domingo, 7 de abril de 2024

Lo breve, lo inmediato y lo completo

Ya no recordamos cuando hablábamos todo de seguido. Cuando colocábamos en el reproductor una casette o un LP y lo escuchábamos de principio a fin. Cuando leíamos un libro durante horas sin interrumpirnos cada nada para mirar la pantalla del teléfono. Cuando veíamos la televisión sin poder parar la imagen, volver al principio o saltar los anuncios. Cuando dábamos más valor a un reportaje en prensa por ser extenso y profundo que porque tuviera un titular efectivo y fotos grandes. Antes de que lo analógico, que obligaba a ir por pasos fuera sustituido por lo digital, que nos permite saltar de un lado a otro sin solución de continuidad.


Un día me fijé en cómo una adolescente escuchaba música de Spotify con su teléfono móvil. No me llamó la atención que las canciones sonaran de forma aleatoria sin un orden preestablecido. Sí lo hizo que pese a tener duraciones de poco más de tres minutos, sistemáticamente las interrumpía antes de terminar para que de inmediato sonara otra distinta; así con cada una de ellas. A mi pregunta de por qué no las dejaba sonar en su totalidad, me respondió: el resto ya me lo sé, vuelve a ser lo mismo.


Triunfan las redes sociales con su avalancha de impactos de información y desinformación. Pierden la comunicación y la reflexión. Tenemos todo al alcance de la mano, lo queremos todo a la vez y al instante. Unos cuantos caracteres, un video de menos de un minuto, un spot publicitario de 20 segundos, una foto, un emoticono. El resto no interesa o nuestro cerebro no alcanza a procesarlo. 


La nueva maquetación de los periódicos reduce el número de palabras en artículos periodísticos y columnas de opinión. Lo fácil es escribir, la calidad está en saber recortar lo superfluo, me dijo quien me invitó a estas páginas hace casi mil columnas. Acierta, al menos para quien sepa hacer que -siguiendo a Borges-, todo el Nilo esté en la palabra Nilo. Sin embargo la ahora joven, ya no adolescente, aprendió a escuchar las canciones hasta el final, los discos enteros como una obra única y completa. También acierta.


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