miércoles, 30 de septiembre de 2009

Grandes pequeñas respuestas

“El hombre ya no intenta responder a las grandes preguntas, las evade”. Lo decía ayer en estas páginas Domingo Dacosta, quien durante 24 años ha sido máximo responsable de Cáritas en Zamora y a quien muchos llamamos el obispo de los pobres. Domingo, don Domingo es un hombre de grandes inquietudes religiosas y sobre todo, sociales. En él se conjugan la sólida visión trascendente de su formación teológica y filosófica con una lúcida perspectiva de tejas abajo. Ese estar pegado a la tierra y a la piel de los más desfavorecidos aporta a cualquier conversación con él la sensación de que no es de aquellos que evaden las grandes preguntas. Tampoco de aquellos que dan grandes respuestas abstractas, teóricas y omnivalentes. Quizás por ser cocinero antes que fraile es doctrinario en muy escasas ocasiones, sin que eso haga que no sea firme e inflexible en sus convicciones más íntimas. Por sus hechos los conoceréis, nos dice el cristianismo. Tanto Domingo como Cáritas de Zamora durante todos estos años pueden presumir precisamente de hechos y la sociedad zamorana dar fe de ellos. Dacosta, también se trasluce en la entrevista, tiene un profundo sentido de la justicia y un ansia inagotable por ayudar a su advenimiento en las circunstancias más cotidianas de la vida. Es verdad que la justicia tiene para él un particular sentido no siempre fácil de comprender por los demás, lo que lo hace también merecedor de la crítica de muchos que no comparten su forma de actuar y, seguramente, no todos sin razón. Domingo no oculta que la suya es una justicia “con trampa”, pues cuando durante todos estos años lanzó una moneda al aire, siempre ha caído del mismo lado. Cuando ha tenido que tomar postura, siempre lo hizo, tuviera más o menos razón, a favor del más débil. Aunque en realidad, tal vez ésa sea la verdadera justicia. Sólo tratándose de futbol lo he visto romper esa máxima. Ahí siempre está con el poderoso. Es blanco hasta el límite de lo impío, lo que demuestra que es humano, aunque también en esto, de cuando en cuando, en el pecado lleva la penitencia. Ahora deja la dirección de Cáritas para pasar a otros cometidos eclesiásticos. Seguro que queda en buenas manos. En una época en que como los hongos, surgen ONGs hasta del estiércol, las dependientes de la Iglesia no son las únicas elogiables, pero sí las que mejor cumplen los fines para los que fueron creadas. En estos tiempos de crisis, paro, inmigración, desarraigo y sustitución de los valores universales por el vacío de valores, siguen siendo, al menos, tan necesarias como siempre. Enhorabuena, Domingo. Gracias por no evadir las grandes preguntas y dar cada día cientos de pequeñas respuestas para cada una de ellas.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Sus Góticas Majestades

Flipo, aunque no en colores, sino en negro gótico. Me da exactamente igual que las hijas de Zapatero vistan de negro-luto-macabro, de verde-loro-pistacho, de rosa-barbie, de arco-iris-orgullo-gay o de camel-monísimo-ideal. Me resbala que lleven botas militares, tacones de aguja Cruella de Vil, zuecos o sandalias playeras, por mí como si van sosteniblemente descalzas. No repararé en si sus atuendos son disfraces de adolescente con aspiración de femme fatale, cueros punkis trasnochados o túnicas bereberes o tuareg. Paso de sentenciar si es más o menos adecuado que en familia se retraten como “Las Meninas” de Velázquez o las de Picasso, que lo hagan como los protagonistas de “La Casa de la Pradera”, los vecinos de “Aquí no hay quién viva” o la “Familia Addams”. Eso me da igual, pero ¡zapatiesta!, si no quieren salir en la foto, que no hagan un posado oficial. No es que paparazzis sin escrúpulos hayan pillado a José Luis, Sonsoles, Laura y Alba yendo al museo de “buen rollito” con sus amigos Barack y Michelle. Que no, que por mucho que quiera darnos una pócima ponzoñosa Rottenmeyer de la Vega, aquí no se ha roto ningún pacto tácito por recoger una foto de la página web de la Casa Blanca y publicarla en España. Una foto hecha en un encuentro oficial y en la cual posan el presidente de la primera potencia mundial acompañado de su esposa, con el presidente del Gobierno de España, su mujer y sus dos hijas. Es como si Aznar se hubiera enfadado porque fotografiaran a su hija el día de su boda desfilando sobre la alfombra roja de los Reales Sitios de El Escorial. Los Obama han publicado el posado exactamente igual que han hecho con los del resto de sus invitados estos días, la obligación de los periodistas españoles es reproducirlo y nuestro derecho, verlo. El empeño de los asesores áulicos debería haberse centrado en salvar un nuevo bochorno internacional evitando la situación, no censurando la libertad de prensa. ¿O era esto lo del talante? Menos mal que como en el cuento, aunque el pueblo cegado por los mensajes oficiales no ve lo que tiene delante, siempre aparece un tonto que le grita al rey que va desnudo. Claro que como para decirle a una chica, que con 16 años ya puede abortar sin que sus padres lo sepan, cómo tiene que ir vestida cuando nos representa a todos. Tal vez todo fue un guiño a la Alianza de Civilizaciones y en solidaridad con Gadafi que ha tenido que dormir en un hotel de 5 estrellas al no dejarle instalar la tienda de campaña acostumbrada. De todo, lo que más me fastidia es darle la razón a los franceses cuando decían que África comienza en los Pirineos. Como subir impuestos salvajemente, ¡qué moderno!

