miércoles, 30 de abril de 2008

Abril

“YO VI una tarde por abril en el botánico reunidos tus nombres”. Así empieza el poema “Brisbane”, que Octavio Uña incluyó en su libro “Crónicas del Océano”. Ahora acaba de presentar su nuevo poemario. Lo titula “Estaciones de abril”. Se repite la mención al mes que hoy termina. A juzgar por los poetas, el único mes que siempre está vivo, que permanece. El que representa, como núcleo que es de ella, a la primavera. Antes que en Octavio, florecen los “abriles”, en Claudio Rodríguez. En el despertar de la naturaleza y las plantas, “ni a la rama tan sólo abril acude ni el agua espera sólo el estiaje” o “ramas con el reposo estremecido de un abril prematuro, con la savia armoniosa que besa y que fecunda”, éste último, de su poema “ciruelo silvestre”. En la nueva luz, que acorta la noche y extiende los días, “ya bien mediado abril, cuando la luz no acaba nunca, y menos aún de noche, noche tan de alba que nos resucita”. Y también, siempre en Claudio, en el Duero que recoge las lluvias y a veces desborda, “como el Duero en abril entra en la casa del hombre y allí suena”. Las mismas referencias, las mismas cualidades, también en Castilla destacó, aún más atrás en el tiempo y con más insistencia, Antonio Machado. “Abril florecía frente a mi ventana”. Mañanas, tardes y noches. “Era una mañana y abril sonreía”. “Señaló la tarde de abril que soñaba, mientras que se oía tañer de campanas” o “fue otro abril alegre y otra tarde plácida”. En su poema “Fantasía de una noche de abril”, “el cielo vestía su gasa de abril”, “abril y la noche y el vino risueño cantaron en coro su salmo de amor”, “mi guzla os dijera la noche de luna, la noche de cándida luna de abril”. En abril también la luna es distinta… y llora, “el llanto que vierte la luna de abril”. El cielo de abril, es cielo de humedad, “yo vi en las hojas temblando las frescas lluvias de abril” o “son de abril las aguas mil, sopla el viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil”. Al Gore no lo reconocerá, pero parece como si el autor de “Campos de Castilla” estuviera describiendo este abril, y no otro transcurrido hace ya muchos años. Será que, como la poesía, también el clima nos trasciende y la naturaleza nos puede. Aunque con frecuencia el hombre lo olvida, no es más que una pequeña parte de ella y está sometido a sus reglas. Y en primavera, renace. “Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido /… /mi corazón espera también hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera”. ¿Política? ¿Atrocidades de los hombres? ¿Economía? ¿Conflictos? Los poetas, que son visionarios, le cantan a abril. Los que no solemos cantarle, haríamos bien en homenajearlos con más frecuencia.

domingo, 27 de abril de 2008

León Felipe y su legado

Jesús Hernández, lujo con el que en materia cultural cuentan estas páginas, firmaba en el periódico del jueves, página 6, una información en la que se hacía eco de la publicación de la gran “Antología rota” de León Felipe. Edición de Miguel Galindo, quien a la vez suscribe el estudio introductorio. En el artículo recoge, extraídas de la misma publicación, manifestaciones de otros prestigiosos expertos en la obra del universal poeta zamorano. Al final, una vez más, el tiempo es ese juez implacable que siempre termina poniendo a cada uno en su sitio. Hace varios años y tras una dura, correosa, pero tremendamente estimulante negociación en la que tuve la fortuna de participar intensamente, el Ayuntamiento de Zamora adquiría “el legado” de León Felipe, acopiado a lo largo de varias décadas por Alejandro Campos Ramírez. Era un 31 de diciembre a las dos de la tarde, cuando Alejandro Finisterre (así se hacía llamar quien, entre otras peripecias vitales no menos curiosas, inventó el futbolín) aceptaba en la Casa de las Panaderas, la última oferta municipal. Quienes habíamos negociado, sabíamos que incorporábamos al patrimonio municipal, un conjunto de bienes de incalculable valor y al patrimonio de la ciudad, la vinculación definitiva del nombre del poeta español más universal. Dicen ahora los expertos sobre el legado: “el número de manuscritos alcanza los 920, la mayoría inéditos. Incluye además 500 artículos y ensayos. Inestimable valor el archivo fotográfico. La correspondencia es de gran importancia. Desconocida hasta ahora, alcanza a Neruda, Alberti, Guillén. Constituye la mejor colección bio-bibliográfica para un futuro estudioso, museólogo o documentalista”. Y sobre el poeta: “es el poeta más popular de la España del exilio, el portavoz de la España peregrina, el representante del español “universal”. Sabíamos también, que pasaría tiempo hasta que los zamoranos adquirieran conciencia de la importancia y el valor de lo adquirido y nos temíamos, como así ocurrió, que no tendríamos para ello la colaboración de la oposición municipal. Durante estos años, escrito está, se han dicho barbaridades sobre el legado, tanto desde esa izquierda que por otro lado siempre trató de adueñarse de la figura del escritor, como desde el ámbito de cierta intelectualidad provinciana poco documentada en este asunto. Ahora, desde fuera, se toma la verdadera medida de aquel acuerdo. Ya sólo nos faltan posibles e imposibles. De estos últimos, que quienes tanto criticaron e incluso ofendieron, pidan disculpas. No a quienes adoptamos el acuerdo, sino a los ciudadanos. Entre los posibles, que el nuevo Ayuntamiento tome conciencia de lo que posee y acelere la puesta en marcha de la Casa Museo de León Felipe. La ubicación prevista, paralizada ahora, no sé bien por qué, era la casa de Teresa Pastor, junto al Ayuntamiento y que forma parte del contrato de arrendamiento con opción de compra de otros locales y solares circundantes para edificio de servicios municipales. Si al complicado rompecabezas de grupos políticos no les gusta, que busquen otro sitio. Pero que lo hagan ya.

