miércoles, 30 de julio de 2008

Solbes, insolvente

Pues hemos pasado de que no había crisis a que nos digan que de todas las que hemos vivido, ésta es la más compleja. Solbes dixit. Y Solbes es un experto en crisis. No por casualidad, en las más importantes que hemos sufrido en los últimos años, siempre ha encabezado el esfuerzo gubenamental por elevarlas a las máximas cotas. Hemos pasado de una, “digamos pequeña desaceleración” a una grave crisis que tocará fondo, según sus previsiones, en 2009 y empezará a remontar ya en 2010. Les aseguro que son sus palabras textuales, que ni es mío ni de ningún otro antipatriota. Que la inflación, o sea, lo que nos cuesta el pan, la leche, la gasolina, la electricidad, los zapatos, el vestido y los vicios, va a seguir subiendo durante “algunos meses más”. Que el PIB español, para que nos entendamos, lo que entre todos somos capaces de aportar a la riqueza nacional, ya no va a subir el 3,3% este año, como nos juraban en enero y sobre cuya base se estimó cuánto podía invertir, gastar y despilfarrar nuestro gobierno. Tampoco el 2,8% que decían en febrero. Ni siquiera el 2,3% que anunciaron tras las elecciones. Ahora resulta que el crecimiento español seguirá débil durante varios “trimestres” y será (o seguramente no) del 1,6%. El mejor dato del bienio en todo caso, ya que para 2009 nos anuncia un raquítico 1%. Y claro, con esos datos, como lo que se pensaba gastar habitualmente se gasta y sin embargo se recauda bastante menos de lo que en su día se previó, de la noche a la mañana las arcas públicas, la parte de tu bolsillo y el mío que donamos para que el Estado gestione, se han vaciado y presentan un boquete considerable. Esto último, a quien piense como la exministra Carmen Calvo no le importará demasiado. Ya saben, el dinero público no es de nadie, aseveró en su momento. Pero la hacienda pública, como la privada de cada uno, si tiene un descuadre negativo, ha de resolverlo. Sin tener moneda propia sólo le queda un camino, tomar dinero prestado (con ella, habitualmente se seguía otro, la devaluación). España ha intentado buscarlo en mercados internacionales con una emisión de deuda pública que no ha conseguido cubrir por primera vez en muchos años. Tendrá por lo tanto que tomarlo prestado de los propios españoles con lo que quedará aún menos para la inversión privada. La resultante, el paro otra vez a las nubes y ya no sólo en la construcción y sectores relacionados. Ya lo estamos viendo y no pocos, en breve, sufriendo. ¿Qué exagero? ¡Si lo dice hasta El País! Al vicepresidente meteorólogo alguien olvidó enseñarle a interpretar las señales que envían los satélites. Soluciones tampoco aporta ninguna, pero tranquilos, hay que ser “razonablemente optimistas”, nos dice; lo cual, en este estado de cosas, debe querer decir algo así como que esto está para salir corriendo… o para echarlos a gorrazos.