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Agitación y propaganda

Cuando Zapatero se presentó como candidato a liderar el PSOE frente al entonces favorito José Bono, le pregunté a un socialista zamorano con cargo de ámbito regional en el partido -cuyo nombre omito por razones obvias- quién y cómo era ese diputado de León al que hasta entonces nadie conocía. Su respuesta, elocuente y sorprendente fue: “es como Stalin”. Como para olvidar una respuesta así y más cuando poco después conseguía darle la vuelta a la tortilla y era nombrado Secretario General del PSOE. Mi interlocutor se refería en aquella distendida conversación en la plaza Mayor, a la frialdad y mano férrea de que siempre había hecho gala a la hora de controlar el partido en León para él poder seguir cómodamente en su escaño de Madrid. En los últimos días, varios medios de comunicación, entre ellos de manera destacada el que siempre ha sido la hoja de ruta, el guía ideológico del socialismo patrio y ahora despechado, El País, venían recogiendo supuestas extendidas aunque anónimas discrepancias en el seno del PSOE respecto de la estrategia política adoptada por el Gobierno para combatir la crisis y de la vida interna del partido. “Zapatero ya no escucha a nadie”, “ha acabado con el debate interno que siempre existió”, se ha llegado a decir del otrora paladín del talante, el diálogo y el buen rollito. Bambi no era Bambi, ya lo dijo Guerra. Una vez más se demuestra que en política, cuanto más mediocre es un político, más sectaria y miserable es su actuación con sus propias filas. ¿Alguien necesita más ejemplos? Rodearse de burócratas que sólo a la sombra del líder pueden florecer y laminar al discrepante es ejemplo bastante común en esta que el filósofo Gustavo Bueno denomina “democracia realmente existente”. Negar la crisis hasta varios meses después de que muchos españoles notaran sus efectos no sólo fue un comportamiento de mala fe sino también un error. Avanzar por ella zozobrando al borde del naufragio, una irresponsabilidad. Obcecarse en convencer de que lo peor ya ha pasado, sin tener la menor idea de cuándo tocaremos fondo y todos nos dicen que cuando eso ocurra vamos a quedar allí encallados para una buena temporada, una desvergüenza, si no una traición. Como empezaban a pintar bastos y la manada podía desmandarse, el sábado se reunió el sanedrín socialista. Tras ello, algunos asistentes han necesitado asistencia médica. Siete horas de democracia interna levantando y bajando la cabeza en movimiento armónico “lo que tú digas líder” es fatal para las cervicales. Competir para ver quién golpea más fuerte la mesa poniendo música a la proclama crítica “lo hemos hecho bien pero no lo hemos sabido comunicar”, no hay nudillo que pueda soportarlo. Conclusión, propaganda. Pajín y los de la ceja, nos brasearán con lo bueno que es subir los impuestos y disparar el gasto público. Y agitación, de manifestarse, que sea contra los empresarios. Con Stalin y los suyos a esto se le llamaba “agitprop”.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Como las vacas al tren