miércoles, 23 de abril de 2008

Leed, leed, malditos

Dejó dicho Borges, “que otros se jacten de los libros que han escrito, yo me enorgullezco de los que he leído”. Vivimos tiempos en que las editoriales se multiplican naciendo y se reducen concentrándose en grandes grupos económicos. Churreras fabricando “best sellers”. Autores que elaboran sus libros como en un alambique para que contengan los ingredientes necesarios en todo gran éxito de ventas. Al año son muchos los miles de títulos que se publican en España. Los más quedan en un puñado de ejemplares que en su mayoría regala el sufrido autor. Sólo una pequeña parte son tocados por el halo de la genialidad que alguien descubre y divulga o bien tropiezan en sus primeros pasos con la diosa fortuna y son trasladados en volandas a los brazos de los lectores iniciados. Otros son carne de mercado, materia prima para el marketing, que nutre de ingresos las arcas de los editores y de ese puñado de autores, elegidos para la gloria por los jurados en los premios de prestigio, o por los directivos de los grandes emporios mediáticos. Y es bueno que existan todos ellos. El grano y la paja. Qué enorme fuerza tendrá el libro. Llevan décadas anunciándonos su decadencia, cuando no su muerte. Anidamos en épocas de trabajo continuado y estresante. De ocio de satisfacción inmediata. Televisión, Internet, video-consolas. Y sin embargo nada, salvo el amor, llena el espacio o ralentiza y a la vez acelera tanto el paso del tiempo como un libro abierto en las manos. Una historia que se desliza por las páginas a medida que quien la lee va resbalando dentro de la trama. Porque a diferencia de una película o una representación teatral, en las que todos somos partícipes de una misma escena y unos determinados encuadres, cuando se trata de un libro, cada lector imaginamos, construimos o deconstruimos la realidad que el autor grabó con tinta. Sobre esos apuntes, planos y cimientos levantamos la realidad virtual que cada uno inconscientemente imaginamos con los ladrillos de lo que personalmente hemos vivido antes. Dicen que los jóvenes no leen. Muchos sí. Quizás al resto haya que decirles, no te fíes de lo que te cuenten. Vívelo en primera persona. Convierte tus dedos en el “joystick” con el que pasar las páginas y lánzate a la aventura. Cuentas con vidas ilimitadas y miles de trucos y sorpresas colocados estratégicamente cada cierto número de líneas por un prestidigitador de la palabra. Un libro es interactivo. Cae derrotado en su red y saldrás victorioso. Con falsa modestia, decía Borges que recordaba sólo algunos de los libros que había leído. No era cierto, Borges los recordaba todos. De los mortales, quién no recuerda algunos para siempre. Vinculados a una edad. Una compañía. Una chimenea. El agua de abril golpeando en los cristales o el sol enfriándose mientras las páginas arden en tus dedos. Hoy, fiesta de muchas cosas, pero sobre todo, día del libro, sólo puedo trastocar el título de la película de Pollack que antes fue libro, “Leed, leed, malditos”.

domingo, 20 de abril de 2008

Agua que no has de beber...