domingo, 27 de julio de 2008

Esperar sentados

Días atrás, recogía este periódico las valoraciones de representantes políticos zamoranos y agentes sociales de los malos datos del informe anual del CES. Todos ponían el acento en las inversiones públicas en nuestra provincia. Como es obvio, los representantes del PP echan en cara el enorme retraso que acumulan las grandes infraestructuras de comunicaciones. El AVE, de acuerdo al plan Cascos debería llegar a Zamora en pleno funcionamiento en 2009. Ahora hablamos de 2011 o 2012. Irrebatible es también, que los dos últimos tramos que entrarán en servicio de la autovía de la Plata son los que comunicarán Benavente con la capital y ésta con Salamanca. Para qué hablar del espejismo que nos vendieron como Plan del Oeste. De él, nada vimos en la primera legislatura de Zapatero y para la segunda nos anuncian el doble, o sea, nada de nada. Por su parte, los representantes socialistas apuntan a las posiciones deudoras de la Junta de Castilla y León para con Zamora. Los nuevos centralismos que el régimen autonómico ha generado, favorecen la creación de polos o ejes de desarrollo como el Valladolid-Burgos en nuestra región, que al final nos favorecen a todos pero provocan desequilibrios territoriales importantes; más notoriamente además en una comunidad tan extensa como la nuestra. Algunos hemos denunciado en diversos foros con la escasa fuerza que hemos tenido y aún con menor fortuna, el hecho de que, con escasas excepciones, sólo se consideren empresas regionales aquellas cuya sede principal radique en Valladolid y que en ocasiones desde la propia administración regional se induzca el traslado corporativo a la capital regional. Se echa de menos en el gobierno autonómico mayor énfasis político y menos conformismo funcionarial, para romper la inercia que perjudica especialmente a provincias como la nuestra. Sindicatos y representantes de los empresarios, inciden de nuevo en las carencias de las inversiones públicas y olvidan una vez más las responsabilidades propias, que no son pocas. Pero el dedo en la llaga lo ponía en ese reportaje, el sociólogo Alfredo Hernández con un argumento que también he reflejado en varios “espejos”. Dice el sociólogo que “el estancamiento de Zamora se debe a que es antiliberal y conservadora y se expulsa a quienes están dispuestos a hacer cosas”. Este mal no es sólo de Zamora, pero aquí florece especialmente. Políticos y agentes sociales son unos zamoranos más. No asumimos que la prosperidad la genera la sociedad y a la administración lo que hay que pedirle es que fije el marco y luego moleste lo menos posible. La mayoría de nuestros empresarios quieren que sus hijos saquen una oposición, el conjunto de los ciudadanos ve con recelo a los emprendedores y no hay rumor que se extienda con más fuerza aunque sea un simple bulo que el de lo mal que está tal o cual empresa. Acierta Alfredo Hernández, cuando señala que “la actitud del zamorano supera al victimismo y es resignación”. Aquél, fijémonos en los catalanes, suele utilizarse para conseguir ventajas que explotar en propio beneficio, ésta sólo para esperar a las subvenciones.

miércoles, 23 de julio de 2008

Presunción de culpabilidad

Cuando la fiscalía portuguesa ha decidido archivar el caso de la desaparición de Madeleine McCann con todos los interrogantes esenciales abiertos y sin una solución ni una hipótesis mínimamente firme y coherente de lo ocurrido, son muchos los elementos que quedan abiertos para la reflexión. El primero de ellos, el del comportamiento de los medios de comunicación en asuntos de enorme trascendencia y que afectan a la vida y la honorabilidad de las personas. El segundo y concatenado con el anterior, si en una sociedad globalizada y de acceso inmediato a la información-desinformación, es conveniente o por el contrario contraproducente la figura del secreto del sumario en asuntos de semejante proyección pública y mediática. Si es imposible frenar la propagación de bulos y rumores, se genera el juicio paralelo en la calle y los medios y con él, la presión pública. El tercero, la inmoralidad intrínseca que supone el eco y la espectacularidad que habitualmente damos a las declaraciones, filtraciones y comentarios de determinados personajes implicados en la investigación. En unos casos se trata de los llamados "jueces estrella" especialistas en abrir casos que rara vez resuelven. En otros, como éste, de policías que tratan de emular a los comisarios de los telefilmes. ¿Cuánto daño ha podido causar a la investigación y a la familia de la niña el máximo responsable policial del caso? Hasta que fue felizmente apartado, aparentaba ser un sabio mientras actuaba como "Torrente". El cuarto y último de esta serie apenas comenzada, debemos preguntarnos por qué renunciamos a valorar por nosotros mismos tan fácilmente en ocasiones, aquello que nos da masticado la televisión. Durante meses he seguido con interés este asunto y lo he comentado con algunos padres y madres absolutamente incapaces de hacer a sus hijos nada de lo que sin ningún dato ni prueba mínimamente contrastada asumían que podían haber hecho los padres de Madeleine. Qué fácil es convertirnos en jueces y verdugos. Resulta desolador comprobar cómo la prensa "seria y respetable" ha recogido de manera literal las especulaciones de los "sensacionalistas tabloides británicos", la prensa amarilla, le dicen en otros momentos. Y desolador es también que los ciudadanos compremos en masa especulaciones que no son sino burda bazofia no informativa. A veces no existe más realidad que aquella que sale en la televisión, ni más ética que la de aquellos que protagonizan el espectáculo denigrante de muchos de sus programas. Sus modos de comportamiento primero se aceptan como algo normal y terminan convertidos en modelos a seguir. Como todos, desconozco qué le ocurrió a Madeleine. Si fue secuestrada o sufrió un accidente. Si los culpables de su desaparición están o no entre quienes han sido investigados. Si los padres saben más de lo que dicen o son sinceros. Si algún día aparecerá de nuevo o sabremos lo que ocurrió. Sólo sé y es algo que se nos olvida con insultante frecuencia, que mientras no se pruebe lo contrario, cualquier persona es inocente.