No es que hayamos llegado al mundo feliz de Huxley. Tampoco que se haya cumplido en su totalidad la profecía orwelliana de 1984. Pero como sin darnos cuenta, las máquinas empiezan a ocupar cada vez más espacios de los que resultaba difícil pensar no tuvieran que estar siempre reservados al hombre. Hace unos días, una amiga me contaba indignada su odisea cuando había intentado conseguir telefónicamente una cita médica. Tras llamar al correspondiente teléfono, una voz humana grabada en una máquina le informó del procedimiento a seguir, de las teclas del teléfono que tenía que pulsar en función de lo que pretendiera hacer y le fue formulando preguntas a las que debía ir contestando para que la máquina fuera derivando por las ramas del cibernético árbol lógico construido para llegar a buen puerto. Seguro que casi todos hemos pasado por alguna experiencia de este tipo en la contratación o consulta sobre algún servicio por vía telemática. Lo peor no es la cantidad de tiempo que te hace perder un aparato para resolver lo que en muchas ocasiones una persona, no especialmente cualificada, podía resolver en 30 segundos. “Mi nombre es fulanito; necesito una cita con el especialista X. Espere un segundo, por favor; mire, la primera fecha disponible es el día tal a la hora cual. Bien, muchas gracias.” En lugar de eso, en primer lugar como la máquina por mucho que se empeñen en convencernos de lo contrario, aún no sabe hablar y sobre todo escuchar como los humanos, nos hace repetir siete veces en cada paso una simple palabra porque no ha captado nuestro registro fónico. Todo para que al final, el impotente aparatito termine dejándote en brazos de un tele operador que aunque esté en Marruecos o Sudamérica te parecerá el más eficiente y sabio de los trabajadores de la compañía. Lo peor es la cara de lelo con la que procedes a “bienpronunciar” cada sílaba para que el dichoso cacharro con apariencia humana te entienda. Hasta hace no mucho, algo semejante sólo podía ocurrir mirando la televisión, esa caja tonta que sustituyó la conversación, la música o la lectura, por el estupor ante la pantalla. “Como las vacas al tren”, llamo yo a mis hijas cuando se quedan clisadas, como pasmadas, ante ella. Ahora son ya muchos los frentes abiertos por los que las máquinas se apropian de nuestra consciencia y nuestra actuación. La Play, la Wii, la Xbox, el ordenador, Internet, las redes sociales que por saturación de relaciones nos convierten en asociales. Crípticas puertas de acceso a mundos virtuales, paralelos, absorbentes como agujeros negros en el espacio. Decía Descartes que el hombre es una máquina que piensa. De haber vivido hoy, quizás añadiría: hasta que otras máquinas consiguen que deje de hacerlo y se quede como las vacas al tren.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Macabra banda sonora

Todos los años en Rodiezmo, municipio minero de León en el que sólo queda un minero y donde gobierna el PP, se celebra la fiesta de confraternización entre militantes de la UGT y del PSOE. Es un encuentro testimonial para ellos, pacífico y sobre todo festivo en el que como ocurre en todos los Congresos de ambas organizaciones y algunos otros actos importantes, finalizan con el cántico de la Internacional. Pero parece ser que este año, entre sindicalistas y políticos se infiltró un invitado inesperado. Un agente secreto de la Sociedad General de Autores. Y hete aquí, que por entonar esos acordes, los organizadores del evento han tenido que apoquinar noventa y dos euritos del ala. Dicen que el impuesto sólo será obligatorio hasta 2014 cuando se cumplirán 80 años del fallecimiento de su compositor pero hasta entonces no perdonan ni al de la ceja. La anécdota ha sido ampliamente recogida por los medios de comunicación con sorpresa generalizada. Mientras tanto lo relevante pasa desapercibido y sin apenas referencias. Porque digo yo que el que el PSOE tenga que pagar 92 euros cuando hay tantos bares, pueblos, bodas y festivales benéficos que son sistemáticamente saqueados con argumentos que no se sostienen y nada tienen que ver con la protección de la propiedad intelectual no deja de ser una anécdota simpática. Sin embargo, al borde de cumplir la primera década del siglo XXI ¿qué bemoles hacen un montón de políticos y sindicalistas demócratas, que sí, que lo son, levantando el puño y estirando el cuello a los sones del himno bajo cuya acogida y protección más sangre se ha derramado a lo largo de toda la Historia? ¿Será esto fruto de lo que se ha dado en llamar “la superioridad moral de la izquierda”? Ésa que ha permitido, con la misma firmeza intelectual, defender que era bueno para las víctimas ser oprimidas y asesinadas en aras al avance del socialismo y tras fracasar éste de manera estrepitosa mirar para otro lado y seguir tarareando la perversa melodía. En nombre del socialismo, del socialismo real, del marxismo o del comunismo, que tanto da, Afganistán, Angola, Cuba, Laos, Mongolia y Mozambique suman más de 800.000 muertos. Etiopía 700.000. Vietnam del Norte 1.500.000. Corea del Norte 1.500.000. Camboya 2.000.000. La Unión Soviética entre 20 y 60 millones según las fuentes, más otros dos en los países de Europa del Este. China entre 30 y 75 millones si es que algún día llega a saberse. Con este rosario, no logro entender que Zapatero, Guerra, Pajín o Méndez reiteren fidelidad y devoción a unos acordes que han justificado en menos de cien años entre 100 y 150 millones de muertos bajo regímenes de los que eran la banda sonora de referencia. Siendo así, ¡Qué más da, si pagan o no a la SGAE!

