domingo, 30 de diciembre de 2007

Emprender en Zamora

Según la Real Academia Española de la Lengua, empresario es el titular propietario o directivo de una industria, negocio o empresa. Y emprendedor, el que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas. En el Presidente regional de las Cámaras de Comercio, nueva y justamente premiado esta semana, Manuel Vidal, confluyen ambas condiciones y bien sabemos que en provincias como la nuestra, esto no es algo muy común. Vidal continúa la actividad empresarial de una familia pionera. A la vez, es un incansable emprendedor de nuevas aventuras económicas en los sectores más diversos. Quienes le conocen bien, perciben, no sin asombro, el mismo grado de desbordada ilusión en cada iniciativa puesta en marcha, independientemente de su dimensión o del grado de participación en la misma. Un buen ejemplo, en una provincia en la que los emprendedores son mal vistos hasta por los propios empresarios. En la que las encuestas dicen que la mayoría de los jóvenes aspiran a ser funcionarios y una aplastante y desoladora mayoría de los empresarios no quieren que sus hijos continúen la actividad empresarial. Les animan a que se refugien de por vida en “el sueldo fijo” que sólo la administración garantiza. Una provincia sin cultura emprendedora. En la cuál, política y burocracia siguen, con excepciones especialmente reseñables, mirando con recelo a las empresas. Donde el común de los ciudadanos sólo se muestra solícito a movilizarse cuando se trata de ir “contra algo”; máxime si ese algo supone actividad empresarial, comercial o industrial que venga a cambiar el status quo en el que indolentemente languidecemos. El tan manido caciquismo (que aún pervive, entre políticos, empresarios, sindicatos y ciudadanos “representativos” y comunes), se ampara en pretextos tales como supuestos perjuicios para el medio ambiente o la salud pública. Debe ser que somos más proclives a estos daños que los ciudadanos de otros territorios. Es, en definitiva, nuestra idiosincrasia. El miedo a lo nuevo que pueda turbar la paz de este supuesto oasis en el que demasiados se empeñan en que continuemos. Quejarse es el saludo del comerciante, según un proverbio fenicio. En Zamora, poco tenemos de fenicios, quienes atípicamente dominaron el Mediterráneo, con la fuerza del comercio y no la de las armas. Sin embargo, quejarnos se nos da bien. Lástima, luego no somos consecuentes y criminalizamos a quien quiere hacer las cosas de manera diferente. En este contexto, no es de extrañar que cada vez más empresarios domicilien sus sociedades fuera de Zamora y Castilla y León. Comprensible, aunque no digno de alabanza. Mal nos seguirán yendo las cosas, mientras no interioricemos un razonamiento que Winston Churchill exponía hace varias décadas. “Hay gente que considera al empresario como un perro sarnoso al que habría que matar a palos… Otros opinan que el empresario es una vaca a la que se puede ordeñar día y noche. Y muy pocos ven en él al caballo que tira del carro”.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Nos regalan Cultura

En tiempo de regalar, escribo hoy de dos regalos culturales permanentes para los zamoranos. Uno es el Museo Etnográfico Regional de Castilla y León, que cumple en estos días su quinto aniversario. Atesorar decenas de miles de piezas que conforman el código genético de nuestro pasado más cercano, es un enorme privilegio. Es hora de recordar a quienes, como Antonio Redoli, fraguaron la idea de ir adquiriendo los útiles, instrumentos y abalorios, característicos de un tiempo que en un suspiro se iba para siempre. La labor sostenida con los años por parte de Caja Zamora y después Caja España ha generado este tesoro. Luego vino el reto del edificio, resuelto con la colaboración de Ayuntamiento, Diputación y Junta de Castilla y León. Empeñado está Carlos Piñel, su magnífico director en convertirlo en lo que por entidad le correspondería ser. El más atractivo de los museos de nuestra Comunidad. La colección es única. El trabajo de Carlos y su equipo, pleno de ilusión y saber hacer. Quizás sólo falte un mayor esfuerzo para la promoción y divulgación más allá de nuestras fronteras provinciales y regionales. Un museo que gusta, mueve a la curios¡dad o directamente conmueve a todo aquel que lo visita, tenga cinco o ciento cinco años, merece ser publicitado, al menos tanto como el otro gran museo regional, el de Arte Contemporáneo ubicado en León. No ocurre así y de justicia es reivindicarlo. El otro regalo cultural diario de nuestra ciudad es el Teatro Principal. Tres lujos, una programación anual, muy por encima de las posibilidades económicas y de prestigio, a priori, de una ciudad como Zamora. Una plantilla que suple con profesionalidad su ajustado tamaño. Y un director, Daniel Pérez, al que no bastándole el alarde de completar temporada a temporada un completo catálogo de representaciones, teatrales y no teatrales, de máxima calidad, se permite levantar el estandarte del Teatro Principal de Zamora para generar producciones propias que luego pasea por España. Su penúltima producción, “Alicia”, estuvo nominada para los premios “Max” de teatro. Su continuación “Alicia a través del espejo”, recientemente estrenada en Zamora, triunfa estos días en Madrid. En lo más alto de la cartelera de la Corte; en fechas de máxima y dura competencia. Uno se llena de orgullo, al contemplar cómo en calles como la de Alcalá, las farolas presumen, vestidas con las banderolas que anuncian la obra de un zamorano. Carlos y Daniel son dos buenos tipos. Dos profesionales que saben lo que se hacen y lo que se necesita para hacer más. Dos ejemplos de que a las Instituciones son las personas las que le aportan la vida, el corazón y el brillo. Envuelto en papel discreto, ambos nos ofrecen el regalo más antropológicamente valioso, la Cultura. Podrían estar en cualquier otro lugar, pero los tenemos en Zamora.

domingo, 23 de diciembre de 2007

¡Salud!. Gobierno de España

No lamenten si, un año más, no han sido agraciados por el reparto que el Estado, con ayuda del azar, hace de parte de los Euros que los ciudadanos damos comprando lotería. A cambio, recibirán múltiples deseos de buena salud. Agradézcanlo al “Gobierno de España”. Ya saben, “levántate y desayuna. Feliz Navidad. Respira. Gobierno de España”, “No te toca la lotería, salud y paciencia para pagar las consecuencias de nuestra nefasta política económica. Gobierno de España”. Es curioso lo del Z-Gobierno. Dice extender las libertades sociales, que vaya usted a saber qué es eso, pero no ceja en socavar las libertades individuales. El paternalismo que destilan sus mensajes es más propio de regímenes totalitarios. Cada viernes, nuestra particular Rottenmeyer-De la Vega amonesta nuestros comportamientos, cual si fuéramos débiles mentales. En el razonamiento gubernamental, somos incapaces de discriminar por nosotros mismos qué está bien y qué mal. De discernir los límites correctos de comportamiento, de acuerdo a la nueva Z-ética, claro. Reiteradamente, nos recuerdan a golpe de Boletín Oficial, las obligaciones “ziudadanas”. Ya no sólo es que quieran conducir por nosotros… aunque no pueden hacerlo (ni falta que hace, recordó Aznar). Ahora, directamente invaden la esfera privada de los ciudadanos. Casi siempre para favorecer a lobbys nutridos de jetas. Esta semana, varios ejemplos. Imponen a los exhibidores cinematográficos mayor cupo de películas españolas y europeas, que luego nadie ve. Así justifican las vergonzosas subvenciones millonarias que les otorgan. ¿Se imaginan a las librerías teniendo que ofrecer por ley un determinado tipo de libros? ¿O a los periódicos con un cupo de noticias o artículos sobre determinados temas? No daré más ideas, que las carga el diablo. Ahora, además, somos delincuentes convictos (ni siquiera presuntos). El Gobierno sabe que compramos cualquier artículo reproductor o grabador para delinquir y defraudar. Para castigarnos, pagaremos al comprar incluso un teléfono. Así, unos cuantos mangurrias vivirán de lo que su talento no les aporta vendiendo discos. Conste que yo encantado de compensar por lo que no vende, por ejemplo, uno de los más valiosos publicistas, en la SER, de mis “Espejos”, Luis Ramos. Me regalaron su último disco y sorprendentemente, es excelente. Dicen los malévolos que al ser poemas de Claudio, sólo un genio podría estropear sus versos. A Ramos no lo llamó el Señor por el camino de la genialidad. Cómprenlo, pues el canon no le llegará, se lo quedarán otros. Por último, también quieren nuestros esforzados gobernantes, eximirnos de la pesada carga que supone ejercitar la patria potestad. Los pocos que libren la cárcel por sanciones de tráfico, irán a ella siendo padres, si en lugar de llamar al pedagógico Z, cometen el delito de dar un cachete a un niño. Imaginen si el cachete (virtual), se lo damos a quienes bloquean la solución al aparcamiento del clínico o traban el proyecto de Agustín en la iglesia de San Leonardo… Salud y Feliz Navidad.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Peatones y comercio