domingo, 20 de julio de 2008

Sarkozy-Bruni

“París bien vale una misa”, dijo Enrique IV de Navarra cuando queriendo ser rey de Francia, se encontró con el impedimiento de ser protestante y no católico, tal y como era obligado para aspirar a tan notable desempeño. Ante tal objetivo, la conversión al catolicismo no era un precio excesivo para él. Cuatrocientos años más tarde, al comentario empezó a dársele otro significado en la España tradicionalista y recatada, cuando algunos españoles pudientes hacían escapadas a Francia para disfrutar entre otras cosas de la ciudad más pícara de Europa. Durante buena parte del siglo XX, en la época dorada del cabaret, París recibía a sus entusiastas visitantes, plagada de tentaciones para la vista y la carne. Así se ha recogido en numerosos ejemplos literarios y cinematográficos. A la vuelta, llegaba el momento de purgar los pecados reales o imaginarios yendo a misa. Mientras los españoles ejercíamos de Alfredo Landa, cuando no de Paco Martínez Soria, los franceses hacían el amor. Al final somos “Ninette y un señor de Murcia”. Fuera ya de Pigalle, del Moulin Rouge, el Crazy Horse y tantos otros locales del famoso barrio, lo cierto es que el francés siempre ha sido especialmente condescendiente en lo que al cuerpo a cuerpo se refiere. Los asuntos amatorios pertenecen a cada cual. Nada que ver con el morbo reprimido que generan por estos lares. Pero faltaba su prueba de fuego. Ahora la están superando con nota. Nicolás Sarkozy es el primer presidente que se divorcia estando en el cargo y vuelve a casarse. Lo ha hecho además con una mujer que por sí misma, ya era también un personaje público. Carla Bruni, modelo, cantante y durante años, como ella misma se define, coleccionista de amantes, que no de aventuras. En la mayoría de los países, la situación se hubiera ocultado o tratado de enmascarar bajo la imposición del “vicios privados, virtudes públicas”. Sarko ha sido valiente, Bruni ella misma y los franceses sensatos y enamoradizos. Sarkozy es un político de ideas claras. Las dice y las lleva a la práctica. Le resbala que lo consideren más o menos centrista sus rivales socialistas a los que ha triturado en las urnas. Les habla a los franceses de los asuntos que les interesan, la prosperidad, el empleo, la seguridad ciudadana, las libertades individuales, la inmigración… y les aporta las soluciones que la izquierda no tomaría nunca y la derecha rara vez se atrevería. A cambio, su vida privada es suya y ahí no admite intromisiones ni acata hipócritas puritanismos (el puritanismo extremo es de común hipócrita). Siempre me gustó Sarko y cada vez más su mujer que está sabiendo compatibilizar posición y carrera profesional. En las fotos de la presidencial pareja, él es Sarkozy y ella Carla Bruni, no sólo “la esposa de”. Con naturalidad, como se titula su tercer disco “comme si de rien n'était”, como si nada hubiese pasado. Pues eso, ¿ha pasado algo que incumba a los demás?