domingo, 13 de septiembre de 2009

Sabor a ti

Que el agroalimentario es junto al del turismo el sector económico con mayor potencial de desarrollo en nuestra provincia, es un argumento tan manido que ha pasado a convertirse en uno de los tópicos más extendidos en nuestro imaginario popular y en los discursos políticos. Vino, queso, garbanzos, embutidos, miel, setas… ¿Pero nos lo creemos de verdad? Quizás por las cosas del azar y también porque tras el periodo estival llegan los nuevos buenos propósitos y el brote de iniciativas para el nuevo curso, en los últimos días se ha acumulado una positiva colección de noticias en torno a este sector. La marca de calidad “Ternera de Aliste” culminó una campaña de promoción con una degustación popular con la que celebrar una exitosa década que les ha llevado a agrupar a 110 ganaderos y a multiplicar casi por cuatro el número de establecimientos en los que se vende su carne. Aunque 1.900 canales al año, si bien sirven de muestra de calidad, suponen aún una cantidad irrisoria para intentar tener una mínima presencia en el mercado. En Toro nos anunciaban que ya son 50 las bodegas integradas en la D.O., parece que fue ayer, y ciertamente lo es, cuando año tras año desaparecía alguna bodega. Qué diferente de lo ocurrido en los últimos diez años con la apuesta local y foránea por la calidad y la comercialización nacional e internacional del vino de Toro. En el ámbito del queso por fin se han cerrado la división y la polémica para la elección de presidente para la D.O. No sólo era una cuestión de nombres, sino sobre todo de estrategia a seguir. Esperemos que el acuerdo alcanzado sirva para mirar al futuro con ambición y sin complejos ni orejeras. El queso de Zamora es de todos nuestros productos el que desde mi punto de vista más campo abierto tiene para crecer. De ahí la importancia de acertar en el camino a seguir y de que todos los partícipes avancen en la misma dirección. Podemos seguir con el novedoso y digno de encomio convenio entre los hoteleros de Azahoteles y Gaza para compartir la promoción del turismo de Zamora y los productos de la láctea zamorana. O con proyectos integradores como “Sabor de Sayago”, marca y página web de comercialización conjunta de productos alimentarios de la zona. Son sólo unos apuntes para que nos convenzamos de que a veces sí sabemos promover y hacer bien las cosas. Y un recordatorio de por dónde hay que seguir avanzando, en una provincia donde el ránking de “nuestras” 10 mayores empresas por facturación sigue encabezado por Cobadu y copado por otras cinco, Quesos del Duero, Grupo Cárnico Magnus, Hijos de Salvador Rodríguez, Lácteas Cobreros y Calporc. Las 6 con un volumen de facturación superior a 30 millones de euros y que en el caso de Cobadu ronda los 150.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La Champions League

