domingo, 14 de julio de 2013

El concepto es Bárcenas

Los niños creen que tapándose los ojos con las manos conseguirán ser
invisibles en mitad del salón y a plena luz del día. En su inocencia caen en
la forma más incauta de esconderse. Sólo después de muchas demostraciones se
convencen de que eso no sirve salvo que quien comparte el juego decida mirar
para otro lado, hacer como que no ve.

En los partidos políticos españoles, los dioses son dos y trinos, el poder,
absoluto, siempre absoluto, se reparte entre dos tríadas. La primera,
fachada y vestimenta inmaculadas la conforman el número uno y su guardia de
corps que encabeza la acción política en el partido y el parlamento. La
segunda, la que se mancha con la grasa de la maquinaria interna, la
financiación y los pagos, la integran el número dos, el gerente y el
tesorero. Llámenlo PP o escríbanlo PSOE, modelo el mismo.

Bárcenas, ex tesorero y ex gerente, adorado hasta no hace mucho como dios
pagano del PP, denostado ahora como "Luis el Cabrón", ha pillado con el paso
cambiado a la dirección del partido. En el salón de los niños -la política
cada vez es más infantil aunque no por inocencia-, o en la cárcel en la que
ya es un ídolo, Bárcenas baila a su aire mientras sus más cercanos dan
disimulados saltitos intentando que no les pise los pies. Las fotocopias ya
no son fotocopias, sino originales. Anuncia que había monederos con forma de
sobre y otros de caja de puros. Y cualquier día lloverán los "recibís".

En el juego de la "inconstitucional-pero da igual" partitocracia española,
por mor de la soñada estabilidad nos acostumbramos a mirar para otro lado.
Agujeros negros de una democracia capada y tallada siempre de arriba abajo.
Aún con la escandalera de patio de vecinos que salta cuando uno empieza a
cantar, de todos los que lo hacen el que menos habla es el líder rival por
saber que también tiene mucho tiene que callar.

La peor consecuencia posible de este jardín de ortigas y cardos es que pueda
servir para esconder otro mucho más grave y cuantioso, el de los ERES de
Andalucía. Por lo demás y aunque estemos acostumbrados a que en estas cosas
en España casi nunca pase nada, se equivocan los dirigentes del populares
pensando como el niño que mirando para otro lado o tapándose los ojos, el
monstruo pasará siempre de largo. Sólo Aguirre que rompe el guión aunque sin
demasiada fuerza, pide no esperar al cara o cruz de la moneda de la
justicia, sino anticiparse, depurar responsabilidades, pedir perdón y que
afiliados y ciudadanos juzguen.

En verso de Bécquer, "ladridos de los perros a la luna", cuando Rajoy calla,
el PP mira para otro lado y PSOE e IU votan por tapar lo intapable en
Andalucía. Cientos de miles o cientos de millones no son la cuestión. Como
en la inigualable "Airbag", "el conce(p)to es el conce(p)to" y algunos, "muy
profesionales".

1 comentario:

Unknown dijo...

Soy de la opinión que "el que la haga la pague" y tan culpable es el que lo hace como el que lo tapa...que empiecen por fin a rendir cuentas...todos...