Anda el concejal de movilidad promoviendo una mayor peatonalización del centro comercial de la ciudad. Tiene la convicción de que un centro con menos coches es mejor para el conjunto de los ciudadanos. También para los comercios cercanos. Sin embargo, como cada ocasión en la que se han planteado propuestas similares, surge el revuelo, sobre todo entre los comerciantes. Una vez más, éstos no parecen estar dispuestos a asumirlo. Y sus argumentos han de ser escuchados. Antes de redactarse el proyecto de urbanización que ahora se ejecuta en la calle de San Torcuato, se decidió peatonalizar el tramo comprendido entre la confluencia con la Calle del Riego y la Plaza de Alemania, con la salvedad del cruce de la Calle Benavente hacia Doctor Carracido y los accesos para carga y descarga y a los dos garajes de la calle de Claudio Rodríguez y Hacienda. El impulso a los cambios, partió precisamente de los comerciantes de la calle. Así pues, deduzco que no es este tramo el controvertido, y demuestra que las posturas que mantienen esos mismos empresarios, serán más o menos acertadas, pero no caprichosas o carentes de argumentación. Respecto de la prolongación a todo el ámbito comprendido entre San Andrés (Plaza de San Atilano), Plaza Mayor y San Torcuato en su tramo inicial, se trata de una propuesta más arriesgada y novedosa. Nunca antes se había planteado, pero no por ello se debe descartar radicalmente. Quizá lo más conveniente fuera darse un tiempo más amplio para la reflexión y el estudio en profundidad de la incidencia que ese corte podría tener en la vida y los servicios de cuantos viven y comercian en la zona. Sin tener una opinión concluyente al respecto, me sorprenden dos de los argumentos contrarios esbozados. Se dice que los que pasean no compran y que sería necesario, antes, habilitar nuevos aparcamientos. Es posible que los paseantes compren poco, pero es evidente que más que los vehículos circulando. El segundo argumento también es endeble en lo relativo al tramo en cuestión. Con la peatonalización no se eliminaría ni una plaza de aparcamiento, sencillamente porque ninguna hay en la actualidad. Deberían respetarse y ampliarse las zonas de carga y descarga en ese área y permitirse el acceso a los domicilios, aunque garajes sólo hay tres, todos ellos en San Andrés. En cuanto al entorno del Mercado de Abastos, el Ayuntamiento construyó con varios años de antelación, el aparcamiento de la Plaza de la Constitución multiplicando las plazas nuevas respecto de las que se pudieran eliminar en los años siguientes. Nadie podrá decir que se haya pecado de improvisación. Quizás la dura oposición tenga su origen en el ímpetu con el que el nuevo concejal ha presentado las actuaciones, de forma conjunta y con ejecución inmediata. A mí, salvo por el elevadísimo coste y complejidad de instalar y gestionar después los controles electrónicos de acceso, ninguna de las propuestas en este asunto concreto, me parece descabellada. Más bien, son la continuación lógica en la configuración del nuevo modelo de ciudad comenzado hace algunos años.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Día de elecciones

Pues sí, hoy tenemos elecciones en Castilla y León. Los agricultores de la región eligen a sus representantes en las Cámaras Agrarias Provinciales. Reconozco que como urbanita, no tengo muy claro para qué sirven las Cámaras Agrarias y cuáles son sus cometidos. Reconozco también, que aunque más en unas que en otras, tengo amigos en todas las Organizaciones Profesionales Agrarias. Y que frecuentemente, las diferencias entre sus planteamientos y propuestas, son menos que los puntos de conexión. Cosa lógica ante las incertidumbres que se ciernen sobre su futuro. Me lo decían el otro día un líder agrario y un alcalde. Muchos de los que hoy componen una candidatura, pueden integrar en las próximas elecciones cualquiera de las otras. Cierto es que también hay otros, fieles a una organización determinada y que nunca cambiarían. Lo que nadie puede dudar es la importancia del campo en Comunidades como la nuestra. Y más que del campo, concepto demasiado vinculado a la actividad agraria y ganadera, deberíamos hablar de mundo rural en su conjunto y de sus hombres y mujeres. Con la densidad de población de Castilla y León, mundo rural somos todos, o casi todos. En Zamora, aún más. Sólo tres localidades por encima de 5.000 habitantes. Como para no ser conscientes de que lo bueno para la agricultura o la ganadería, es bueno para todos. Cómo no asumir, que aunque el peso del sector primario en el PIB provincial ha decrecido sustancialmente en las últimas décadas (lo cual es positivo si ocurre por incremento del peso del sector industrial y el de servicios), su trascendencia sigue siendo vital. El campo nos da mucho más que flores en abril. Se quejan y con razón nuestros hombres del campo. Motivos no les faltan. De los ecologistas-fashion. Talibanes del preservacionismo, que olvidan que el bien natural más importante a proteger en las áreas rurales es precisamente la pervivencia de los hombres y mujeres que garantizan el mantenimiento del verdadero equilibrio natural. También de la falta de expectativas, que prolonga la diáspora de los más jóvenes a lugares, ocupaciones y vidas más cómodas y prometedoras. Comparto su diagnóstico, no tanto las soluciones que propugnan. Hablan de subvenciones, limitaciones a la competencia y no liberalización del sector. Yo de investigación y desarrollo e implantación de nuevos cultivos, calidad como factor competitivo, y sí, liberalización y globalización. Pero ellos saben mucho más que yo de esto, así que a apoyarlos. Para los elegidos ¡suerte! y que San Isidro acierte a guiarlos. A ellos y al Secretario de Agricultura del Z-Gobierno, ése que va a combatir la subida de los precios de los alimentos estas Navidades (mucha en destino, poca en origen), a base de comer conejo. Al menos, eso ha dicho que hagamos los demás.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ahora Las Chanas

La alcaldesa quiere renunciar a la adquisición de Las Chanas. Dice el portavoz socialista que no puede hacerlo, por tratarse “de una compra-venta que ya está realizada, aunque no pagada, porque el convenio privado con el Ministerio de Defensa ya está suscrito”. Comparto y alabo que la alcaldesa no deje que el Gobierno nos tome el pelo haciendo que las compremos, para devolvérselas como regalo. Aunque la compra sea de 100 hectáreas y el regalo sólo de las 20 pedidas para la cárcel (a los catalanes esto no les pasa). Pero se equivoca el Ayuntamiento si anula la adquisición. Son 608.800 euros por más de 100 Has. Cien pesetas por metro cuadrado para un terreno emblemático, querido para muchos zamoranos y con una ubicación y orografía óptimas para múltiples usos (casi todos, mejores que el que ahora se pretende). Incluso urbanizable una pequeña parte. Al César lo que es del César. Dije en su momento que los responsables del Ministerio habían tenido durante la negociación (ni corta ni fácil) y en el acuerdo final una actitud francamente generosa hacia la ciudad. El precio acordado es muy inferior al valor real de esos terrenos. Mal que la oposición quiera jugar con la alcaldesa y contra el interés público y mal si ésta lo permite o no distingue entre amigos y adversarios. Llamativo argumento el esgrimido por Hernández. Inatacable de no ser falaz y sobre todo incoherente. Asegura que Valdeón “no tiene capacidad legal para replantear este convenio ya que está aprobado en Pleno con fecha del 4 de diciembre de 2006 y el acuerdo está rubricado por el alcalde anterior”. Se acordó su contenido y el Ayuntamiento lo aprobó en Pleno. Se envió al Ministerio, pero éste no fijó fecha para su firma antes de agotarse el mandato municipal, según me confirma el anterior alcalde. Por lo que me consta, tampoco la nueva alcaldesa lo ha rubricado aún. No tengo a Hernández por mentiroso, así que, aunque sea anecdótico, debe pedir a sus correligionarios de Madrid que le transmitan información fidedigna. Quizás preguntó a Rubalcaba o a Fernández de la Vega. Explicaría su equivocación. En cuanto a la segunda afirmación, el argumento es jurídicamente intachable. Lo comparto plenamente. El Ayuntamiento no puede anular, sin conformidad o incumplimiento de la otra parte, un acuerdo adoptado por el Pleno (incluso, la rúbrica posterior no añade elementos sustanciales a la obligatoriedad del acuerdo plenario). Está en lo cierto… Sólo que es incoherente con sus propios actos, ya que las circunstancias son idénticas en el contrato de alquiler con opción de compra, del nuevo edificio de servicios municipales; con el añadido (escasamente relevante) de que éste, además, sí está firmado ante notario. Me alegro, pues, de que los socialistas anticipen de esta forma el abandono de su postura tramposa en el asunto del edificio. Es lo bueno de que Hernández sea más jurista que político y gestor de la ciudad.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Galgos o podencos

Advertí el miércoles, de los riesgos del triunfo de la estrategia de bloqueo, que parte de la oposición en el Ayuntamiento de Zamora pretende. Buen ejemplo tenemos con el aparcamiento del Clínico. Apunta Braulio LLamero como solución, la habilitación de aparcamientos gratuitos en las afueras de la ciudad. Hombre Braulio, para quienes vivís en otros municipios, puede servir puntualmente, pero en la periferia no hay problema para aparcar, puedes hacerlo. Para quien no sirve es para los que vivimos en Zamora y tenemos el vicio de aparcar cerca. Tampoco para los usuarios de un centro sanitario. La ubicación propuesta es óptima. Es una vía pública. La titularidad municipal garantiza menores dificultades para la construcción y su posterior explotación. Y es una zona necesitada de arreglo en profundidad. El concurso valora especialmente la solución de urbanización en superficie, exige respetar el diseño tipo bulevar preexistente y mantener los materiales, en concreto el adoquinado de granito. Intervenciones similares se han llevado a cabo recientemente y sin ir más lejos, en León o Valladolid. La génesis del proyecto implica cubrir actuales y futuras necesidades, en un área en rápida transformación. Dará servicio al hospital, campus, Centro de Congresos y Auditorio, y apoyo a las estaciones de autobuses y AVE. La ubicación planteada permite, como ninguna otra, la potencial ampliación para rotación, en el otro tramo de Carlos Pinilla y en la Avenida del Príncipe de Asturias y permite a corto plazo (una vez comprobada la demanda), la conexión bajo la Av. de Requejo con Reyes Católicos, configurando allí un aparcamiento exclusivo para residentes, con acceso y vigilancia integrados con los del aparcamiento ahora programado. Confío que estas razones ayuden a que Mateos y los suyos fijen su posición final con responsabilidad y ánimo constructivo, no de bloqueo a estas alturas de tramitación y compensen la incongruencia socialista. No serán menos de cinco, las ocasiones en que el grupo socialista en el Ayuntamiento instó la agilización de su construcción en ese lugar, no en otro. Tampoco se opusieron a la aprobación del pliego de condiciones. Sólo lo plantearon en plena campaña electoral, no muy exitosa por cierto, para diferenciarse de lo que mantenía el PP. Un cambio de opinión caprichoso y costoso, en dineros y plazos. Acierta el equipo de gobierno cuando aprecia la necesidad de indemnizar a los ofertantes, caso de reiniciar el procedimiento, cuando sólo falta la adjudicación. También al advertir del retraso, difícilmente asumible, que supondría repetir los trámites legales: estudios de viabilidad, sucesivas publicaciones del mismo y trámites de alegaciones, disponibilidad de terrenos, elaboración de memoria y pliego de condiciones técnicas y administrativas, publicación, presentación de ofertas, apertura… En su justificación, hay quien defiende ahora las cualidades estéticas del bulevar atestado de vehículos y lo innecesario del subterráneo. Sorprendente. Me decía el otro día una funcionaria municipal, que en Zamora es imposible hacer nada. Que si galgos o podencos.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Pacto de gobierno