… déjala correr. Es el viejo refrán que convendría recordaran aquellos que hacen, en nuestra España del siglo XXI, del agua, un absurdo elemento de enfrentamiento. Motivo de conflicto, “casus belli” que habrían dicho los primeros constructores de grandes obras hidráulicas en nuestro territorio. Los grandes trasvases mediante canales y acueductos, ejecutados durante la dominación romana de esta Hispania de sangre caliente e instintos fratricidas, aún son vistos con asombro. Antes de ellos, griegos y cartagineses, egipcios y sumerios y después los árabes, en nuestro territorio y en cualesquiera otros, se esforzaron en llevar el agua, de donde por capricho de la naturaleza se concentraba, a donde por deseo de los hombres se necesitaba. Desde el Derecho Romano, fuente fundamental del armazón jurídico occidental, se consideró al agua de los ríos, “res comune omnium”. Cosa común de todos, es decir, inapropiable. Si, como definieron los clásicos, un río siempre es distinto, ¿cómo puede nadie decir que es suyo? Suyas serán las orillas, las tierras que lo circundan, el lecho incluso, el encauzamiento por el que trascurren las aguas, pero nunca éstas. Siempre fue así, incluso en Derecho Internacional. Cualquier Estado por el que fluya un cauce, sólo puede actuar libremente sobre él, si ese cauce no ha de pasar a continuación por el territorio de otra nación. Pero hete aquí, que lo que es universal, no es aplicable en esta esquizofrénica y ahora plurinacional España de las autonomías y los políticos irresponsables. Que no nos engañen. En España hay agua suficiente para enfrentarse a la peor de las sequías. Existen medios técnicos para poder realizar la interconexión de todas las cuencas hidrológicas y garantizar los aportes necesarios en cada momento a las zonas que lo necesiten. El Plan Hidrológico Nacional que de un plumazo se cargaron Maragall (ni una gota de agua saldrá de Cataluña, nos advirtió), Narbona y Zapatero, había sido elaborado por el PP, pero ideado en origen por el socialista Borrell. En 1996, en su discurso de toma de posesión en Andalucía, Chaves exigía la transferencia de agua de la España húmeda a la España seca. Es el mismo que ahora, sin mostrar vergüenza, apoya que se lleve agua de Almería a Cataluña. Paradojas del destino o “el que a hierro mata, a hierro termina”, los mismos gobernantes catalanes (los aragoneses sólo son los tontos útiles de esta comedia) que vetaron que el agua que el Ebro arroja al mar, fuera a Valencia y Murcia en una obra que pagaría Europa, son los que ahora exigen que todos los españoles paguemos, para que les llegue a Barcelona. Y es justo que les llegue. Pero a los demás también. ¿O no?

miércoles, 16 de abril de 2008

¿Crisis, qué crisis?

Hace cuatro meses, el presidente del Gobierno de España, llamaba antipatriotas a quienes osaran señalar que España podía padecer en breve problemas económicos. Hace tres meses nos negaban que hubiera o fuera a haber crisis económica en España. Hace dos meses, nos reconocían que la crisis afectaba a España pero, nos tranquilizaban, remitiría a partir del mes de marzo. Hace un mes, sólo unos días después de las elecciones generales, el vicepresidente Solbes anunciaba que España estaba sumida en una grave crisis cuyas consecuencias durarían varios meses. Hace unos días, el mismo vicepresidente, ahora renovado en su puesto, nos alertaba de que la crisis se prolongará durante al menos dos años. Los presupuestos generales del Estado de 2008 se elaboraron sobre la base de un crecimiento económico del 3’3%. En vísperas de las elecciones, el Gobierno de España seguía hablando de que la previsión de crecimiento de nuestra economía para 2008 se situaba en torno al 3%. Ahora, en abril, Solbes reconoce como fiable la última estimación del Banco de España para este ejercicio, que cifra el crecimiento en el 2’4%. El Servicio de Estudios del BBVA habla del 2%. Y el Fondo Monetario Internacional estima este mismo parámetro para nuestro país en el 1’8%. Escalofriante tendencia. La Asociación Empresarial de Gestión Inmobiliaria afirma que entre el veinte y el treinta por ciento de las firmas del sector inmobiliario ha desaparecido ya y la situación puede ir a peor. Los datos oficiales del primer trimestre del año anuncian que más de ciento cincuenta empresas promotoras inmobiliarias, algunas de ellas entre las más grandes del sector, están incursas en procedimiento concursal. Para entendernos, lo que antes se llamaba suspensión de pagos o quiebra. Mientras tanto, los precios alcanzan el 4’5% de incremento interanual. CEOE prevé que el paro crezca en 800.000 personas durante éste y el próximo año. ¿Crisis, what crisis? Famosa frase de Churchill. Tal vez emulándolo, el presidente del Gobierno todavía no ha reconocido la existencia de crisis alguna. Eso sí, de momento además de mantener a Solbes como ministro de Economía, ha nombrado también a Miguel Sebastián, su fichaje estrella de hace unos años y luego estrellado en las municipales, para ocuparse en buena medida de las mismas competencias. El relanzamiento de nuestra economía. Lo único bueno es que como las elecciones ya han pasado, los responsables de tomar medidas, podrán hacerlo sin más demora que los varios meses ya acumulados. No indagaremos, como en CSI y series similares, tan de moda últimamente, si ha sido incompetencia, imprudencia o engaño. A estas alturas tampoco tiene mayor importancia, siempre que los próximos cuatro años la economía vaya por otro camino. O por alguno.