Según el último informe del Foro Económico Mundial que analiza el grado de competitividad de la economía de 133 países, España ha perdido sólo en un año cuatro puestos (la más fuerte caída en Europa) y queda encuadrada en el ordinal 30. El estudio, que puntúa en función de diferentes magnitudes macroeconómicas como el tamaño del mercado, la legislación, las infraestructuras, las políticas económicas, el I+D y el mercado laboral nos ubica entre dos grandes potencias, el Sultanato de Brunei y Chipre. También y por primera vez, quedamos más atrás que un país de los que hasta hace poco más de 15 años trataban de sobrevivir tras el telón de Acero, la República Checa. No nos podemos quejar, en el área del Euro de la que aún no hemos tenido que marcharnos, estamos sólo por delante de Chipre, Eslovenia, Portugal, Eslovaquia, Italia, Malta y Grecia. Esto, teniendo en cuenta que el factor más favorable es el tamaño del mercado disponible para las empresas nacionales (antes de que los nacionalistas y los reinos de Taifas lo rompan definitivamente e instauren aduanas interiores o fielatos) y las buenas infraestructuras En el lado negativo tres elementos clave de los que seguimos sin enterarnos: el marco institucional, es decir, el Estado de las Autonomías al que hace sólo una semana Financial Times calificaba sin ambages como insostenible, el debilitamiento registrado desde el año pasado por la estabilidad macroeconómica del país, que ha caído 32 escalones en el ránking y la alta rigidez del mercado laboral que desalienta la creación de empleo, que se sitúa en el puesto 122 de entre los 133 analizados. Demasiado bien nos va (todavía), pues si Italia tiene un Presidente que parece de cachondeo, en nuestro caso lo parecemos como país con excesiva frecuencia. Mientras contemplamos con cara, mitad pasmo, mitad cabreo las diatribas de nacionalistas y ministros contra el Tribunal Constitucional por si se le ocurre decir que aquí la única nación es España y el resto patochadas envenenadas de política, otro organismo internacional, la OCDE nos dice que sólo Méjico, Turquía y Portugal superan nuestras tasas de fracaso escolar que hacen que hasta un tercio de los jóvenes sólo tenga el graduado escolar. Con una oposición que se pasa el día mirándose el ombligo con la cantilena del espionaje que nadie demuestra ni denuncia formalmente y con el pueblo más pendiente del futbol del domingo que de cambiar rápidamente de Gobierno se me ocurre que la única solución sensata es copiar a Sarkozy, al que en una reciente visita a una fábrica le escogieron minuciosamente a los trabajadores que saldrían fotografiados junto a él. Requisito, que ninguno fuera más alto que el Presidente (que no es precisamente un Gasol). A partir de ahora sólo deberíamos admitir salir en informes donde podamos quedar bien, por ejemplo, junto a Venezuela y Bolivia, encuadrados en el 113 y 120 de la lista citada. Vamos, en la Champions.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Tragarse otro sapo

En antropología social y cultural se estudian los pensamientos y la conducta de los habitantes de una determinada época o lugar enfocándolos desde dos perspectivas diferentes, la de los propios participantes y la de los observadores. En el primero de los casos, se utilizan conceptos y parámetros que se corresponden con la visión del mundo que los protagonistas aceptan como real o apropiada. El observador trata de pensar, de ponerse en el lugar del contemporáneo de los acontecimientos que se analizan. A este modo de estudio se le llama “emic”. Al segundo, en el que los conceptos y parámetros utilizados son los derivados del estado de la ciencia en la época de los observadores, se le conoce como perspectiva “etic”. Ambos métodos son adecuados, complementarios y necesarios para conocer con detalle, por ejemplo, cómo eran la vida y la cultura en su sentido más amplio en la Edad Media o cómo lo son ahora entre las tribus de la Amazonia o la Polinesia. La biblioteca pública de Brooklin, el que dicen es el barrio de Nueva York con la mayor densidad de escritores por metro cuadrado del mundo y que tan popular han hecho las novelas de Paul Auster, acaba de retirar de sus estanterías un, parece ser que, peligrosísimo libro. No se trata de “Mein Kampf” de Hitler, de “El Capital” de Marx ni del “Libro Rojo” de Mao que han inspirado millones de asesinatos en el siglo XX. Toménselo en serio, se trata de un cómic de Hergé traducido a 40 idiomas y titulado “Tintín en el Congo”. Antes lo habían retirado también las otras dos grandes bibliotecas públicas de la ciudad de la Estatua de la Libertad, las de Manhattan y Queens. Quien quiera echarle un vistazo a sus 62 páginas sólo podrá hacerlo pidiendo una cita previa. Se le acusa de racista, colonialista. ¿Y qué iba a ser si lo escribió un belga en 1931 cuando la principal colonia belga era el Congo y África entera se la habían repartido los países europeos con escuadra y cartabón sobre una mesa? Y eso que la versión actual es la que ya suavizó el autor en 1946. ¿Cuál es el problema de que seamos conscientes de que el mundo fue colonialista y racista? Dicen también que tiene escenas de violencia injustificada en las cacerías del protagonista. Como si los safaris en Tanzania fueran hoy mucho más suaves. Que vean en televisión los informativos, las películas y las series o los dibujos “manga” japoneses que saturan la programación infantil y juvenil si quieren saber lo que es la violencia injustificada. En mi biblioteca personal tengo un ejemplar del cómic, lo cual quizás me obligue pronto a pasar a la clandestinidad. Empiezo a estar “negro” por esa insoportable manía de prohibirnos pensar, decir o consumir todo lo que no nos dan debidamente enlatado los defensores de la modernidad. Aunque sean sapos macerados en una lata de Pepsi. ¡Es el progreso, idiota! A las perspectivas emic y etic hemos incorporado una nueva, la “estupidc”.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Últimas tardes con ZP