Acaba de presentarse el borrador de presupuestos municipales y el pronunciamiento de los grupos de oposición anuncia que tardarán en aprobarse. Lo mismo ocurre con otros asuntos pendientes como el Plan General. El PSOE ha detectado debilidad y falta de cohesión en el equipo de gobierno. Por ello, pretende dejar que se vayan “cociendo en su propia salsa”, sin hacer una oposición excesivamente dura, al menos hasta abril, pasadas las generales, pero forzando el bloqueo de los proyectos importantes. Les favorece en el empeño, la ausencia de un norte claro en la alcaldía y su obsesión vana por distanciarse de la gestión anterior. Transmití en junio a los concejales electos de ADEIZA mi convicción de que se equivocaban al no garantizar la estabilidad al gobierno, fuera éste del signo que ellos estimaran más conveniente. Entiendo, no obstante, que en aquel momento, el miedo escénico, las presiones y el temor a no ser comprendidos por sus electores, no les permitieran abstraerse del aún cercano fragor electoral. Pero ahora que las elecciones son historia, los zamoranos necesitamos gobierno y gestión. La responsabilidad de que el mandato sea positivo para la ciudad y se superen los primeros síntomas de esclerosis, recae ahora sólo sobre dos grupos. PP y ADEIZA. En concreto sobre sus líderes, Valdeón y Mateos. Para la primera no es fácil sentarse a negociar de tú a tú, con humildad, con Mateos. Para el segundo, tampoco es sencillo bajar de las musas al teatro y asumir que el mandato ciudadano supone implicarse en el duro día a día de la ciudad. Y sin embargo, es su momento, el de ambos. Deben cumplir con su deber para con los ciudadanos. Para eso los hemos elegido. Sería además la forma de poner coto a dimes y diretes. Comentarios que circulan por los mentideros de la ciudad y que sitúan a Valdeón camino de Madrid. Soy siempre crítico con las estructuras de los partidos, pero no tengo ni la menor duda, de que siempre quedará un halo de sensatez como para que no sea factible semejante situación. También la alcaldesa parece mujer sensata. Plantear que un alcalde, recién elegido para su primer mandato, abandone para desempeñar otra responsabilidad política, supondría tal falta de respeto a los ciudadanos y tal bochorno que es inimaginable. Urge, para confianza del propio gobierno, seguridad de los funcionarios municipales y tranquilidad del conjunto de los ciudadanos, no dar pábulo a elucubraciones. La mejor forma, sellando el pacto de gobierno entre las dos únicas fuerzas que ahora mismo pueden hacerlo. Es bastante probable que mi opinión no guste a ninguno de los dos protagonistas, pero existe un riesgo cierto, manteniendo la actual dinámica, de que PSOE e IU consigan su objetivo último de bloqueo…y no fundamentalmente por sus méritos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

La bestia nunca se fue

No se había ido, nunca se fue. Estaba agazapada, en su cubil. Oliendo a estiércol y a putrefacción. Alimentando a los gusanos que se aprovechan de su existencia. ETA, la hidra de múltiples cabezas, asesinó de nuevo. Como antes lo hizo, como volverá a hacerlo en el futuro. Mientras exista. Porque necesita sembrar muerte para sobrevivir. Para eso nació. El resto son mentiras. La bestia sabe dónde están sus enemigos. Sabe quiénes son los que más punzantemente pueden herirla. La muerte se vistió de verde. También la esperanza luce ese color. La bestia nunca baja la guardia. La Guardia Civil tampoco y ella lo sabe. Ésa fue su queja, cuando hace demasiado poco tiempo la Democracia puso mesa y mantel para “dialogar” con la asesina. Inútil pretender que la Benemérita deje de cumplir con su deber, le respondieron aquellos que no me explico cómo pudieron soportar el olor a azufre del otro lado de la mesa. La bestia es una. Ninguna de sus cabezas es una cabeza de paz. Ninguna de sus extremidades, una mano tendida al diálogo. Puede cambiar de máscara, utilizar nueva apariencia como añagaza, pero su sustancia vital, su esencia es siempre la misma. Huele a muerte, a totalitarismo. Tal vez ahora todos empecemos a entenderlo. Algunos habían querido olvidarlo. No son las víctimas las enemigas de la paz, sino la más dramática e inequívoca muestra de la ausencia de libertad. No son ellas las que manipulan la situación, sino quienes padecen su aliento fétido de la forma más descarnada. Para acabar con la bestia no hacen falta grandes palabras ni hueros compromisos y ofrendas. Sólo cabe perseguir su derrota. En todo momento. Mate o no mate coyunturalmente. No caben tampoco atajos. Crear otra bestia desde las cloacas del Estado sólo sirvió en su día para asentar las bases de ETA. Sólo el ejercicio más escrupuloso de la fuerza de la democracia logrará destruirla. Estuvo arrinconada, pero una vez más supo, como las sirenas a Ulises, engañar a quien imprudentemente le prestó oídos. Se puede acabar con ETA, con la contundencia de la ley, oprimiéndola hasta que explote en mil pedazos. Sin tregua. Hay un Fiscal que debería dimitir, varios Ministros habrían de ser sustituidos y un Presidente tendría que pedir perdón por haberse equivocado. Por buscar una salida, que resultó ser una trampa y ser desleal a la mayoría de los españoles. No ocurrirá. Aún así, hoy, mañana y siempre, los bien nacidos estaremos con él, para que cumpla con su deber. Asfixiar a la bestia. Cortar cada una de sus cabezas y secar las ubres en las que se amamantan sus hijos, los naturales y los bastardos. Todos, hijos de puta.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Mujeres de bandera

Crear una cooperativa de alicatados. La idea ha obtenido el premio Joven Iniciativa Empresarial, otorgado en su quinta edición por la Junta de Castilla y León. Nada tendría de particular, de no ser por una serie de circunstancias que lo hacen especialmente reseñable. La más importante, las premiadas son cinco mujeres pertenecientes a grupos sociales con especial dificultad para acceder al mercado de trabajo. Si ser mujer ya supone una traba para determinados empeños, imagínense ser gitana o dominicana. Pero ahí está el valor de Aurora, Ana Isabel, Josefina, María del Mar y Encarnación para vencer las dificultades. Un buen día, el Ayuntamiento de Benavente decidió promover un curso de formación ocupacional, con financiación de la Junta y ellas se inscribieron pese a ser algo “tan de hombres” como la construcción. Me alegro por ellas, por no arredrarse en una provincia saturada de victimistas y quejicosos y lanzarse por el camino más difícil, pero también el que más necesitamos, el de los emprendedores. Es gratificante comprobar que a veces el sistema funciona. En España se dedican ingentes cantidades de dinero a subvencionar cursos de formación, que en muchas ocasiones sólo sirven como groseras fórmulas de financiación de sindicatos y organizaciones empresariales. En otras, para que algunos alumnos acumulen diplomas sin más orden ni concierto que el de ocupar el tiempo. Hay por ello que felicitar con más razón a la concejala Bárbara Palmero, de quien las galardonadas hablan maravillas. No la conozco, pero sí a su alcalde, y con él no me sorprende nada que las cosas en Benavente, y ya era hora, vayan viento en popa. Como tampoco me sorprende, que la empresa que ha organizado e impartido el curso sea la Escuela de Formación Esla. Félix y Renata, sus responsables, son un extraordinario ejemplo de que con ilusión, cabeza bien amueblada y sobre todo, trabajo, mucho trabajo, se logran altas cotas de excelencia en aquello que uno se propone. El premio es si cabe más significativo, porque se suma a otro recibido por empresarias zamoranas hace pocas semanas. El premio Mujer en la Empresa de Castilla y León 2007, en su sección de innovación, recayó en Armeza. Ya consolidada, tras nacer en el año 93, ocupa a 23 trabajadores y está igualmente promovida, capitaneada y pilotada por mujeres. Su sector, también tradicionalmente masculino, la distribución de material eléctrico. Hoy Armeza está asentada en Zamora, Benavente, Salamanca y Ciudad Rodrigo. Enhorabuena. Por el premio y por la generosidad. Han donado su importe a Asprosub. Dicen que lo necesita más y sabrá mejor como gastarlo. Unas y otras. ¡Mujeres de bandera!

domingo, 25 de noviembre de 2007

Menos Impuestos. Más Sociedad.