domingo, 13 de abril de 2008

Alicia, Bambi y un caracol

El presidente Alicia, como razonadamente lo bautizó el filósofo Gustavo Bueno, ha tocado con su varita a los elegidos y a las elegidas (ahora hay que ser políticamente correcto y olvidándonos de las normas de la Real Academia repetir como loros, loras el os/as). El presidente descolgó reiteradamente el teléfono para comunicar: “quiero contar contigo para darle color y alegría a este País de Países de las Maravillas”. Así, ha fichado a la responsable en la Junta de Andalucía de Desarrollo del Flamenco, para implantar la igualdad en todos los ámbitos públicos y privados desde un intervencionista Ministerio de nueva creación. Siendo joven, he de reconocer, sin ironía de ningún tipo, que Bibiana Aído, que así se llama quien picará palmas en esta función, atesora un buen currículo formativo. El único problema es si para dar ejemplo, tendrá que empezar cambiando las pautas del arte flamenco que no son iguales para el hombre y para la mujer. A Carmen Chacón (Karma Chacó, en la pronunciación políticamente correcta del presidente) le encomienda trasladar a un Ministerio tan carca, triste y aburrido como Defensa, la modernidad, sofisticación, alegría y colorido a que nos tiene acostumbrados la ministra. Me veo a nuestros soldados celebrando San Jordi el 23 de Abril, con una flor coronando el cañón de su fusil y un manifiesto hippy como libro de cabecera. A los desplazados a Afganistán, Líbano o Bosnia seguirán sin llegarles los suministros alimenticios, pero ya están empaquetados miles de frasquitos de colonia con el aroma con el que “Karma” hizo su campaña electoral en Cataluña y ocultó el olor de la corrupción, el Carmel y los problemas de las infraestructuras. Pero Bambi, como lo llamara Alfonso Guerra, ha hecho gala al apellido que pronto le añadieron, “de hierro”. Se ha cargado al único vestigio que pudiera recordarle que todo viene del congreso en el que fue elegido líder socialista. Caldera no cae por haber hecho la más desastrosa política de inmigración posible, ni porque en un año va a haber un millón de parados más que hoy (ahí siguen ministros tan desastrosos como él, Solbes, Cabrera, Maleni Álvarez o Bermejo). Caldera desaparece porque Zapatero le debe su éxito inicial y es bien sabido que los Césares no pueden tener cerca a nadie con quien estén en deuda. Cuando era sólo ignoto aspirante, un destacado socialista local, cuyo nombre silencio por su bien, me lo comparó con Stalin. Quizás por ello, mantiene con su currículum falsificado a Soria en Sanidad y a Bermejo en Justicia. Las caras más sectarias del anterior Gobierno, junto con la Vice. Ellos tres, junto con el gran chamán Rubalcaba, son el Beria que en su día tuvo Stalin como mano derecha al frente del KGB. Del resto habrá tiempo para escribir. Me quedo con una cara y una cruz. La cara, la integración de Agricultura con Medio Ambiente en manos de una buena y experimentada gestora, Elena Espinosa. La cruz, como Cuadrado y los Madrid no mandan lo suficiente, Ana Sánchez no es Ministra. ¡Y que el PP no haya sido capaz de ganar las elecciones! Buenos días y buena suerte.