miércoles, 16 de julio de 2008

Herencia medieval

Hoy se ponen de largo dos proyectos largo tiempo trabajados por el Ayuntamiento de Zamora. Las Aceñas de Olivares y el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales. Dos nuevos atractivos para la ciudad y sus visitantes. Dos nuevas etapas en el recorrido por una urbe que cada vez es más difícil ver, conocer y disfrutar en sólo unas horas. Disculparán que en ambos casos, me sienta especialmente orgulloso. En ambos proyectos, el que fue mi equipo en las concejalías de Fomento y Turismo trabajó intensamente. Desde la Oficina Municipal de Desarrollo en la génesis y configuración de las diferentes fases de recuperación y habilitación museográfica de las Aceñas. Una primera con la escuela taller. La segunda fase con la elaboración de la memoria para la consecución de fondos Interreg y el seguimiento, gestión y justificación final de los mismos. La tercera, en colaboración con la Fundación del Patrimonio de Castilla y León. Convertir unas ruinas abandonadas en un magnífico centro interpretativo de la industria nacida del agua de los ríos, con la restauración de los antiguos molinos, idea que inicialmente se planteó siendo alcalde Andrés Luis Calvo –al césar lo que es del césar- permite al visitante, tras el recorrido por la arquitectura notable del casco antiguo, “oxigenarse” en pleno cauce del Duero, con una visita, sin duda sorprendente. Los funcionarios de esta oficina municipal han tenido también mucho que ver en la segunda realidad que ahora echa a rodar. En este caso, complementando el excepcional trabajo de la Gerencia del Plan de Excelencia Turística de Zamora. El Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales se configuraba como la actuación central del Plan de Excelencia Turística y la guía para el conocimiento de la forma más audiovisual e interactiva posible, del nacimiento, la arquitectura y la vida de y en las ciudades del medievo. Un punto de inicio o bien broche final, a cualquier visita y recorrido por el románico zamorano. Me dicen fuentes ajenas al Ayuntamiento, que una vez ejecutado el proyecto en su totalidad, los nuevos responsables municipales han desmontado una parte de la instalación museográfica, esperemos que haya sido para mejorar la intervención, deseemos que con ello no pierda coherencia y sobre todo, que no se disminuya el espacio destinado a sus fines originales para dedicarlo a usos más burocráticos. Como muchas veces se ignora su labor y otras sólo nos acordamos de funcionarios y empresas colaboradoras con la administración, para criticar lo que no se hace bien, quiero felicitarlos hoy especialmente a todos ellos. Imagino que unos y otros estarán presentes en los fastos inaugurales y de puesta a disposición de los ciudadanos. Hoy serán aún más conscientes de la virtud del servicio público. Por estar fuera de Zamora, no podré acompañarlos, aún con el empeño que el actual equipo de Gobierno ha puesto para que no falte nadie en un día importante para nuestro futuro turístico y que prueba que sobre todo, es lo bueno lo que se hereda.