¿Recuerdan? Primeros tiempos de Zapatero, Septiembre de 2003. Durante una rueda de prensa. El novel candidato leonés y a su lado el Economista del Estado y responsable económico del PSOE, Jordi Sevilla. Tras una intervención del líder sobre la alternativa económica y presupuestaria socialista frente al Gobierno Aznar, se oyó a través de un micrófono indiscreto la siguiente conversación entre ambos: -Sevilla: Esto está “chupao” a no ser que quieras hacer una tesis doctoral. -Zapatero: Sí, pero es complicado, ¿tú prefieres que lo entienda? -S.: Se te nota todavía inseguro. Has cometido un par de errores. Has dicho que aumenta la progresividad en lo del sistema fiscal y lo que aumenta es la regresividad... pero son chorradas. -Z.: ¿He dicho progresividad? -S.: Lo que tú necesitas saber para esto... son dos tardes. -Z.: ¿Sabes lo peor de todo esto? Que me gusta. Desde entonces sólo han transcurrido seis años, pero qué seis años, en lo político y en lo económico. Unos meses después, Zapatero lo hizo ministro, pero no de Economía. Luego lo envió a Valencia a que Camps le partiera la cara (o sea, la imagen) y los socialistas valencianos, debidamente espoleados, las piernas y los brazos. A veces los Césares se toman la venganza en plato frío. En los últimos tiempos, del blog del ex-ministro manaban con frecuencia discrepancias con la línea gubernamental. Entre otras perlas, negó ver brotes verdes por ningún lado y criticó la postura mantenida frente a los empresarios en el último remedo de pacto social. Sevilla deja ahora su escaño de diputado y ficha por PWC, una de las grandes consultoras económicas y empresariales. Sin ser precisamente un liberal convencido, su formación le aporta coherencia intelectual. Se cansó de comulgar con ruedas de molino. Se va a la actividad privada. Al mundo real. Aquél en el que hacen falta más de dos tardes para ser tenido en cuenta. No todos los políticos, ni siquiera muchos de los ex-miinistros pueden irse a tan buen destino privado. Lo malo es que Sevilla se va sin haber cumplido en estos seis años su ofrecimiento de enseñarle al hoy presidente del Gobierno algunos conceptos económicos y semánticos básicos. Por ejemplo, que lo público es de todos, no de nadie, como pontificó su compañera de gabinete Carmen Calvo. O que si se gasta más de lo que se ingresa, a la diferencia se le llama déficit. Y que si el déficit no lo pagamos nosotros, le saldrá mucho más caro a las próximas generaciones. O que no es conveniente multiplicarlo por cinco en sólo un año como está ocurriendo. O que en época de recesión la única forma razonable de enjugarlo es reduciendo el gasto público, no quitando recursos con mayores impuestos a la sociedad que es al final la que crea la riqueza y el empleo. A diferencia de la novela de Marsé, no hubo tardes suficientes para ZP.