miércoles, 9 de abril de 2008

Partidos y democracia

Daba en la diana el director de este periódico, cuando el lunes abogaba por un giro reformista en nuestro sistema democrático. En apenas treina líneas, diseccionaba el cuerpo de nuestra democracia, exponiendo al aire y al debate, sus órganos fundamentales. La división de poderes, la independencia entre los ámbitos políticos y económicos. La dependencia gubernamental y partitocrática de los instrumentos de control de la acción del Gobierno y del libre ejercicio de derechos y libertades. Sólo, a mi juicio, amigo Paco, dejabas sin apuntar un elemento no menos importante en la sociedad mediática en que nos ha tocado vivir. La estrecha vinculación entre poder político, poder económico y cuarto poder, los medios de comunicación. Siguiendo esa línea de conexión y dependencia entre unas y otras partes de nuestro sistema social y político, descubrimos que toda la montaña institucional de nuestra democracia, confluye en una cima desde la que todo se intenta controlar y dirigir. Las nuevas elites son ahora los aparatos, los cuadros de mando de los partidos políticos. Dice de éstos la Constitución Española de 1978, que "su estructura interna y funcionamiento deben ser democráticos". Formalmente lo son de manera escrupulosa. Materialmente, cada vez menos. La cotas de democracia interna en los partidos, son con carácter general concedidas. No asumidas como obvias. Las decisiones, los programas, los nombramientos, los movimientos estratégicos, emanan de las alturas. Sus fuentes cada vez más habituales son funcionarios de la política y supuestos gurús de la sociología. Desde esos altares va descendiendo la savia ideológica que luego impregna a los militantes y al pueblo. Quieren los aparatos militantes destacados, no por su capacidad, sino por su docilidad. No por su lealtad, sino por su servilismo. Lejos en todo caso de las cuatro virtudes cardinales que Cicerón adjudicaba al hombre y al político virtuosos. Prudencia, justicia, fortaleza, templanza. No sólo está mal visto que se exprese la propia opinión cuando es discrepante de la ortodoxia generada por "el jefe". A veces está mal visto que se piense. Es necesario ese giro reformista en la vida diaria de los partidos políticos. En una sociedad globalizada, con acceso instantáneo a múltiples fuentes de información y de opinión, mantener estructuras de siglos pretéritos lleva al rápido agotamiento de los modelos actuales. Hay muchas vías para acabar con el descrédito de lo político. A la larga, sólo servirán aquellas que profundicen en el ejercicio de la libertad y en la consideración de que los afiliados son mayores de edad para saber lo que les conviene y soberanos para equivocarse. Hacerlo, aportaría fortaleza a los partidos, aunque a algunos partidarios los haga más débiles.

domingo, 6 de abril de 2008

Injusta Justicia

Vivimos fechas especialmente polémicas para nuestra Justicia. Afloran las lagunas y vacíos de nuestro ordenamiento jurídico y de su sistema de aplicación. Son momentos en los que escuchamos con inasumible frecuencia, hablar de “fallos del sistema”. El desgarrador caso de Mari Luz, la niña de Huelva, ha sacado a la palestra de manera dramática el mal funcionamiento de la Justicia en España. Junto a este asunto, en el que se trasluce una nítida responsabilidad del Estado, afloran otros no menos incomprensibles para los administrados. Un Grapo, asesino de un policía, resulta absuelto porque negligentemente no se ha localizado a la principal testigo del caso. Era agosto, nos dicen. ¿Y qué? ahora es abril. Un violador que vuelve a violar, uno de tantos, que se ve favorecido por la enfermiza lentitud de la administración de justicia, por la laxitud con la que se trata a los peores criminales y porque, en un sistema tan garantista como el nuestro, lo que debería ser en beneficio del pueblo se vuelve en su contra. Agresores de género que reinciden una y cien veces hasta que ya no hay remedio… ¿No será que en nuestra democracia hemos ido poniendo el arado por delante de los bueyes? Hemos tenido una transición democrática ejemplar, aunque al surgir de un proceso de reforma y no de ruptura con el antiguo régimen, generó un alto grado de complejo en el imaginario colectivo. Para compensar excesos penales de la dictadura, se diseñó un sistema que pone el acento en los derechos del acusado, no en los de la sociedad contra la que aquél ha atentado. Arriesgado, cuando esa aplicación de la norma parte de la previsión de funcionamiento burocrático óptimo (cumplimiento de plazos, procesales, entre otros aspectos, que nunca se ha conseguido). El Código Penal de Belloch incidió aún más en esta línea y agravó los problemas. El buenismo nos lleva a pensar que cualquier criminal es recuperable, reinsertable en la sociedad de manera automática. ¿No será ésta, una de las grandes falacias de nuestro tiempo? Los sectores más “progresistas” consideran al delincuente como una víctima de la sociedad y lo eximen de toda responsabilidad. La idea es simétrica de otra, igual de absurda que defendió en el siglo XIX el penalista Lombroso. El delito –propugnaba-, es resultado de tendencias innatas. La cualidad “criminal” va implícita en determinados códigos genéticos –decía-. Llegó incluso Lombroso a indagar en ciertos rasgos fisonómicos de los delincuentes habituales (la forma del cráneo, sobre todo) tratando de encontrar puntos en común que mostraran esa predisposición genética hacia el delito. Dejó dicho Heráclito, antes de que Sócrates naciera, que “ha de luchar el pueblo por su ley igual que por su muralla”. El paso de los siglos ha contribuido a convencernos de que la ley es de los tecnócratas y no del pueblo que vive plácidamente adormecido. Excepcional el comportamiento del padre de la niña Mari Luz.

