otras, Lidia Gesteira, verdadera columna vertebral en la cancha de la historia de este equipo. Hoy jugarán con el tesón de quienes han hecho crecer este proyecto, con el aliento de los patrocinadores, los que llevan mucho tiempo dando su apoyo y los que se incorporaron hace un par de años, cuando parecía que todo se venía abajo. Y sobre todo, con el ánimo que desde las gradas las hará volar.

Ganarán o no, ascenderán o seguirán acumulando experiencia para que a la próxima sea la vencida. Lo que nadie les puede quitar ya a las chicas del baloncesto, es la satisfacción por el trabajo bien hecho y, a Carlos y compañía, el orgullo de haber construido lo que casi nadie creía factible. Un equipo de élite, una fase de ascenso en Zamora y un Ángel Nieto lleno para ver baloncesto del bueno. ¡Gracias y, a por ellas, chicas!