Por fin, noticias fiscales. Mariano Rajoy anunciaba hace una semana, la primera de sus “ideas fuerza” para la próxima legislatura si llega al gobierno. Propone la exención del pago del impuesto sobre la renta para los trabajadores y pensionistas con ingresos inferiores a 16.000 Euros. Nada menos que siete millones de españoles, los “mileuristas”, que notarán una subida significativa en su nómina mensual. La medida prácticamente duplica el actual umbral de exención, situado en 9.000 Euros y además promete complementarla con otra dirigida específicamente a las mujeres trabajadoras fuera de casa. Se estiman en seis millones y medio. Una medida de discriminación positiva, en este caso justificada. El paro femenino supera ampliamente al masculino y su salario medio es más bajo, por lo que las ventajas anunciadas contribuirán a reducir la brecha existente. La propuesta es audaz, pero estando en periodo preelectoral, muchos ciudadanos se preguntan si se cumplirá o se quedará en el camino. La más atrevida de las intenciones en este sentido, la publicitó Miguel Sebastián apenas fichado por Zapatero para su proyecto de socialismo reformador. Se trataba de un tipo único aplicable al IRPF, con lo que se eliminaría la progresividad del impuesto. Como ustedes saben y sufren cada mes en forma de retenciones, pronto se olvidó. En esta ocasión, cuenta el PP con una credibilidad fiscal superior a los socialistas. Aznar demostró que se podían bajar los impuestos y lo que es más importante, que una rebaja sistemática no supone menor recaudación para las arcas públicas, sino todo lo contrario. Con menos impuestos, se incrementa la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, crece el consumo, la economía se oxigena y se genera más empleo y de mejor calidad, lo cual se traduce en más ingresos públicos. Esto, a pesar, de que desde las filas de la izquierda se auguraba precisamente lo contrario. La demolición del Estado del Bienestar, decían y volverán a decir ahora. Su error es de concepto; se refieren al bienestar del aparato del Estado, no al de los ciudadanos. La misma filosofía liberal desarrolla Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Menos impuestos, más riqueza. Menos gasto público, más sociedad. Hoy Madrid encabeza el ranking de crecimiento económico y de calidad en los servicios prestados a los ciudadanos. Deseemos que el ejemplo cunda y se extienda a otras comunidades, tal como la nuestra, mucho más timorata en materia de reformas liberalizadoras. En la misma línea de modernización fiscal, CiU y PP aprobaban en el Senado el pasado martes una moción instando la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio y una rebaja sustancial del de Sociedades. Si Zapatero no mueve pieza, los mileuristas tendrán claro cómo pagar mejor la hipoteca, soportar el desbordamiento de los precios o darse un capricho y hacerse alguna escapada al mar.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Pan y Cebolla

He conversado en los últimos años, con centenares de visitantes de nuestra provincia. He cotejado miles de encuestas formuladas a quienes vienen a vernos. La gastronomía, el buen yantar que por aquí nos gastamos, está siempre entre los más destacados de nuestros recursos turísticos. Dirán que son los productos. Pero el mejor producto, en manos inadecuadas pierde todo su potencial. Ahí es donde sorprende Zamora. Pareciera como si el genio y la decisión que para otras cuitas nos faltan, afloraran plenos de fuerza, entre fogones. No exagero, si escribo que cuenta Zamora, con una colección de restauradores que sobresalen por encima de la media nacional y desde luego regional. Es difícil encontrar, excepción hecha del País Vasco, un elenco de restaurantes como el que disfrutamos en una pequeña capital, o en una provincia pobre y envejecida como la nuestra. De todos los profesionales, en los distintos campos, ningún gremio destaca como ellos. Así lo reconocen los foráneos, cuando tocan el cielo en los rincones más insospechados. Con los números uno, Cecilio y Minica en Castroverde, que un año más, estos días, definen la cátedra de la caza. Con Gloria y Elías en El Empalme, donde las setas reviven en mil y una combinaciones culinarias. Con Pedro Mario y Óscar en El Ermitaño, los primeros en poner una pica en el Flandes de la Guía Michelín y ahora también en Asturias. Con Agustín, otro loco genial, en la auténtica fiesta de El Chivo. Con Luis Alberto, que luce y mejora lo aprendido de su padre y de Abraham García, el genio del madrileño Viridiana, en su Colegiata gastronómica. Con Óscar Somoza en su Mesón Sanabria, encabezando la oferta sanabresa, junto a La Chopera y El Ministro en el Puente. O con la cuchara de Ferreruela y el horno de Valcabadino. Y tantos otros altares escondidos. En la capital, una docena de restaurantes, de los de siempre y de los nuevos, a la sombra de las piedras. El maestro Mariano y su hijo en La Marina, con ampliación reciente. Andrés, profesional como la copa de un pino, en el París. El histórico Serafín, de Michel y Jose, el poeta de la carta. La embajada de Francia en Zamora que se llama La Posada. Meneses, al que no es capricho enviarle un fuerte abrazo. El presente más brillante y el futuro más prometedor en La Oronja. La Baraka, donde Chema lo mismo te viste con el mejor bacalao, que te guisa un traje. Y Antonio, en su Rincón con estrella, tan gran maestro como sencillo tipo. La mejor mano. Yo, con cualquiera de ellos y tantos otros que me dejo en el tintero, hasta pan y cebolla. Aprovechen, pues, el otoño. Salgan y degusten. No tengan que venir los de fuera a descubrirnos lo que tenemos. Salud.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Inexplicado cese

Hola Pepe. Recordaba el sábado, al leer en el periódico la noticia de tu sorprendente destitución, cómo te conocí. Fue a través de Antonio Vázquez, aunque ya tenía muy buenas referencias de ti. Desde entonces, conversamos en varias ocasiones, casi siempre porque te llamábamos para conocer tu opinión al respecto de proyectos municipales, para pedirte consejo o solicitar tu colaboración. Siempre respondiste de inmediato, con plena disposición y tu mejor criterio. Cada opinión, argumentada sin caer en los tópicos del integrismo preservacionista en el que a menudo se amparan otros, menos sabios pero más presuntuosos. La balanza, en coherente equilibrio entre el bien a proteger y el beneficio público a obtener. Como anécdota, tuyos son los textos que figuran en las placas de la señalización monumental de Zamora. Como siempre, desinteresadamente. Junto a cada iglesia, a cada edificio singular de nuestro Casco Histórico, un bloque de granito, tan de la tierra como tú y sobre él la placa con la leyenda. Unas cuantas líneas que sintetizan las muchas páginas que sobre cada monumento podrías escribir. No sólo de cómo se construyó y por qué, o de las múltiples vicisitudes históricas que haya vivido. También podrías contarnos algo sobre el alma de la piedra con que se construyó, o de cómo, en el último siglo se salvó varias veces, casi milagrosamente de su desaparición. De la infinidad de palacios, casas, rincones o teatro que en Toro has tutelado, se ha escrito en abundancia estos días. Veintiocho años de dedicación son muchos, pero no los suficientes, para que alguien piense que eres sustituible en la defensa del Patrimonio. No entiendo tu cese, ni que lo llamen de otro modo, como para que pase desapercibido, que no haya ruido. Vana intención. Parafraseando al viejo civilista, Castán Tobeñas, los contratos son lo que son y no lo que las partes dicen que son. Pues eso, un cese es un cese. Me duele que sea un gobierno de mi partido el que comete tal injusticia y que nadie asuma como propia la decisión, por otra parte, legítimamente democrática. Dudo que el origen esté en Valladolid, seguro que no en Jesús Sedano, y ofende que se te quiera utilizar políticamente por el PSOE, cuando si a alguien no le tiembla el pulso a la hora de cesar a los no serviles, es a ellos. Creo a pies juntillas al Delegado Territorial de la Junta cuando afirma que no han sido políticos los motivos de tu cese. Conociéndote, avalar lo contrario, sería una estupidez supina. Pero es imposible que sean razones técnicas, de cualificación o de capacidad para ejercer el cargo, por bueno que sea tu sucesor. O sea, que salvo que Castro se explique, sólo nos queda el capricho de algún mediocre o mezquino con poder, como motivo. Conozco a unos cuantos; que entre ellos esté la mano negra, no me tranquiliza para el futuro. Salud, amigo.

domingo, 11 de noviembre de 2007

La Herencia, por cierto.

