A la iniciativa ha sido bautizada como “Reconversión” por sus promotores, entre los que están el filósofo Gustavo Bueno, el político Vidal Quadras, Amando de Miguel, José Antonio Lara, Mikel Buesa, Gonzalo Santonja o Fernando Savater y su primera actuación ha sido una carta abierta al presidente del Gobierno haciendo una llamada de atención sobre lo que es una evidencia palmaria, ahora más que nunca, que aun habiendo problemas urgentes que resolver en el ámbito económico, en la lucha contra la crisis y el desmoronamiento de nuestra economía, sería imperdonable e irreversible en sus consecuencias que esto nos hiciera olvidar lo fundamental, lo que ha destapado con virulencia la crisis, que la viabilidad de nuestro sistema y de nuestra propia nación precisan de la renovación del conjunto del sistema.
Dentro del sistema, y a mis lectores les resultará conocido el argumento, la estructura institucional, el peso de los partidos políticos en ella y el secuestro en cierta medida de nuestra democracia por las reducidas elites que los controlan y desde los cuales según los firmantes de la carta abierta “han colonizado la sociedad de una forma a veces perversa”. En la presentación, Vidal Quadras, político en activo como parlamentario europeo, señaló que pese a que "dentro de los partidos hay gente honrada y patriótica", en líneas generales el sistema salido de la Constitución del 78 "ha degenerado en una partitocracia ineficaz, clientelar y corrupta".
Reconversión plantea la necesidad de abrir el debate político, institucional y social sobre el modelo y la estructura del Estado y pone con ello el dedo en la llaga del más grave problema, junto con los cinco millones de parados, para la viabilidad de España, su desproporcionada estructura administrativa con escalones y más escalones que, lejos de acercar al ciudadano a la toma de decisiones y a la resolución eficaz y eficiente de sus necesidades, lo que hace es encarecer el funcionamiento de los servicios públicos y detraer recursos de la economía productiva para enterrarlos en el peso de la burocracia.
El debate sobre la existencia, funcionamiento y composición de muchos órganos constitucionales de escasa operatividad como el Senado, el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional. Sobre la organización, competencias y financiación de los niveles territoriales administrativos, Estado, Comunidades Autónomas, Diputaciones y Ayuntamientos y sobre los instrumentos de participación y representación política de los ciudadanos (partidos políticos, sistema electoral y control parlamentario).
Algo se mueve, esta es la esperanza de que la crisis pueda servir para algo bueno. Ya firmé.