domingo, 21 de julio de 2013

Veneno en la piel

Y dice el gran caimán González, que si Rubalcaba respalda a Pedro J., y sus
revelaciones en torno a Bárcenas, sobresueldos y financiación ilegal del PP,
él pensará darse de baja en el partido socialista.

Y dice el ministro Margallo que es incalculable el dinero que ha perdido
Rajoy por entregar su vida a España. Y dice Joaquín Leguina que el PSOE está
en su peor momento desde que existe democracia.

Y dice Arantxa Quiroga que el PP vasco (del que Bárcenas dice que parte de
la hipoteca de su sede de Bilbao se pagó con donaciones ilegales de
constructores), se juega en este asunto la trayectoria de hombres y mujeres
que durante años han estado dando lo mejor de sí mismos por ideales a cambio
de nada, algunos de los cuales están bajo tierra.

Y no dicen otros que hay otras sedes pagadas ilegalmente por empresas y que
hay sobres mensuales y trajes y vacaciones de familiares pagadas con cargo
al erario público. Aunque luego los malos sean otros.

Y dice El Tribunal de Cuentas Europeo, tras analizar unas cuantas en
Andalucía y Extremadura, que kilómetros equivalentes de carreteras cuestan
en España casi el doble que en Alemania.

Y dice Pere Navarro, líder de los socialistas catalanes, que él no va a
comparecer ante el parlamento catalán por el escándalo de los detectives. Y
dicen los de Rajoy que éste tampoco irá al Congreso obligado por nadie sino
cuando le plazca o le interese.

Y dice Griñán que se va, tres minutos antes de que dé pasos decisivos la
investigación sobre el mayor escándalo económico y de corrupción de la
historia de España y probablemente de Europa, el desvío de dinero de los
ERES para bolsillos particulares y financiar ilegalmente a PSOE y UGT.

Y dicen Artur Mas y Durán Lleida que a ellos se las trae al fresco que un
juez haya determinado que su partido-coalición se financió ilegalmente a
través del Palau. Sólo de una constructora más de 5 millones de euros.

Y digo que la política es imprescindible y buena en sí misma. Y que en ella
hay muchísima gente honrada y con ideales. Y que podría haber mucha más y
mejor. Pero para ellos no queda más sitio que el de obedecer y callar. Y que
nuestra democracia es hipócrita. Y que los partidos se van a financiar en
todo caso, así que legalicemos los cauces para que lo hagan con
transparencia y para que sean gestionados de igual modo. Y que empiecen a
ser democráticos. Pero eso no interesa a los clanes que los dominan y viven,
muy bien, de la actual situación.

Y dice una canción del filósofo Santiago Auserón. "Y dicen, dicen. Dicen que
tienes veneno en la piel y que estás hecha de plástico fino. Dicen que
tienes un tacto divino y quien te toca se queda con él"...

domingo, 14 de julio de 2013

El concepto es Bárcenas

Los niños creen que tapándose los ojos con las manos conseguirán ser
invisibles en mitad del salón y a plena luz del día. En su inocencia caen en
la forma más incauta de esconderse. Sólo después de muchas demostraciones se
convencen de que eso no sirve salvo que quien comparte el juego decida mirar
para otro lado, hacer como que no ve.

En los partidos políticos españoles, los dioses son dos y trinos, el poder,
absoluto, siempre absoluto, se reparte entre dos tríadas. La primera,
fachada y vestimenta inmaculadas la conforman el número uno y su guardia de
corps que encabeza la acción política en el partido y el parlamento. La
segunda, la que se mancha con la grasa de la maquinaria interna, la
financiación y los pagos, la integran el número dos, el gerente y el
tesorero. Llámenlo PP o escríbanlo PSOE, modelo el mismo.

Bárcenas, ex tesorero y ex gerente, adorado hasta no hace mucho como dios
pagano del PP, denostado ahora como "Luis el Cabrón", ha pillado con el paso
cambiado a la dirección del partido. En el salón de los niños -la política
cada vez es más infantil aunque no por inocencia-, o en la cárcel en la que
ya es un ídolo, Bárcenas baila a su aire mientras sus más cercanos dan
disimulados saltitos intentando que no les pise los pies. Las fotocopias ya
no son fotocopias, sino originales. Anuncia que había monederos con forma de
sobre y otros de caja de puros. Y cualquier día lloverán los "recibís".