Rosa Valdeón recogía el viernes, el premio que la Federación Española de Municipios y Provincias ha otorgado al Ayuntamiento de Zamora por “Conduce-te”. Iniciativa pionera para la prevención de los accidentes de tráfico en las noches del fin de semana. Del éxito del programa dan buena cuenta, no sólo el premio recibido, sino que numerosas ciudades han seguido después el mismo modelo. La última, Burgos que acaba de presentarlo hace unos días. Me alegra además, que este reconocimiento a la labor municipal de Pedro Roda y de todas las entidades que colaboraron en su desarrollo durante dos años y hasta Junio pasado, sirva, según ha anunciado la concejala Velarte, para que de nuevo se ponga en marcha. El galardón, se une a otro entregado en las últimas semanas al ayuntamiento capitalino, por la labor de la Policía Municipal, año tras año, en Semana Santa. Más que merecido. Incluso los más críticos con las actuaciones de nuestros “municipales”, reconocen que lo de la Semana Santa es para quitarse el sombrero. Por esfuerzo, profesionalidad y alarde organizativo, cualquier reconocimiento a mandos y policías, se me antoja escaso. Y como hoy vamos de buenas noticias, tres más, de los últimos días. Uno, la actividad en el área de turismo no cesa. El concejal Alonso presentó una innovadora guía turística elaborada con la operadora, Vodafone. Casi un año de trabajo para seguir contribuyendo a la divulgación de los atractivos de Zamora. Mantener la línea de colaboración entre funcionarios municipales y empresas especializadas en actividades turísticas (plan de excelencia y oficina municipal de turismo) genera los mejores frutos para esta concejalía, como una vez más se acredita. Dos, la rehabilitación del Castillo, que sigue marchando a buen ritmo, además de la trascendencia del fin al que se va a destinar, está permitiendo descubrir y aclarar capítulos notables de nuestro pasado. Sólo con ello, ya se demostraría lo acertado de la decisión de recuperar un elemento esencial de nuestro patrimonio, al que durante siglos se le había dado la espalda y en cuya importancia pocos reparaban. Tres, recuerdo que fue en Abril, cuando se cerró la negociación del convenio entre Ayuntamiento y Junta para la construcción del Centro de Congresos de Zamora. El texto y el compromiso de financiación han sido definitivamente aprobados por el Gobierno Regional el pasado jueves. La opción elegida por Vázquez e impulsada por Herrera, el teatro de la Universidad Laboral y el edificio anejo, será pronto realidad. Todo lo dicho verifica que la nueva corporación va tomando el pulso a la gestión municipal. El trabajo callado de los primeros meses, para enlazar dos mandatos con diferentes mandatarios, surte efecto. Y por cierto, algo tienen en común todas las reseñas anteriores. Aunque a algunos no les guste o no lo quieran reconocer, son una parte importante de lo que ellos mismos han dado en llamar “la herencia”.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Nos esfumamos

Dice un informe del Instituto de Política Familiar de Castilla y León, que la provincia de Zamora reducirá su población en más de 23.000 personas durante los próximos veinte años, uno de cada diez de los que hoy vivimos en ella. Además, debido a la elevada edad media de los zamoranos, la población activa se reduciría también notablemente y paralelamente nuestra economía. El dato de Zamora no es divergente del que se da para el conjunto de la Comunidad. Se apuntan caídas poblacionales en todas las provincias, incluida la “centralista” Valladolid. Que me perdonen los sociólogos, pero creo poco en proyecciones a tantos años vista. Nunca hasta ahora han acertado. Aún así, estas llamadas de atención son buenas cada cierto tiempo si sirven para reflexionar en ámbitos públicos y privados. El instituto que elabora el estudio, busca concienciar a los poderes públicos de la necesidad de incentivar las ayudas a la natalidad y de protección de la familia. Ahí estoy plenamente de acuerdo, siempre que se haga reduciendo la fiscalidad, no con subvenciones, políticamente más vistosas, pero mucho menos eficaces. Cuantos menos impuestos se nos detraigan a los ciudadanos, mejor para todos, seamos familias o individuos. Está demostrado que salvo en los casos en que estrictamente se justifica la acción del Estado, la sociedad civil es mucho más eficiente en la gestión de los recursos. No obstante, si creemos a pies juntillas los augurios demográficos tendremos que concluir que Castilla y León es inviable económicamente como Comunidad, argumento perfectamente defendible, máxime si a la hora del reparto de los dineros estatales se atiende cada vez más al criterio de la población y menos a la extensión del territorio. Concluiríamos también que a medio plazo, entre otras, nuestra provincia estaría abocada a la desaparición. Y hombre, eso sí que no. Ahora resulta que ni siquiera vamos a dar tiempo a que el cambio climático acabe con nosotros. Nos esfumaremos antes por nosotros mismos. Hora es de plantearnos algunas cuestiones de las que no suelen gustar a políticos y ciudadanos. Para los primeros y lo dije también cuando “ejercía”, ¿para llegar a esto, se justifican tantos escalones administrativos como existen? Ayuntamientos, Mancomunidades, Diputaciones, Comunidades Autónomas y Gobierno Central. ¿No sobrará racionalmente algún escalón? Un día les daré mi opinión y también sobre otra pregunta, ¿Podemos hacer algo los zamoranos? Dos interrogantes más. Por qué cada vez que alguien plantea invertir en Zamora lo miramos con recelo o creamos plataformas “contra”, incluso antes de saber exactamente de qué se trata. Por qué cuando un empresario zamorano triunfa y prospera, enseguida se extienden los rumores sobre su inminente ruina o se le acusa soterradamente de actuaciones irregulares, cuando no directamente ilegales… Si la contestación es “porque somos así”, entonces, decididamente, nos esfumamos.

domingo, 4 de noviembre de 2007

La Sentencia.Tres apuntes.

Los jueces. El Tribunal, presidido por Gómez Bermúdez ha dado una lección de las que reconcilian con la justicia. Con su dirección con mano firme de la vista oral, guardando el secreto del fallo sin filtraciones hasta su lectura pública y lo que es más importante, el fallo en sí. Una buena sentencia, sólida y fundamentada. Seiscientos folios de pronunciamiento rotundo y sin más fisuras que el no profundizar en ciertos aspectos y lagunas. Pero esto hubiera correspondido más a la fase de instrucción. Esclarecedora, tanto por lo que dice, quiénes de los imputados participaron en el atentado, como por los silencios; mentor y motivación. Nada de ETA, tampoco de Irak o Al Qaeda. Los jueces han urdido bien las mimbres que la investigación policial y la instrucción judicial pusieron en sus manos, otra cosa es que éstos sean completos o adecuados. En esto, el fallo ha sido también valiente. Por las condenas y sobre todo, por las absoluciones, las decisiones más difíciles de adoptar y de comprender. La ley. Se habla de decenas de miles de años de condena, pero lo cierto es que sólo tres de los condenados cumplirán los cuarenta años de prisión máximos que establece nuestro ordenamiento. Uno de los veintiún condenados no llegará a entrar en la cárcel y del resto, se prevén como máximo doce años para que vuelvan a pisar la calle. La mayoría, antes de siete años. No es problema de los jueces. Sí de los políticos que aprobaron en 1995 el Código Penal en vigor, el código Belloch. Y de esa inspiración penal progresista, que viene a defender que los delincuentes son meras víctimas de la sociedad. También de quienes no se atrevieron a modificarlo. Así nos luce, en éste y en tantos casos como a diario encontramos en los periódicos. Los políticos. Mala nota con carácter general. No todo puede entrar en el juego político. Desde que Alfonso Guerra dio por finiquitados a Montesquieu y la separación de poderes, el espectáculo es cada vez más lamentable. La sandez elevada al cubo es la propuesta de Llamazares para que el Parlamento “ratifique” la sentencia. A veces el subconsciente aflora. Quizá estaba pensando en el régimen soviético, no en una democracia parlamentaria. Y el empeño de los socialistas por negar cualquier posibilidad de investigación complementaria ulterior. Toda la instrucción se basaba en que había autores intelectuales, pero los señalados como tales han sido declarados inocentes. No es ningún crimen apoyar que se investigue si hubo otros. La propia sentencia deja esta puerta abierta. Algunos se ponen muy nerviosos, pero ¿por qué descartar que en esta ecuación de infamia y muerte quede por despejar alguna “X”?

miércoles, 31 de octubre de 2007

Al Gore en Carrascal

Vivimos esclavos de lo políticamente correcto o más bien, de lo mediáticamente correcto. Los temas que nos preocupan, son aquellos que ciertos gurús catódicos impulsan en función de sus intereses. Llevamos meses sometidos a una espiral apocalíptica, alrededor de los catastróficos efectos del supuesto cambio climático. Quien osa discrepar de esa verdad absoluta que nos acaban de descubrir, es como mínimo tildado de “escéptico”. Como si la ciencia no fuera, por definición desde el principio de los tiempos, puro escepticismo. Cómo sin escepticismo se podrían haber ido rompiendo sistemáticamente los sucesivos paradigmas; es decir, el conjunto de verdades científicamente aceptadas, diferentes en cada estadio de la evolución del conocimiento del mundo que nos rodea. Sin escepticismo científico, sin discrepar de lo pacíficamente admitido por consensos político-científicos, mucho más amplios, que el que ahora sustenta las teorías del desastroso efecto del hombre sobre la pervivencia del planeta, Galileo, Newton o Einstein serían hoy meros inquilinos de tumbas anónimas. Y sin embargo, ahora lo que se lleva es mirar embobados la tele cuando sale en ella Al Gore. Propietario, entre otros negocios, de minas altamente contaminantes. Vicepresidente de los Estados Unidos cuando éstos se negaron a firmar el Protocolo de Kyoto. Derrotado en las Presidenciales americanas por Bush, (dicen que ganó el listo). A partir de ahí, como Pablo de Tarso, vio la luz. O sea, un atajo hacia la Presidencia. Sólo que Gore no se cayó del caballo como Pablo. Él, sigue montado en su jet privado, que tal y como desvelaba el domingo, el periódico La Nueva España de Oviedo, ha emitido a la atmósfera veinte toneladas de CO2 en su periplo hispano de una semana. Mientras su avión contaminaba más que todos los coches de Zamora juntos, recogía el Premio Príncipe de Asturias e impartía conferencias a doscientos mil Euros por viaje. Tacita a tacita, el ecologismo de pandereta, la doble moral que tanto admira nuestra progresía sigue subiendo enteros. No es que no tengamos que redefinir nuestro modelo de relación con la naturaleza. Obligado es hacerlo. Pero no con el marketing de un tele-predicador. Me quedo con patrones más cercanos. Prefiero la humildad y la comunión con la naturaleza, la tierra y lo auténtico que se puede contemplar en la última exposición de Enrique San Esteban. Hasta el sábado en la Galería Espacio 36. Hay más verdad en un solo cuadro de San Esteban, en sus corrales, gallos, gallinas y polluelos, en sus labradores, segadores y hortelanos, en su barro y madera, que en cien conferencias de Al Gore. Que nos hable Enrique del cambio climático. Ningún juez dirá que nuestro pintor miente y tampoco necesita un jet para ir y venir de su querido Carrascal.