domingo, 13 de julio de 2008

El espíritu de Ermua

Miguel Ángel Blanco fue asesinado el 12 de Julio de 1997 tras 48 horas de tortura en forma de secuestro. Por su dramático final, se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad y contra la barbarie terrorista. España entera se unió, el corazón en un puño, durante la tensa espera. Durante unas horas, el miedo desapareció de las calles del País Vasco. Los ciudadanos gritaron su rabia, indignación e incomprensión. Los que habitualmente acorralan y persiguen a los que no piensan como ellos, fueron esos días los acorralados y perseguidos. Incluso pareció real el espejismo de la unidad política entre nacionalistas y constitucionalistas con un único enemigo común. Pero Miguel Ángel se fue. Nos lo llevaron, como antes a muchos, como después a tantos. Y rápida, escandalosamente, las caretas fueron retirándose de los rostros que volvieron a ser los mismos. Unos, los del miedo, otros los del odio y la intolerancia, muchos, los del cinismo más crudo. Aquel ambiente, el prometedor nuevo aire de libertad se acabó y como en cervantino soneto, “miró al soslayo, fuese y no hubo nada”. Desde entonces, se han roto unidades que considerábamos sagradas. Se ha preterido, deslegitimado y demonizado a las víctimas de manera execrable. Pareciera que son culpables, por el mero hecho de haber sido víctimas. En el país de la extensión de inexistentes derechos, se ha tratado de impedir la reclamación de memoria, dignidad y justicia para los más inocentes. Los dos grandes partidos nacionales han apartado de manera vil e incomprensible a los mejores luchadores por la libertad en España. Ante tanta iniquidad, bien están algunas iniciativas. En Zamora, el presidente de la Diputación ha recomendado a los alcaldes de la provincia que dediquen calles en sus municipios a las víctimas del terrorismo. El grupo socialista en el Ayuntamiento de la capital anuncia que llevará una moción en ese sentido al próximo pleno. Bienvenidos sean. A principios de año el Foro Pensamiento y Libertad que con orgullo presido, presentó la maqueta para un monumento de homenaje a las víctimas, obra del escultor zamorano Ricardo Flecha y que representa el vacío imposible de llenar que han dejado los desaparecidos en sus familias, entre sus amigos y en el conjunto de la sociedad. El proyecto ha sido recibido muy positivamente por los zamoranos y sus representantes, la alcaldesa de Zamora y especialmente la subdelegada del Gobierno. Aún no ha sido posible su presentación al presidente de la Diputación y al delegado de la Junta, sin duda por falta de espacio en sus apretadas agendas, no de sensibilidad. En el aniversario del asesinato de Miguel Ángel, un recuerdo personal. En la larga vigilia de aquellos días en la sede popular de Víctor Gallego, la compañía fraternal, sincera y entrañable del hoy dirigente de Comisiones Obreras, Andrés González Gato. Tras el absurdo desenlace, tuvimos que ser afiliados del PP y de Nuevas Generaciones, los que consoláramos a quien sin afinidad ideológica de ningún tipo, había ido a consolarnos a nosotros. Era el espíritu de Ermua.

miércoles, 9 de julio de 2008

¡Optimismo y cierra, España!

Como muchos españoles, dediqué la tarde del domingo al deporte. Dale que te pego, hora tras hora, golpe a golpe, con la raqueta de tenis hasta que Rafa y yo conseguimos derrotar a Federer. Decían que era difícil ganar al suizo, pero yo no tenía ninguna duda de que sería poco menos que coser y cantar. Y oye, algo se resistió, pero al final, cayó. Igualito que la Eurocopa de fútbol. Que no pasábamos de cuartos, nos repetían. Y vaya que si pasamos. El trofeo para la buchaca. Allí estaba yo, viendo cada partido, cerveza en mano, la mar de convencido de que arrollábamos. Uno es que es un optimista, qué quieren que les diga. Ésa fue la clave. Sabía que a Rafa le sobraba tanto entrenamiento. Tanto preparar el juego, que si tierra batida, que si pista rápida, que si hay que trabajar especialmente la hierba. Tonterías. Bien si lo que buscaba era estar entretenido, pero necesario, para nada. Llevamos meses los agoreros antipatriotas, o sea la oposición, la prensa, los sindicatos, los empresarios, los organismos de control, las instituciones internacionales y los ciudadanos, vociferando ¡que viene la crisis! ¡que viene la crisis! Y entre todos, no conseguíamos que Zapatero moviera ni un músculo de la cara ni que se le achataran las cejas. Todo lo contrario, el primero presidente del Gobierno, luego candidato y después otra vez presidente, insistía una vez tras otra en que estábamos equivocados o actuábamos de mala fe. Hemos tenido que esperar a la celebración del Congreso federal del PSOE para escuchar en su boca la palabra maldita. Claro que, a continuación, nos hemos quedado mucho más tranquilos cuando ha dado la receta magistral que ha de solucionar los problemas económicos. Siglos de ciencia económica. De teorías y pensadores. De ciclos de expansión y recesión. Y resulta que la solución la ha encontrado él solito. Un fenómeno. Para no recibir las famosas dos tardes de clases de economía, se cargó a Jordi Sevilla. Bien sabía él que para lo que iba a aprender en dos tardes, mejor seguir como hasta entonces. Si es que el saber no ocupa lugar, pero embota el cerebro. La fórmula la teníamos delante de nuestras narices y no veíamos la luz. ¿Qué cómo? Pues como Nadal y los de la Eurocopa, siendo optimistas. Qué mente preclara, qué gran visionario. Ni keynesianos, ni liberales. Optimistas y a esperar. Además es la forma de ser buenos ciudadanos y sentirnos orgullosos y patriotas, porque ha dicho que “ser optimistas, es algo más que un acto de racionalidad, es una exigencia moral, un rasgo de decencia y hasta de elegancia”. Pues eso, aparquemos a Santiago matamoros, que ahora no está bien visto y tengamos nuevo grito de guerra. Y con esto y un bizcocho… ¡Qué tío, así cualquiera!