En el juego de la "inconstitucional-pero da igual" partitocracia española,
por mor de la soñada estabilidad nos acostumbramos a mirar para otro lado.
Agujeros negros de una democracia capada y tallada siempre de arriba abajo.
Aún con la escandalera de patio de vecinos que salta cuando uno empieza a
cantar, de todos los que lo hacen el que menos habla es el líder rival por
saber que también tiene mucho tiene que callar.

La peor consecuencia posible de este jardín de ortigas y cardos es que pueda
servir para esconder otro mucho más grave y cuantioso, el de los ERES de
Andalucía. Por lo demás y aunque estemos acostumbrados a que en estas cosas
en España casi nunca pase nada, se equivocan los dirigentes del populares
pensando como el niño que mirando para otro lado o tapándose los ojos, el
monstruo pasará siempre de largo. Sólo Aguirre que rompe el guión aunque sin
demasiada fuerza, pide no esperar al cara o cruz de la moneda de la
justicia, sino anticiparse, depurar responsabilidades, pedir perdón y que
afiliados y ciudadanos juzguen.

En verso de Bécquer, "ladridos de los perros a la luna", cuando Rajoy calla,
el PP mira para otro lado y PSOE e IU votan por tapar lo intapable en
Andalucía. Cientos de miles o cientos de millones no son la cuestión. Como
en la inigualable "Airbag", "el conce(p)to es el conce(p)to" y algunos, "muy
profesionales".

domingo, 7 de julio de 2013

Nos manipulan y colaboramos

El más grave peligro al que los ciudadanos nos enfrentamos en materia de
libertad de acceso a la información y de seguridad en que la información que
recibimos es veraz, no proviene como en otras épocas o países, de la censura
expresa por los gobiernos. El peligro viene ahora de otras censuras más
preocupantes y taimadas.

Los riesgos están en la censura que los poderosos políticamente pueden
ejercer merced a su influencia o en la que los poderosos económicamente
llevan a cabo mediante la compra oficial o disimulada de los medios de
comunicación. Con su entrada en el capital o con la compra de sus voluntades
gracias a la inversión publicitaria. ¿Recuerdan ustedes haber visto, una
sola reseña negativa en la prensa española sobre el primer anunciante
nacional, El Corte Inglés o sobre el Banco de Santander, por poner un par de
ejemplos? Si la información es poder, el dinero adecuadamente distribuido lo
es aún más y con más rápida eficacia.

Aún más grave, por ser mucho más sutil es otra censura a la que nos hemos
acostumbrado inconscientemente. La que los medios y los ciudadanos nos
autoimponemos ante aquellas verdades "incuestionables" que algunos van
generando. Hay verdades oficiales y oficializadas a las que nadie osa
ponerles la más mínima etiqueta discrepante y con ellas tragamos todos.

Como ejercicio práctico, leo el tratamiento que un montón de medios dan a la
noticia de que el responsable de la jefatura de tráfico de Gerona (no
Girona, igual que escribiría Londres y no London) ha sido detectado
cometiendo una infracción cuando circulaba con un vehículo por una
autopista. Con una uniformidad que asusta, todos dicen que fue "cazado"
circulando a 160 kilómetros por hora. Público, El País, La Razón, ABC, El
Mundo, Libertad Digital, La Opinión El Correo de Zamora, RTVE... todos
utilizan el mismo término cinegético con la única diferencia de que unos lo
ponen entre comillas y otros no.

Es una de esas noticias que se distribuyen a través de agencia y que todos
recogen sin retoque, como si fuera aséptica, imparcial, sin carga
ideológica. Como la erupción de un volcán o el nacimiento del primer bebé
del año. Pero resulta que sí lleva esa carga, al utilizar el término
"cazado", inyectada por la fuente, que es la propia DGT con su manía
persecutoria de los conductores allí donde no se producen accidentes graves
pero se recauda fácil.

El funcionario venía de una reunión sobre seguridad y siniestralidad, de las
que algo debe saber tras veinte años en el puesto, e iba a 160 "en
autopista" porque sabe que es una velocidad moderadamente elevada aunque no
especialmente peligrosa. Pero lo han "cazado", como si se hablara de un
criminal o un animal salvaje. En la España de los robos multimillonarios y
la corrupción económica e institucional protegida, cuando no promovida, por
la alta política sin que nadie dimita, él ha tenido que hacerlo. Nos
manipulan y colaboramos.