domingo, 28 de octubre de 2007

"La Herencia" (Prólogo)

Era el año 1995. Andrés Luis Calvo, tótem sagrado de la política zamorana, presumía de poder gobernar el Ayuntamiento por fax. Las huestes socialistas, dominaban con tranquilidad el panorama electoral confiando en que por fin romperían el conjuro de Zamora. Nadie en la transición, había sido Alcalde en dos ocasiones consecutivas. Siempre los ciudadanos se habían decantado por la alternancia. Esta vez las cosas pintaban bien. El líder se mostraba confiado. El P.P. no había encontrado candidato hasta los últimos días de enero. Un tal Vázquez, con una buena trayectoria profesional vinculada a la banca, pero últimamente en horas bajas en su entidad, recogía el estandarte que había sido derrotado cuatro años antes por unos escasos ciento cincuenta votos. Sin experiencia política, sin notoriedad social, sin conocer en profundidad la ciudad que aspira a gobernar y de la que ha estado ausente durante la mayor parte de su vida profesional. Es acompañado por antiguos concejales, un par de nombres con peso político y un puñado de nuevas incorporaciones. Apoyado sin demasiado entusiasmo por la dirección de su partido, cuenta con el único empuje convencido de una treintena de jóvenes de Nuevas Generaciones, un intelectual con los pies en la tierra, Juan Villacorta y un trotón con los pies siempre en polvorosa, el diputado provincial Ricardo Ferrero. El cóctel no se le antoja explosivo, ni a los rivales, ni a los sesudos analistas. Abril, finales. El PSOE decide comenzar su campaña electoral. Antonio Vázquez y su equipo dan la suya por culminada. En una reunión de seguimiento, en la semiclandestina sede de campaña, se concluye que a partir de ese momento habrá muchas fotos para todos, debates, mensajes y cábalas. Pero la campaña de verdad, la del cara a cara, ciudadano a ciudadano, calle a calle, asociación por asociación está cumplida. “Alea jacta est”, la suerte está echada, el Rubicón, cruzado. Las encuestas avanzan ligera ventaja popular, cerca de la mayoría absoluta. Insuficiente para gobernar frente al pacto PSOE-IU. Como cuatro años atrás, entre once y doce mil votos para cada una de las dos fuerzas mayoritarias. Algunos no nos lo creíamos, pero acertaron… bueno, sólo en parte, los socialistas bajaron apenas cuatrocientos, mantuvieron once mil cien sufragios. En Vázquez y los suyos, confiaron diecisiete mil seiscientos zamoranos. Seis mil más de lo previsto por nuestros más afamados augures de la política y la prensa diaria. Era Junio. Un programa con cien propuestas. Un equipo cohesionado y pletórico de ilusión. Un líder sin horarios ni vacaciones, que prendía los cigarrillos de dos en dos mientras hablaba a la vez por dos teléfonos. Y el conductor oficial, Serapio, a punto de comenzar su Vía Crucis. Empezaba a fraguarse lo que doce años más tarde, algunos bautizarían como “la herencia”.

miércoles, 24 de octubre de 2007

El Museo de Lobo

Las calles de Valladolid brillan estos días con las esculturas de Baltasar Lobo. La muestra, idea inicial de Pedro Roda y continuada con empeño por José Luis González Prada tiene vocación itinerante. Embajada de Zamora y el mejor anuncio de lo que pronto será el Museo Lobo, en el Castillo Medieval y en nuestras calles. Todo un acierto para la divulgación de la obra del escultor fuera de la provincia. No es fácil para el público acercarse al arte contemporáneo, algo más que justificable, por la dificultad de comprensión de lo abstracto y también por la bazofia a la que con frecuencia se le da tal apelativo. La obra de Lobo, se sale en este sentido de lo común. Es cercana a quien la contempla, sus formas, familiares. Agradable a la vista y plenamente comprensible, dentro de una complejidad escultórica verdaderamente magistral. Las piezas del escultor zamorano se dejan acariciar por la mirada y eso multiplica su atractivo. Cualquier espectador que tropiece con ellas en la calle será un probable visitante futuro del museo. En él, más de setecientas piezas. Un legado que para la ciudad consiguió Antonio Vázquez, con la generosa colaboración de hermanas y sobrina del escultor y tras una dura negociación con el fisco francés. Y el mejor marco, el castillo, cuya restauración exterior avanza a buen ritmo, dentro de lo sensible de la actuación. Con proyecto de Francisco Somoza y ejecución de Rearasa, un orgullo de empresa zamorana, líder nacional en tratamiento de la piedra, quedará todo dispuesto para la habilitación como museo proyectada por Rafael Moneo y que ya recibió el visto bueno del ayuntamiento y de la familia Lobo. Sorprende por ello, la extemporánea propuesta del portavoz socialista municipal de ubicar el museo en la antigua sede del Banco de España. No digo que no fuera buena opción, aunque el espacio disponible no parece suficiente, tal y como ha expuesto la teniente de alcalde Mar Eleno y plantearlo a estas alturas, está fuera de lugar. Además, ¿no nos prometió Zapatero para esta legislatura la apertura en ese inmueble del museo de la Vía de la Plata? Se ve que no hay intención de cumplir, además, que sepamos no hay ni proyecto. Si aceptas mi opinión, Carlos, pídele a Z el edificio para la Cámara de Comercio. Su sede y el vivero de empresas que pretenden construir serían el mejor destino. Aunemos en Lobo y el castillo, la Zamora del esplendor medieval y de la mirada sin complejos a lo contemporáneo de calidad. Así lo hemos hecho en otros edificios y en las calles del Casco Histórico. Por eso y para bien, se destaca ya a Zamora.

domingo, 21 de octubre de 2007

Alcaldes de pueblo

Ayer celebramos el Día de la provincia, o mejor, de los Alcaldes y los Concejales de los pueblos, villas y ciudades que integran Zamora. Acostumbramos a criticar la labor de los políticos. Hoy quiero romper una lanza, que sirva de homenaje personal por la labor que desarrolla ese grupo concreto de políticos en nuestros pueblos. Los partidos a los que pertenecen, y no hay en esto excepciones, se olvidan durante tres de los cuatro años de cada mandato, de que su fuerza en provincias como la nuestra proviene precisamente de sus bases. Del conjunto de militantes, pero muy especialmente de las decenas o centenares, según los casos, de esos cargos electos a los que, ¡oh ingratitud! se consideran de menor importancia. Si el Partido Popular, mi partido, gana en la provincia de Zamora elección tras elección, no se debe, exclusivamente a la fortaleza nacional de sus siglas o a la ideología que defiende y propugna. No se debe, desde luego, a la gestión de las instituciones de ámbito provincial o regional. Se han vivido momentos e incluso algún mandato completo y no muy lejano, por los que algún día habrá que pedir disculpas a los ciudadanos y votantes y que hubieran merecido un cierto castigo. El gobierno de la Diputación no lo dan los votos directos de los electores, lo otorga el contar con los mejores hombres y mujeres defendiendo el ideario hasta en el más pequeño municipio. Si el Partido Socialista, no ha conseguido voltear esa situación, se debe a que siempre le ha faltado esa malla de Alcaldes que garanticen su presencia por doquier. Son los concejales y sobre todo los alcaldes de áreas rurales, el verdadero político vocacional. Veinticuatro horas al día. Siete días a la semana. Cualquier problema, cualquier situación, siempre de guardia. Y por si esto fuera poco, en agosto, nada de vacaciones, llegan los “emigrantes” a quejarse de cómo está el pueblo y a dar lecciones de cómo hay que hacer las cosas. Y el alcalde a aguantar; cualquiera trata de hacerles entender que agosto no es abril y mucho menos diciembre y Sayago no es Manhattan. ¡Y además sin dinero! Así que un brindis por todos ellos, de todos los partidos, de todas las comarcas. Y mi deseo para ellos: que cuando acudan a otras instituciones a pedir ayuda, no necesiten cita previa, se les reciba, se les escuche y en la medida de lo posible se les haga caso. ¿Es fácil, verdad? Pues eso, que se vea que es verdad que no hay nada más importante en política que ser alcalde de tu propio pueblo.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Garzón o la Justicia

Baltasar Garzón ha vuelto a las primeras páginas de los periódicos, al ordenar el encarcelamiento de los dirigentes formales de la terrorista Batasuna. Que quienes incumplen sistemáticamente la ley tengan que vérselas con la justicia es bueno per se. La noticia parecería inmejorable. Pero no lo es desde el respeto a la primacía del derecho. ¿Por qué esta decisión ahora y no hace meses? Sólo una respuesta, ¡estábamos en tregua! Pero, ¿quién estaba en tregua? ¿ETA, o el tercero de los poderes del Estado, el Judicial? Platón expresó, “la peor forma de injusticia es la justicia simulada”. Y si esto no es justicia simulada, se le acerca demasiado. El Ministro de Justicia manifestaba hace unos días sobre la posible ilegalización de ANV, otro de los nombres del mismo entramado terrorista, que se procedería a la misma, cuando conviniera al juego. Decía Cicerón desde Roma, cuna del edificio jurídico occidental, que hacer depender la justicia de las convenciones humanas es destruir la moral. El pensamiento del ministro, es aún más peligroso. No parte siquiera de las convenciones, los puntos de acuerdo aceptados por la generalidad de los ciudadanos, sino en la forma más grosera, de la conveniencia del gobierno de turno en un momento determinado. Sostiene Garzón con su comportamiento y declaraciones, que cabe la justicia intermitente. Ahora aplicamos la ley, ahora no. Acaso ya no ejerza de juez. En Agosto, en una conferencia en el Festival de la Espiritualidad de Edimburgo confesaba, “siempre quise ser más que un juez”. Uno de los argumentos más manoseados por los terroristas vascos para mantener apoyo social y captar adeptos, ha consistido en acusar al Estado de no cumplir las leyes. Mantienen que los juicios en que se les condena no son justos y niegan sistemáticamente la legitimidad de los Tribunales españoles. Parcialmente, a estos argumentos se han sumado los nacionalistas moderados, si es que existen, cosa más que dudosa. El mensaje ha calado en muchos vascos, sobre todo jóvenes y a veces en organizaciones internacionales pro derechos humanos. Recurrir, como hizo el ya entonces más famoso juez español, en el caso de los GAL a la justicia con freno y marcha atrás una vez seducido políticamente por Felipe González, dañó la credibilidad de nuestro Estado de Derecho. Reconocer la motivación política de sus actuaciones durante y después de la falsa tregua, perjudica a la lucha contraterrorista. Frente a los modernos jueces de diseño, siguen valiendo los clásicos. Termino con Sófocles: “Sólo el tiempo puede revelarnos al hombre justo; al perverso se le puede conocer en un solo día”. De Garzón hemos tenido muchas portadas.