miércoles, 2 de julio de 2008

Mentecatos

¿Les suena un tal Urkullu? ¿Quizás les es también familiar, con perdón, un tal Erkoreka? Con otro acento, ¿conocen a algún político famoso apellidado Puigcercós? ¿Y a otro que responde por Ridao? Si tú, querido lector puedes aportar algún dato sobre ellos, estarás haciendo una gran obra. Dicen que han sido internados, en estado de shock y aquejados de sendos episodios de amnesia profunda. Lo más llamativo desde el punto de vista de los facultativos que están tratando de recomponer su deteriorado cerebro, es que todos ellos hace unos días juraban y perjuraban que eran rusos y se empeñaban en hacerlo a “grito pelao” mientras veían un partido de futbol en televisión. Nada de extrañar al principio, pensaron los médicos, aunque los apellidos de los dos primeros no parecían de hijos de la gran Rusia. Sí, tal vez de Chechenia o el Kurdistán, precisó algún galeno con conocimientos filológicos más avanzados. Pero de los dos últimos, que no, que no cuadraba. Con todo y con eso, la mayor preocupación en el centro en el que son atendidos vino a posteriori, cuando días después, propugnaban todos a una, con la misma pasión, volumen de voz y sin admitir lugar a dudas que eran alemanes de pura cepa. La letra “k” prodigándose tanto, lo volvía a hacer creíble en los primeros, pero en los segundos no. Imagínense el estupor generalizado ante unos síntomas tan difíciles de hacer concluir en un diagnóstico acertado. Por otro lado, confirma el parte médico, tampoco entre los cuatro son capaces de entenderse hablando en una lengua común. Al intentarlo en inglés más bien parecen españoles normales y corrientes, pues no pasan de unas cuantas palabras y frases mal construidas y peor pronunciadas. Con el francés, los segundos andaban más sueltos, pero los primeros sólo balbucean de manera casi ininteligible no sé qué de un Santo muy tradicionalista. San Bino Arana del que repiten cual metralleta que rechazaba semejantes prácticas. Por último, el intento de los médicos de hacerse entender en español, a punto estuvo de tener fatales consecuencias. Aunque parecía que era la única lengua que entendían, inmediatamente sus cuerpos se veían sacudidos con enorme virulencia por espasmos y convulsiones que sin solución de continuidad, dejaban paso al letargo y al llanto cada vez que en la pantalla de la televisión, aparecían Xabi Alonso, Puyol, Cesc, Capdevila, Xavi o incluso el murciano Iniesta. Ahora el mayor temor de los expertos es que sea contagioso y desemboque en una epidemia. De hecho, con síntomas similares empiezan a llegar jóvenes convenientemente agrupados en hordas. Traen la espalda destrozada a consecuencia de las repetidas flagelaciones a las que se han sometido, según dicen, por no haber podido bañarse en la fuente de Canaletas para celebrar la derrota de España. Esperemos que unos y otros recuperen pronto la cordura y descubran que ni rusos, ni alemanes. Ni chechenos, ni kurdos. Simplemente, son mentecatos.