miércoles, 2 de abril de 2008

Primavera en Sayago

Tres empresarios sayagueses han sido reconocidos por su éxito y porque éste venía asentado sobre la base de la innovación. La búsqueda de productos de calidad y la investigación para abrir mercados aparentemente saturados de oferta. Han sido tres, los reconocidos en esta ocasión, pero sorprendentemente podían haberlo sido unos cuantos más, con méritos al menos similares. Y digo sorprendentemente. Como bien señalaba en un acertado artículo, Celedonio Pérez, resultan un insospechado fruto en una comarca como Sayago. Probablemente la más deprimida de la provincia, una de las más pobres y en declive de Castilla y León y por lo tanto de España. Pero no sólo ellos. David Salvador ha recibido el Premio Nacional de Turismo, ¡de Portugal! Bien dicen que nadie es profeta en su tierra. Su barco de los Arribes, ha convertido este singular paraje, incisión que han tallado en el duro granito los siglos y el Duero, cuchillo de agua, en uno de los recursos turísticos más importantes y atractivos de la provincia. Su segundo proyecto, la Estación Biológica Internacional asentada en Cozcurrita, fue inaugurada institucionalmente por el Ministro Moratinos, su homólogo luso, el Presidente de la Junta de Castilla y León y los embajadores de ambos países. Paradójicamente, la idea y la financiación han sido íntegramente privadas. Contrasta esta primavera de la actividad privada, alentada e impulsada desde la Asociación de Empresarios de Sayago, activa, dinámica y reivindicativa, con el escaso apoyo público a los envejecidos pueblos de la comarca. De poco, salvo para decorarse con engoladas palabras, sirve que el Delegado del Gobierno en Castilla y León sea de Almeida. De poco, que el Presidente de la Diputación visite frecuentemente la zona y deje un rosario de buenas intenciones, si no se hacen realidad con diligencia. De poco, que el Gobierno Regional reitere en todos sus documentos la necesidad de equilibrar el desarrollo del conjunto de la Comunidad, si luego se atiende fundamentalmente al peso político o al carácter reivindicativo de sus habitantes para fijar las áreas prioritarias de apuesta por el desarrollo. No es que no se haya hecho nada. Decir eso sería profundamente injusto. Pero es evidente, que no lo suficiente. No hay más que ver tres ejemplos, aunque podríamos enumerar bastantes más. Uno. La carretera de Moralina a Fonfría pasando por el Puente de Pino. Une transversalmente dos comarcas. Fue un año más, lamentable escenario del histórico Trofeo Iberdrola de ciclismo. Dos. La carretera que más que unir, por su bochornoso estado, separa Bermillo, de Fariza y de Muga, donde otro empresario ha hecho una multimillonaria inversión en un hotel. Tres. Los sanitarios y vecinos de la comarca, que piden, no un gran centro hospitalario, sino que les sustituyan el pequeño turismo con el que hacen sus desplazamientos y que sólo acumula trescientos mil kilómetros rodados. A los sayagueses se nos acusa, con razón seguramente, de "morugos". Pero, ¡para tan poco delito, tanto castigo!