domingo, 14 de octubre de 2007

Turismo en Zamora

Acertado editorial. Este periódico fijaba días pasados en el sector turístico, la base para el desarrollo de la provincia de Zamora. Coincide en el tiempo el editorial, con una serie de manifestaciones públicas o publicadas en las que, sin aporte de datos, se viene a decir que el turismo en Zamora sigue brillando por su ausencia. Nos ocurre a menudo a los zamoranos, que pasamos el tiempo hablando de nuestros deseos de un mejor porvenir y cuando llega, nos empeñamos con casi cruel desmesura en restarle importancia, darlo por obvio o hacer sarcasmo. Será consustancial a nuestro acendrado pesimismo. A nuestra amplia gama de complejos o a la huella de ese caciquismo atávico que tanto potencian aquellos que más dicen combatirlo. No existe en la economía provincial ningún otro sector con un crecimiento tan exponencial en pocos años. La iniciativa pública y la apuesta y el buen quehacer privados han construido un escenario imposible de soñar hace apenas un lustro. Aportemos datos. Sólo en la capital hemos pasado de uno a seis hoteles de cuatro estrellas, de noventa y nueve a seiscientas plazas y de ciento setenta a doscientas treinta y cinco en tres estrellas desde el año 1999. El número de viajeros se multiplicó por dos y medio y el de pernoctaciones por cuatro. El mayor número de visitantes que se concentraba desde el emblemático mes de abril hasta septiembre, se extiende ahora de febrero a noviembre. El porcentaje de ocupación media anual se acerca al cincuenta por ciento; cifra comparativamente alta. Los meses más fuertes supera el sesenta y cinco y los fines de semana se aproxima al noventa por ciento. Añadamos al cuadro que en 2006 tuvieron lugar en Zamora ciento noventa y cinco congresos y seminarios. La estancia media de quienes nos visitan ha pasado de 1,22 días a más de 1,70. El turismo ha supuesto el último año una aportación estimada de más de seis mil millones de las antiguas pesetas al PIB local. Y por cada trabajador de hostelería del año noventa y nueve, hoy hay tres. En el conjunto de la provincia, por último, la oferta de turismo rural se ha multiplicado por diez. Juzguen ustedes mismos.Las más importantes cadenas hoteleras nacionales han apostado por Zamora y no precisamente para perder dinero. Apostemos todos, sabiendo además que el presente es óptimo para afrontar los nuevos retos, que los hay. Entiendo no obstante, que con datos positivos y optimismo es más difícil escribir cuentos, hacer chanzas o mirarnos el ombligo. Fatalistas que somos. Pero ya ven, es lo que hay.

miércoles, 10 de octubre de 2007

La Guardia Civil

En otros tiempos, no tan lejanos, eran las “correrías” de la Guardia Civil, que llegaban a abarcar varias jornadas, la garantía de que el orden imperara hasta en el más pequeño núcleo habitado. Cómo pintar nuestros paisajes rurales en los últimos ciento sesenta y tres años, desde su fundación por el Duque de Ahumada, sin que en el cuadro aparezcan dos tricornios. También hoy en día, quienes saben de seguridad, ven en la Benemérita, uno de los mejores cuerpos policiales del mundo. Por especialización, formación de sus efectivos e incorporación de los últimos avances tecnológicos a su labor diaria. Contaba el humorista José Luis Coll, como en cierta ocasión, una patrulla de tráfico lo paró por conducir con exceso de velocidad. Les pidió que lo multaran enseguida, porque tenía que irse rápidamente. Su padre estaba agonizando y quería llegar antes del desenlace final. Ante esto, no sólo no lo multaron, sino que le abrieron paso y lo escoltaron hasta su destino. Son detalles que hacen a esta Institución diferente y fundamentan su alta valoración por los ciudadanos. La Guardia Civil gusta, porque asiste, auxilia y defiende. Ello a pesar de, a veces, su leyenda negra. De manchas como Luis Roldán o los GAL. De que en ocasiones políticos efectistas hayan propuesto su disolución. Del agravio comparativo en cuanto a retribuciones o la escasez de presupuesto para su funcionamiento. Y también y soy más crítico, de su utilización política como máquina de recaudar a golpe de radar en carretera. Es curioso y lamentable; los radares, fijos y móviles, no se ubican con carácter preferente en puntos negros de la red viaria, carreteras peligrosas o tramos inseguros. Lo habitual es encontrarlos en autovías y autopistas, en rectas y lugares donde salvo el recaudatorio, no se imagina objetivo. ¿Exagero? Otro día me extenderé detalles. Hoy, mi reconocimiento a quienes, desde las distintas Comandancias se esfuerzan cada día por cumplir con su deber. Por llevar a gala lo que afirman en himno y lema. El honor como divisa. Y fíjense cómo son las cosas. Ahora que los asesinos de ETA recrudecen su barbarie, conocemos que en las negociaciones con el Gobierno, se quejaban los terroristas de que no cejaba la actuación de la Guardia Civil. Ante ello, los enviados gubernamentales sólo pudieron contestar que por escrito no se podía dar orden de pasividad y sin eso, la Guardia Civil sólo obedece al Duque de Ahumada. Por ello, y por la celebración de vuestra patrona, la Virgen del Pilar, ¡Felicidades!

domingo, 7 de octubre de 2007

España y el jardín

“Hoy comienza una nueva etapa en la Historia de España. Esta etapa, que hemos de recorrer juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva. La monarquía será fiel guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el pueblo(…)Si todos permanecemos unidos habremos ganado el futuro. ¡Viva España!” Era el 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I, hacía su primer discurso tras ser proclamado Rey. Dentro de seis días, se celebra el Día de la Hispanidad, nuestra fiesta nacional. A diferencia de otros años, al menos en las dos últimas décadas en que pasaba bastante desapercibido, correrán ríos de tinta. Los españoles somos pendulares, de un extremo al otro. ¿Cuál ha sido el detonante para esa alteración tan radical de las circunstancias? Algo no hemos hecho bien, cuando España, o sea nosotros mismos, teme de nuevo caminar por el filo. Cuando la Constitución, que era de todos, pasa a ser argumento de confrontación ideológica. Cuando los elementos que hace sólo cuatro años todos entendíamos consustanciales a nuestro modelo de convivencia, inamovibles, viran a ser diana. Esta es nuestra España, en la que, descripción de Machado, de cada diez cabezas, una piensa, nueve embisten. ¿Qué falla? Seguramente lo que nuestros mejores pensadores a lo largo de la historia más han echado en falta en nuestra idiosincrasia: reflexión y responsabilidad. No sólo por quien gobierna y quien aspira a hacerlo; sino del conjunto de los ciudadanos. Como apunta Ralston Saul en su libro la civilización inconsciente, el fracaso de la democracia es el del ciudadano, no del político. Falta algo más, estadistas. Políticos que separen aquello que es susceptible de la controversia política de aquello en lo que no son admisibles los globos sonda, las verdades a medias, las batallas electorales, las veleidades. Define el escritor Álvaro Mutis, la quema de fotos del Rey, como la eterna capacidad que tiene la gente de autoinmolarse. Con la cómplice indolencia estratégica, que tan bien caracteriza al Presidente del Gobierno y la excusa de los nacionalismos, se abre un debate más amplio, más sensible. Si no hay un acuerdo amplio para cerrarlo con inmediatez, todos vamos a estar en él más pronto o más tarde. No digo que sea ni bueno ni malo; mientras seamos conscientes, como colectividad y como individuos de lo que nos jugamos. Parafraseando a Borges, de vislumbrar qué nos espera al final de cada bifurcación, en este sendero que cruza el jardín en el que, una vez más, nos hemos metido.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Educación y Ciudadanía

Está empecinado el gobierno en imponer a todos los escolares y a sus familias ese saco de disparates llamado “educación para la ciudadanía”. La asignatura, a juzgar por sus contenidos y la forma en que éstos son presentados, no deja de ser un mal remedo de lo que en otro tiempo, la dictadura llamaba “formación del espíritu nacional”. Y qué quieren que les diga, ni aquello, ni esto. Mal está que el Presidente Zapatero quiera reescribir la Historia, mal que valore más lo malo de la Segunda República que lo que de bueno tuvo. Pero que copie hábitos dictatoriales, sólo se entiende sabiendo que el pensamiento de corte totalitario es uniforme con independencia del momento y las circunstancias en que aflora. La educación en valores, como llaman sus defensores al adoctrinamiento que pretenden para las nuevas generaciones, corresponde a los padres. A lo largo de muchos años, desde las filas de la izquierda se ha querido hacer desaparecer la diferenciación entre instrucción pública y educación. Aquélla debe corresponder al Estado, que garantice así la igualdad en el acceso a la formación, pero la educación es competencia, responsabilidad y derecho de los padres. Miles de padres han manifestado objeción a que sus hijos sean víctimas de esta asignatura. Un colegio concertado en Cataluña ha dicho que no impartirá la disciplina. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha admitido a trámite el recurso de un grupo de padres al respecto. Y en definitiva un fortísimo rechazo social se cierne sobre una ley que demuestra así, ser claramente inapropiada, inoportuna e innecesaria. El gobierno, mientras tanto, se enroca en su posición. Amenaza incluso con el suspenso inamovible a aquellos alumnos que no la cursen. Esto en un país donde se ha eliminado el significado de la palabra suspenso. Donde en pro de lo que llaman igualdad de oportunidades, se garantiza que ningún estudiante pueda repetir curso durante la escolarización obligatoria. El talante se mantiene agazapado en las trincheras. Mientras tanto, en un magnífico ejemplo de educación y ciudadanía, Víctor Manuel, artista admirable, no por la canción elogiosa hasta el rubor que dedicó a Franco en 1966, sino por el resto de su carrera, se despachaba en un acto de homenaje recibido en Asturias. Llamaba “hijo de puta” al portavoz de la Conferencia Episcopal. En la misma ciudad el Rey era abucheado, nadie sabe exactamente porqué, salvo porque somos cainitas y está de moda. Si estos son los valores que pretenden transmitir a nuestros hijos a la fuerza, conmigo y los míos desde luego que no cuenten. Como liberal, evidentemente, objeto.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Cien días

Parto de la premisa de que los “cien días” equivalen, utilizando el símil del automovilismo, no más que a la vuelta de reconocimiento; ésa que se da al circuito a paso lento para poner a punto las mecánicas y calentar neumáticos. Después empieza la carrera. En gestión pública ocurre lo mismo. Máxime cuando como en el caso del Ayuntamiento de Zamora, los dos pilotos con mayor equipo son nuevos en la competición y aún persiste el recuerdo y la inercia del muchos años anterior campeón. Tras la mala pretemporada en forma de campaña electoral, ambos comienzan titubeantes, como fuera de sitio. A las dudas se unió Adeiza. Tras cumplir su objetivo de ser fuerza decisiva, no se atrevió a ejercer el poder otorgado por arte de la ley D’hondt. Ahora necesita otra razón de ser. Mientras tanto observan y esperan. El triunfo mal gestionado se convierte en fracaso. Izquierda Unida, más de los mismo mientras funcione, algo inventado hace años por Rodríguez San León. El comienzo ha sido flojo, es innegable, pero de eso no se infiere la labor posterior. La alcaldesa necesita más tiempo para hacerse al puesto. En contra de lo que piensan otros altos cargos, incluido lo que probablemente pensaba mientras lo fue, la Consejera Valdeón, es más complicado ser alcalde que consejero. También su equipo ha de ensamblarse y completar el rodaje previo a demostrar de qué es capaz. Veremos si hay mimbres, aunque de la capacidad de algunos concejales no tengo ninguna duda. Lo mismo la oposición. ¿Acertará en los argumentos de crítica, huirá de la demagogia fácil? En ello estará la clave de su éxito a corto y largo plazo. De momento unos y otros tienen excusa para su poca actividad novedosa; las actuaciones que venían en marcha, a caballo entre ambos mandatos. Es fácil para la oposición, en lugar de aportar nuevas propuestas, ceñir su crítica a los asuntos “heredados”, aunque en algunos, casi todos, fueran copartícipes. Es cómodo para el gobierno, aunque poco inteligente, no asumir como propio lo que ya estaba en marcha, o más bien, no asumirlo desde el principio para aplicarle rápidamente las correcciones que estimen pertinentes. Los acuerdos adoptados en un mandato siguen legalmente vigentes en el siguiente. Así es siempre. Mantener el protagonismo de lo antiguo otorga a todos, no obstante, tiempo para tomar tierra. Del futuro, nada está escrito. Que será un mandato complicado y sinuoso se percibe. Que será más táctico que estratégico, se atisba. Que el comienzo no ha sido explosivo, es evidente. ¿Será que los cuatro líderes son funcionarios de carrera?

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Otaola

Se cumplen estos días, los cien desde la constitución de las corporaciones locales. De acuerdo al uso, hoy habría de escribir del Ayuntamiento de Zamora, de su gobierno, de la oposición, y de los “depende”; pero, disculpa amigo lector, eso será el domingo. Hoy no me sale, no puedo y no me da la gana. No mientras en España, en nuestro Estado Social y Democrático de Derecho (así nos definimos en la Constitución que todos aprobamos), en nuestra “democracia avanzada” admitamos, toleremos o justifiquemos que a la Alcaldesa de un pequeño pueblo, español por vasco, se la acose, injurie y amenace de muerte impunemente. No mientras siga en la diana por ejercer sus responsabilidades como representante de los ciudadanos y tratar de cumplir y hacer cumplir la ley. Su falta, izar la bandera de todos en el balcón del Ayuntamiento de Lizarza, el único, eso sí, en la provincia de Guipúzcoa. Decía Savater hace unos días, que a él, la idea de España se la sopla. Sinceramente, a mí también si esa España, la institucional, la oficial, mira hacia otro lado y ampara de ese modo la privación de derechos y libertades individuales. Si admitimos que la masa, por ser masa y por ende embrutecida, puede impedir por la fuerza el cumplimiento de la ley. Es Regina Otaola de esos escasos políticos cuya personalidad engrandece el cargo que ocupan. Una mujer que no necesita de cuotas, ni de mecenas, para dar ejemplo cada día creciéndose ante la adversidad. Conocemos a mujeres políticas (indudablemente en mejor contexto), también aquí en Zamora, cuyo corazón, grande y fuerte, está hecho de esa misma madera. Ana Riesco en Morales del Rey y Carmen Allende, hasta hace poco en Villalpando, son dos excepcionales, que no únicos ejemplos de lo que escribo. En los buenos y malos momentos, sus vecinos siempre se lo reconocieron, aunque “oficialmente” no siempre fueran cómodas y nunca premiadas. ¡Es la política! según dicen. Para el sábado han convocado una nueva manifestación contra Otaola. Si la sociedad no estuviera adormecida, prematuramente derrotada, todos saldríamos ese día a la calle a decirle, Regina contigo sí. Que se escondan ellos, no tú. Nada ocurrirá. Otaola que es recia, resistirá en el gulag en que unos por activa y otros por pasiva han convertido Lizarza. Allí luchará para que un año, abril florezca. Son sus cien días y los de tantos otros vascos los que admiro. Del resto, lo importante empieza el día ciento uno. ¿Lo habido hasta ahora?, como a Savater, ¿saben?

domingo, 23 de septiembre de 2007

El Espejo de Tinta

Información y opinión, son las dos caras de esa moneda de papel a la que llamamos “periódico”. En el anverso, la información, descripción objetiva de cuanto acontece. En el reverso, la opinión, el análisis, fundado pero subjetivo por definición de esa misma realidad. Ambos son inescindibles y a la vez opuestos. Sorprende por ello, cuando un articulista se ofende porque algún lector lo tacha de poco objetivo. Sorprende igualmente, que a algunos lectores les escandalice la profesión de subjetividad de tal o cual columnista. El artículo de opinión, es precisamente eso, opinión personal aunque transferible, potencialmente compartible por el lector. No es, por tanto, sino un espejo de esa realidad sobre la que se cierne. Los espejos no reproducen literalmente la imagen original. Ya de entrada, nos la devuelven invertida. No es la misma imagen, sino su representación vista desde enfrente. Existen además espejos que agrandan los objetos que reflejan, que los reducen o que los distorsionan; como aquellos que ubicados en el madrileño Callejón del Gato permitían filosofar a Max y Don Latino, a petición de Valle Inclán: “los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento”. El artículo debe aportar al lector el reflejo de los hechos y las ideas, reflexión sobre los mismos y también especulación. Reflejo y reflexión. Espejo y especulación. Y la exageración de lo adjetivo, ese “esperpento” que a veces permite, deformación mediante, captar la verdadera esencia de la realidad, eludiendo máscaras y señuelos. Como tal espejo, por otro lado y a diferencia de la literatura con mayúsculas, el artículo de opinión no tiene afán de perduración, de trascendencia en el tiempo. Como la imagen reflejada, es en sí mismo superficial y etéreo. Si el espejo no tiene memoria, el artículo, con muy contadas excepciones, muere casi a la vez que nace. No ha de ser el tiempo su juez. Su existencia es breve, he ahí su grandeza. Umbral, recién desaparecido, entendió como pocos este arte de lo efímero y quizás hoy ya tiene respuesta para una de las preguntas que otro gran articulista, Juan Villacorta se hace en su libro “El Oficio de la Naturaleza”, si también es el tiempo un espejismo. Y viene todo esto a cuento, respetado lector, porque ha tenido a bien el Director de La Opinión-El Correo de Zamora, invitarme a ocupar periódicamente un espacio en esta tribuna. Doce años trabajé construyendo la realidad de nuestra ciudad, me piden ahora que la ausculte y diseccione. No prometo objetividad, mi compromiso es más bien de subjetividad. Independencia toda, salvo de mí mismo y mi circunstancia. Paso al otro lado del cristal; será, con la venia del gran Borges, mi “Espejo de Tinta”.